“Editorial ABC (20/11/2019)
El mayor fraude de la democracia
La
sentencia de los ERE obliga al PSOE y a Unidas Podemos a replantear los pactos
de coalición que suscribieron la pasada semana
ABC no se
equivocaba cuando al desvelar en exclusiva el fraude masivo de los ERE lo
calificó como el caso de corrupción más grave de la democracia. Nunca dos dirigentes
políticos que llegaron a ser presidentes de un partido, en este caso el PSOE,
habían sido condenados, y nunca se había documentado con la crudeza con que lo
hace la Audiencia de Sevilla un caso tan grosero de amiguismo, cuyo último fin
era crear una red clientelar al servicio del PSOE. El cortijo en que el
socialismo convirtió a Andalucía durante 34 años queda retratado en una
sentencia que vuelve a demostrar la doble moral con que la izquierda mide la
gravedad de las conductas, incluso del saqueo sistemático de dinero público.
Todo el
peso de la ley.
La condena de diecinueve antiguos altos cargos del
La condena de diecinueve antiguos altos cargos del
socialismo
andaluz, entre ellos Manuel Chaves y José Antonio Griñán, por el desfalco
sistematizado de 680 millones de euros, demuestra que su partido siempre mintió
respecto a los ERE. Está probado que el PSOE los diseñó como coartada de una
red clientelar ideada para perpetuar a los gobiernos socialistas en Andalucía.
Por cuantía económica, por contumacia en el diseño de una estructura delictiva
y por la consciente permisividad de la Junta andaluza, es el caso más serio de
desfalco de las arcas públicas vivido en España. Las penas de prisión
superiores a cinco años para Griñán y otros nueve antiguos altos cargos apuntan
a que previsiblemente serán encarcelados en breve, lo que representa un
durísimo golpe emocional para el PSOE. La evidencia es que
durante quince años
se cebó un sistema organizado de corrupción, privilegios y abusos con el dinero
público que el PSOE deberá llevar siempre en su conciencia, por más que trate
de sacudirse cualquier responsabilidad. La trama de Filesa era, en comparación,
un juego infantil.
El PSOE
incurrió ayer en un ejercicio de cinismo. Pero su reacción no fue una sorpresa:
silencio descriptible de Pedro Sánchez y derivación de responsabilidades al
socialismo andaluz. El PSOE podrá alegar cuanto quiera, porque ni se condena al
partido por financiación ilegal ni se juzgaba un enriquecimiento ilícito de sus
dos expresidentes. Pero en nada se compadece esta reacción con el falaz
discurso que Sánchez siempre mantuvo. Si otro partido, como el PP, incurre en
conductas corruptas, bien merece una moción de censura, aunque su presidente
fuese ajeno a esas prácticas. En cambio, si es el PSOE, lo hace por la causa
del progresismo, comprometido con los derechos de los desempleados. Todo era
una farsa, una burda mentira que el propio PSOE se encargó de normalizar en el
Parlamento con partidas presupuestarias ad hoc para dar patente de legitimidad
a un robo. El PSOE creó una red inmoral de nepotismo, sus dos presidentes y
varios consejeros han sido condenados, se pervirtió el control de las
subvenciones, se eludieron los más básicos sistemas de supervisión, se silenció
a la Intervención del Estado, se repartieron millones a capricho -incluso para
drogas y burdeles- y la Junta de Susana Díaz se confabuló para obstaculizar la
labor judicial. Al menos, el PSOE no debería citar la palabra «honestidad» para
proteger a los suyos.
Pedro
Sánchez no puede escurrir el bulto. Tampoco Pablo Iglesias y el resto de una
izquierda política que ayer no sabía dónde esconderse con tal de no poner en
jaque la gobernabilidad. Si Unidas Podemos tuviese un mínimo criterio de ética
pública
no podría apoyar la investidura de Sánchez, obligado, por su parte, a
repensar la estrategia que presentó a la sociedad como presunto abanderado de
la ética y la regeneración. Pero es mucho pedir. Una vicepresidencia y varios
ministerios bien valen un escorzo de hipocresía. Contra Rajoy, Iglesias
sostenía en mayo de 2018, en referencia a la sentencia de la trama Gürtel, que
no podía haber «delincuentes a los mandos del Gobierno». Si Rajoy
-estigmatizado por una simple frase por un juez afín al PSOE- era entonces un
«delincuente», también hoy lo es Sánchez.
