A quien pueda interesar, lo que pueda interesar, cuando pueda interesar, se ofrece este blog, que trata de recoger las vivencias y las reflexiones consigo mismo, más o menos cotidianas, del autor, SALVADOR DE PEDRO BUENDIA, pseudónimo literario de A.P.B., jurista, escritor, poeta, sobre aquellos aspectos de la vida diaria que a él le son sugerentes y que merecen compartirse con los demás.
03 diciembre 2018
El socialismo de Pedro Sánchez sufre el primer batacazo por sus veleidades y trapacerías: Pierde la gobernabilidad en Andalucía
“La lección
andaluza: ¡Es lo de Cataluña, estúpido!
Un terremoto político de fuerza 9 en la escala de Richter
sacudió ayer Andalucía, y sus efectos afectarán a toda la política española
durante el próximo año electoral y también en los años venideros. El 2 de diciembre
queda marcado como el día
en que el Partido Socialista perdió en Andalucíael poder
sobre el que se ha sostenido durante cuatro décadas; y también como el día en que la extrema derecha extra constitucional,
desaparecida desde la transición, se instaló en nuestra vida pública con fuerza
inusitada.
Aparentemente, hoy nos parecemos más a Europa. Se
acabó la “excepción española”, que nos hizo creernos vacunados
e inmunes al virus nacionalpopulista (al menos, en su versión de ultraderecha).
Y se confirmó que, también aquí, las dos familias tradicionales, la
conservadora y la socialdemócrata, están históricamente amortizadas y enfilan
el camino de su extinción histórica.
Pero ahí se acaba el parecido. Porque el vuelco que ayer dio Andalucía –anticipando el que vendrá en el resto de España-, tiene una etiología sustancialmente diferente a lo que está pasando en el resto de Europa. Aquí el factor desencadenante no es la reacción acobardada de los perdedores de la globalización, ni la resistencia ante la inmigración o la desconfianza hacia la Unión Europea. Puede que todo eso esté también en el trasfondo, pero el foco principal apunta a las dos cuestiones que más han sacudido a nuestra sociedad en los últimos años: la corrupción de los gobernantes y la crisis territorial, que tiene su expresión más emocionalmente venenosa en la sublevación del nacionalismo catalán contra el Estado constitucional.
Quienes pusieron el dedo sobre esa llaga, jugaron a caballo ganador.
No rebosan alegría...
¿Efectos inmediatos? Por esas carambolas de la política, el PP perdedor se encontrará con
el inmenso regalo de la presidencia de la Junta de Andalucía, y ello dará a Casado un precioso
balón de oxígeno que necesitaba desesperadamente. Sánchez ha visto saltar por
los aires todos sus planes sobre la anticipación de las elecciones generales..
Rivera se arrepiente de no haber buscado a un candidato más presentable en
Andalucía: esos 90.000 votos de desventaja con el PP se deben a su incuria.
Pero se siente en el buen camino siendo pianista de una sola tecla, y no lo
abandonará por nada.
Iglesias, visiblemente asustado, comenzó su enésima mutación, de vicepresidente en ciernes a agitador callejero; aprovechó lo de Vox para recuperar el vocabulario de los parapetos y las barricadas y volvió a acordarse del 15-M. Me temo que Sánchez ha perdido a su aliado, al menos hasta las elecciones. El jueves en el Congreso, ante el Rey reinante y el emérito, Iglesias dará espectáculo, ya lo verán.
Y por eso en las elecciones autonómicas del día de ayer, de
manera bastante inesperada, los escaños obtenidos por los socialistas de esa
verdulerilla disfrazada de pillastrona que ha venido siendo Susana Díaz, por
mucho que se sumaran a los de los izquierdosos iconoclastas de leninismo
disfrazado que son los de Podemos (llamados algo así como “Adelante Andalucía),
los escaños obtenidos por ambas formaciones políticas, repito, no han dado, no
dan, para conformar una mayoría que pueda gobernar esas entrañables tierras de la
gracia y el colorismo, frente a la posible coalición de tres grupos más afines
de lo que ellos quieren aparentar, cual son el PP medio regenerado, el
Ciudadanos que
siempre se queda algo relegado, y Vox, con aires de derechona y promesas de regeneración.
De esta guisa, Susanita Díaz, a quien solamente le faltó llorar
(raro que no lo hiciera, ella que es tan “cuentista”), hubo de admitir que sus
huestes habían recibido un mal resultado, aunque lo disimuló exhortando a la unión
de los “constitucionalistas”.
Del amor al odio...
Que los ciudadanos se hartan de engaños, de fraudes, de
incompetencias, de vaivenes, y optan, unos, por irse con los reaccionarios;
otros con los de signo opuesto; y otros con los que fueron los suyos, aunque
les habían fallado antes.
Y a partir de ahora, pues vamos a asistir al mercadeo de unos
con otros, de las tensiones por alcanzar el poder; de la salida a la luz de los
errores, de las irregularidades, de los delitos presuntos de unos y
Boabdil también fue derrotado
otros.
Hasta que la aritmética parlamentaria se imponga. Y ahí no valdrán las
falsificaciones del CIS…
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