“Editorial de ABC: Casado, una dimisión obligada
“Lo
sucedido en la dirección el PP no es un episodio que afecte a Madrid. Es la
marca electoral la que irreversiblemente seguirá inutilizada mientras Casado
continúe en ella
La guerra civil en el
Partido Popular se ha hecho tan insostenible y carente de salidas negociadas
que Pablo Casado debe dimitir como presidente nacional del partido en las
próximas horas. Ya no se trata de que sea mejor o peor candidato, sino de que
no ha sabido resolver una crisis que ya ha contagiado al partido, a las bases,
a la militancia y a millones de votantes en toda España. No es un episodio que
afecte a Madrid. Es la marca electoral la que irreversiblemente seguirá marcada
e inutilizada mientras Casado continúe en ella. Ese es el sentir de la inmensa
mayoría de los dirigentes territoriales del PP, que exigen un cortafuegos
definitivo y drástico como único remedio para salvarse de una sangría.
Es el partido lo que
está en juego. Esto ya no va de liderazgos, y cualquier salida negociada de
Teodoro García Egea ha quedado desfasada por los acontecimientos, por la incomprensible
tardanza de Génova en atajar el conflicto, y porque todo se ha revelado
absolutamente inútil y dañino.
Lo ocurrido en Madrid
ha extendido por toda España un divorcio real de las bases con su presidente,
que por el bien del partido debe renunciar en cuestión de horas. Ya no se trata
de intentar recabar apoyos autonómicos, seguir midiendo fuerzas en su pugna con
Díaz Ayuso, o buscar soluciones creativas de intercambio de cromos en forma de
dimisiones. El perjuicio causado es mucho mayor del que ni siquiera hace tres
días podía preverse. Cuando más de 4.000 personas se personan ante la sede del
PP exigiendo su dimisión no se trata de un teatro preparado para seguir
convulsionando el partido. Es la evidencia de una indignación real que
comparten muchos militantes en todo el territorio español. La ingratitud de la
política y la vertiginosidad con que hoy en día los militantes y votantes
exigen respuestas hace ya incompatible que se pierda un solo minuto más en el
PP.
Se hace imprescindible
un congreso extraordinario, sin esperar por supuesto al ya previsto en los
estatutos del partido para el mes de julio. Esta crisis no aguanta hasta ese
mes, y la militancia debe visualizar un nuevo liderazgo de inmediato. Ese es el
mensaje real que están trasladando las bases a Génova, por más que Casado
pretenda aguantar. No ha sabido manejar una situación que se le ha ido de las
manos. También a Díaz Ayuso. El enrocamiento de ambos no ha servido de nada, y
la pelea personal ha alcanzado un punto de metástasis en todo el partido. El
congreso para elegir nuevo líder debería celebrarse de inmediato, en el mes de
marzo, como le exigen los dirigentes territoriales a los que Casado ha pedido
esperar a julio y se lo han negado, porque reclaman una solución inmediata y
drástica. No, Pablo Casado no tiene meses, ni semanas, ni días para salir de
una crisis que ya le ha superado por completo, que ha desbordado su autoridad,
reducida hoy a lo meramente reglamentario, pero sin ascendente político ni
moral sobre dirigentes, ni militantes. Su fallida embestida a Díaz Ayuso lo ha
privado de margen de maniobra. Apostó a todo o nada, y perdió desde el momento
que se presentó ante los micrófonos de la cadena Cope mal preparado, mal
informado, mal asesorado y mal documentado. Y fiándose de unos datos bancarios
y fiscales sobre el hermano de Díaz Ayuso que nunca debieron haber llegado a
sus manos. Casado tiene que oir tanto el clamor de los indignados de su partido
como el silencio de los que no le apoyan. Debe irse, hoy, ya, mejor que mañana.