El doble
rasero de la izquierda y su pretendida superioridad moral son flagrantes. Da
igual el importe defraudado y que un socialista delinca, porque siempre lo hace
guiado por la buena fe. Pero los delitos de otros partidos son intrínsecamente
más graves porque se miden por criterios ideológicos y de dogmatismo
excluyente. Algo enfermizo empieza a anidar en la izquierda si ese es
el listón
con el que medir un latrocinio como el de los ERE. La democracia no puede
deglutir todas sus miserias bajo el prisma del «pensamiento único» que impone
la izquierda. Cuando los tribunales cumplen su misión es porque la democracia
responde. Pero el PSOE, que llegó a impulsar escraches contra la juez
instructora, es responsable de una merma de la higiene democrática. Acorde con
el rasero del PSOE, la sentencia debería inhabilitar a Sánchez para gobernar.”
…
«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra», relata el Evangelio (Juan 8,1-11)
Este pasaje bíblico nunca debieron olvidarlo los socialistas españoles, quienes, pese a debutar en la corrupción política con los casos “Filesa” y “Juan Guerra”, se erigieron en la opinión pública como los guardianes de la ortodoxia y honestidad en la política y en la gestión de la cosa pública, favorecidos sin duda por una serie de facinerosos que hicieron propio el dinero ajeno, como en algunos acontecidos de algunos “populares”, usando los fondos públicos para llenar su faltriquera.
Y especialmente, el tahúr sinvergonzón de Pedro Sánchez aprovechó las condenas del caso “Gurtel” para orquestar una moción de censura contra Mariano Rajoy que, entre las dobleces de los independentistas (vascos incluidos) y la
«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra», relata el Evangelio (Juan 8,1-11)
Este pasaje bíblico nunca debieron olvidarlo los socialistas españoles, quienes, pese a debutar en la corrupción política con los casos “Filesa” y “Juan Guerra”, se erigieron en la opinión pública como los guardianes de la ortodoxia y honestidad en la política y en la gestión de la cosa pública, favorecidos sin duda por una serie de facinerosos que hicieron propio el dinero ajeno, como en algunos acontecidos de algunos “populares”, usando los fondos públicos para llenar su faltriquera.
Y especialmente, el tahúr sinvergonzón de Pedro Sánchez aprovechó las condenas del caso “Gurtel” para orquestar una moción de censura contra Mariano Rajoy que, entre las dobleces de los independentistas (vascos incluidos) y la
pusilanimidad del líder gallego, propiciaron un gobierno socialista que nació “para unos días” y se ha perpetuado entre prórrogas y ardides torticeros.
Mas reza el refrán que “a todo puerco le llega su San Martín” y no otra cosa ha acontecido con los aparentemente “virginales” chicos del puño y la rosa, porque se descubrió un decenio atrás y se ha confirmado ahora mediante una sentencia de casi dos mil folios, que en su manantial de votos (Andalucía) el hedor que desprendía la política provenía del continuo latrocinio de fondos públicos, destinados en apariencia a solventar y remediar carencias de empresas en crisis y angustias salariales de trabajadores en paro, pero que iban sirviendo para llenar las arcas de una buena “troupe” de golfos y mangantes, hasta pagándoles sus adicciones a drogas y sus juergas prostibularias. Todo ello, mientras los líderes responsables hacían como que miraban hacia otro lado, aunque bien sabían que su poder se cimentaba en la compra de voluntades con ese dinero suciamente distraído de su lícito y socialmente deseable destino.
Mas reza el refrán que “a todo puerco le llega su San Martín” y no otra cosa ha acontecido con los aparentemente “virginales” chicos del puño y la rosa, porque se descubrió un decenio atrás y se ha confirmado ahora mediante una sentencia de casi dos mil folios, que en su manantial de votos (Andalucía) el hedor que desprendía la política provenía del continuo latrocinio de fondos públicos, destinados en apariencia a solventar y remediar carencias de empresas en crisis y angustias salariales de trabajadores en paro, pero que iban sirviendo para llenar las arcas de una buena “troupe” de golfos y mangantes, hasta pagándoles sus adicciones a drogas y sus juergas prostibularias. Todo ello, mientras los líderes responsables hacían como que miraban hacia otro lado, aunque bien sabían que su poder se cimentaba en la compra de voluntades con ese dinero suciamente distraído de su lícito y socialmente deseable destino.
En el interminable juicio (en el principal, porque aun resta por celebrar más de otros ciento cincuenta), nadie sabía nada de nada, pero bien se desvelaba a dónde había ido a parar el dinero, y los líderes (ex
ministros, consejeros autonómicos, altos cargos) ponían cara de extrañados y de ignorar, pese a que los encargados de la vigilancia contable les habían repetido que no se estaba actuando correctamente. Pero es que en Andalucía había una plaga de miopía. Y en Madrid, sede nacional, de interesado despiste.
En fin, que ha llegado el “San Martín” de los socialistas, y ahí se ha desplegado la “letanía de los “aminoácidos” (“a mí no”)” y ninguno de los dirigentes se da por aludido, porque “eso aconteció en otros tiempos”, cuando ellos estaban dedicados a
En fin, que ha llegado el “San Martín” de los socialistas, y ahí se ha desplegado la “letanía de los “aminoácidos” (“a mí no”)” y ninguno de los dirigentes se da por aludido, porque “eso aconteció en otros tiempos”, cuando ellos estaban dedicados a
otros menesteres.
Más de un político no socialista ha dicho, con ironía y con toda razón, que Pedro Sánchez debería “autopresentarse” una moción de censura, pero ello solo ha servido para la chirigota, porque, a buena hora ese truhan a quien soportamos presidiendo en funciones un “desgobierno”, va a darse por aludido, él, que va flotando cada vez más sobre el bien y el mal de nuestra nación, hasta el punto de que prescinde hasta de dar cuentas a la Corona, que, si pudiera, también haría propia, con tal de seguir en su Eldorado del Falcón, del lujo y de la vida regalada en palacios de todos los españoles.
El problema, el gran problema para todos nosotros es que éste, estos, que tiraron la primera piedra, han resultado tan “pecadores”, tan “chorizos”, como aquellos a quienes acusaban e insultaban.
¡Indignante que tacharan de ladrones a los contrincantes políticos cuando ellos mismos estaban,
Más de un político no socialista ha dicho, con ironía y con toda razón, que Pedro Sánchez debería “autopresentarse” una moción de censura, pero ello solo ha servido para la chirigota, porque, a buena hora ese truhan a quien soportamos presidiendo en funciones un “desgobierno”, va a darse por aludido, él, que va flotando cada vez más sobre el bien y el mal de nuestra nación, hasta el punto de que prescinde hasta de dar cuentas a la Corona, que, si pudiera, también haría propia, con tal de seguir en su Eldorado del Falcón, del lujo y de la vida regalada en palacios de todos los españoles.
El problema, el gran problema para todos nosotros es que éste, estos, que tiraron la primera piedra, han resultado tan “pecadores”, tan “chorizos”, como aquellos a quienes acusaban e insultaban.
¡Indignante que tacharan de ladrones a los contrincantes políticos cuando ellos mismos estaban,
no libres de falta, sino más “pringados”
!El problema, el gran problema para todos nosotros es que éste, estos, que tiraron la primera piedra, han resultado tan “pecadores”, tan “chorizos”, como aquellos a quienes acusaban e insultaban.
¡Indignante que tacharan de ladrones a los contrincantes políticos cuando ellos mismos estaban, no libres de falta, sino más “pringados”!
Menos mal que parece que van a hacer una “pasada”catequística por las “Iglesias” (pontífice Pablo) en su nueva maniobra política. Pero ni aun así quedarán libres de su pecado: El cinismo con latrocinio.
“En el pasado, aquellos que locamente buscaron el poder cabalgando a lomo de un tigre acabaron dentro de él” (John F. Kennedy)
Menos mal que parece que van a hacer una “pasada”catequística por las “Iglesias” (pontífice Pablo) en su nueva maniobra política. Pero ni aun así quedarán libres de su pecado: El cinismo con latrocinio.
“En el pasado, aquellos que locamente buscaron el poder cabalgando a lomo de un tigre acabaron dentro de él” (John F. Kennedy)
SALVADOR DE PEDRO
BUENDÍA
No hay comentarios:
Publicar un comentario