Casado ha perdido la confianza de su propio partido, y cunde el pánico a que cualquier opción que tuviese el PP de ganar las elecciones a Pedro Sánchez se
haya disipado. Su intervención en la Cope días atrás no fue la de un líder pacificador del partido, dispuesto a encabezar una solución. Solo ofreció la sensación de dirigir un equipo débil cuya única salida posible es renunciar definitivamente a su proyecto y dar paso a uno nuevo. Todo el partido ha quedado en ‘shock’, todo el partido está contaminado, y es todo el partido el que se juega su futuro. Ya no es una mera cuestión de que los barones regionales se retraten a favor de uno o de otra, ni de seguir haciendo cálculos de probabilidades, ni de dar largas a destituciones. La preocupación muy mayoritaria ya es otra distinta. El Partido Popular está en una nueva fase. El tiempo de este equipo que sucedió al de Mariano Rajoy se ha agotado. No hay solución de continuidad. Casado debe marcharse hoy mismo” (Del diario ABC, 21/02/2022)…
No pretendo, ni mucho menos, erigirme en experto analista del tremendo lío que se ha organizado en el Partido Popular, por aun no se sabe qué exactamente, o tal vez porque lo menos importante son las aparentes razones de una vergonzante lucha entre la dirección nacional del partido, una dirigente de la autonomía de Madrid por otra parte, y además los cabezas de los gobiernos autonómicos “peperos”.
Se ha tratado
especialmente de un compendio de lo que nunca debe hacerse en política, y en la
vida en general.
Ha sido la muestra de
una estulticia e inmadurez completa, provocada por la celotípica ambición de
los dirigentes nacionales, tratando de someter “manu militari” a la dirigente
de su propio partido en la Comunidad Autónoma Madrileña, Isabel Díaz Ayuso, bastante
independiente, algo díscola más que rebelde, pero con una aptitud innata para
el liderazgo, hasta el punto que ella solita se bastó para dar un rotundo
varapalo al Partido Socialista y a los dirigentes de éste que presumían por
anticipado que iban a sumar su poder en la capital de España.
Cierto es que a los
pazguatos y con estrechez de miras, muchas veces les adorna la malsana e inútil
ambición de eliminar a quien, con razón o sin ella, suponen como contendiente.
Y se han pegado “un
tiro en el pie”, porque lo han hecho tan mal, han actuado con tanta cortedad de
miras, que ha salido a la luz toda una serie de burdas maniobras de sucio
espionaje sobre un supuesto (por ahora no hay certeza) de una contratación
supuestamente irregular y que se aireado como “casi criminal”
Hay que ser acémila
(burro en español, sinónimo) para hacerlo tan mal, y para comenzar negando, y
actuar a través de unos cuantos malandrines de segundo orden, hasta que, por fas
o por nefas, salió a la luz la maniobra espía contra su adversaria.
Ayuso, Casado y Egea |
¿Y que está llegando a
acontecer? Pues que el pueblo llano y los adictos y militantes se han indignado
por la ineptitud e imprudencia de la dirección suprema, que, en vez de aplicar
bálsamos a la herida, ha lanzado fuegos sobre ella.
Si en la política, en
la política ortodoxa, la prudencia debe ser el denominador común, los ahora enfrentados
han hecho todo lo contrario, mientras sus oponentes, los socialistas, que
tantos errores y falacias llevan acumulados durante su gobierno, y que estaban cayendo
en picado en los augures electorales, han hallado el “clavo ardiendo” para
airear a los cuatro vientos cómo los del Partido Popular inciden en más supuestas
corrupciones, y cómo se pelean entre ellos.
La solución debiera
ser el cese de todos los reprobables protagonistas del esperpento, pero, además
de que el sillón lo tienen pegado con cola indeleble, tampoco tienen más medio
de vida que dedicarse a la política.
Como el lío me parece
que no ha hecho nada más que comenzar, es impredecible cómo acabará, aunque hago
votos para que caigan los ineptos y lleguen los capacitados, de lo cual tengo
muchas dudas, y mientras tanto, el pueblo español seguirá esperando, como yo
mismo espero, que quienes se encarguen de la “cosa pública” den por fin una
prueba de mínima eficacia y de dedicación al servicio del bien común.
Por el momento, pelea de gallos, tiro en el pie, declaraciones por doquier y la
La España faldicorta y
zaragata está otra vez por aquí.
Y el pueblo llano, paciente y sufriente…
“La ambición suele llevar a las personas a ejecutar los menesteres más viles. Por eso, para trepar, se adopta la misma postura que para arrastrarse” Jonathan Swift (1667-1745) Político y escritor irlandés.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Interesantísimo artículo y acertada información. Abrazos.
ResponderEliminar