"EDITORIAL
Cataluña, con
la democracia y la Constitución
(30 oct. 2017,
en “El Mundo”)
“Sujetos a una visión excluyente que roza con la xenofobia,
los líderes del independentismo siempre han vinculado su pulsión separatista a
la "voluntad de un pueblo" hasta el punto de reducir a la
consideración de Cataluña a la porción de ciudadanos que apoyan sus tesis. Las
calles de Barcelona, tras la masiva e impresionante manifestación de ayer
convocada por Sociedad Civil Catalana, acreditaron que este aserto del
nacionalismo es completamente falso. El clamor de la Cataluña que no se
resigna ante la mutilación de derechos y libertades asestada en el Parlament
supone el feliz despertar de la resistencia, tras años de hegemonía
nacionalista.
El independentismo ha llevado tan lejos su obsesión
identitaria, fracturando la sociedad civil alrededor de una utopía segregadora
y etnicista, que ha logrado el efecto de reactivar a una mayoría que a lo largo
de muchos años ha permanecido en silencio. Más de un millón de personas, según
la Delegación del Gobierno, defendieron ayer en la capital catalana la
democracia y la convivencia en libertad, movidos por el derecho a vivir en una
Nación de ciudadanos libres e iguales. Fue un ejercicio de reafirmación de
la doble identidad catalana y española, envuelta en la patria común
europea. Un grito pacífico y saludable alrededor de símbolos que congregan.
Fue, en suma, el certificado que rubrica el ocaso del procés, una
tétrica aventura que ha ahondado la división social.
Josep Pla escribió que "el catalán es un español al
que le han dicho que tiene que ser otra cosa". Las consignas oficiales han
sido machaconas a lo largo de
cuatro décadas de control del espacio público por parte del nacionalismo. De ahí la importancia de manifestaciones que no sólo contribuyen a visualizar la pluralidad intrínseca de la sociedad catalana, sino que son un aldabonazo contra cualquier intento de amputación del ordenamiento legal que ha procurado el mayor autogobierno catalán de la Historia. Cataluña no es plural y bilingüe porque lo diga el Estatut que Puigdemont y sus socios han quebrantado, sino porque sus ciudadanos lo son. La encuesta que hoy publica EL MUNDO señala que sólo el 33,5% de los catalanes es partidario de la independencia, lo que significa que la amplia mayoría de catalanes sigue siendo fiel a la Constitución de 1978.
cuatro décadas de control del espacio público por parte del nacionalismo. De ahí la importancia de manifestaciones que no sólo contribuyen a visualizar la pluralidad intrínseca de la sociedad catalana, sino que son un aldabonazo contra cualquier intento de amputación del ordenamiento legal que ha procurado el mayor autogobierno catalán de la Historia. Cataluña no es plural y bilingüe porque lo diga el Estatut que Puigdemont y sus socios han quebrantado, sino porque sus ciudadanos lo son. La encuesta que hoy publica EL MUNDO señala que sólo el 33,5% de los catalanes es partidario de la independencia, lo que significa que la amplia mayoría de catalanes sigue siendo fiel a la Constitución de 1978.
Los intervenientes en el acto de Sociedad Civil
denunciaron la raíz totalitaria del independentismo, la ambigüedad de
una izquierda reducida al papel de tonta útil de los secesionistas -el
sector Anticapitalistas de Podemos "reconoció" ayer la República
catalana- y el desastre económico larvado por la cerrazón del Gobierno catalán
destituido. La declaración de independencia aprobada en el Parlament ha dado
paso a un fin de semana de desconcierto en el entorno separatista. Puigdemont
no se da por cesado, pero no se ha producido ningún movimiento de resistencia a
la aplicación del artículo 155 de la Constitución. En este contexto, la
movilización en las calles de Barcelona en favor de la convivencia constituye una llamada a la reconstrucción de afectos, gravemente dañados por la quimera secesionista.
movilización en las calles de Barcelona en favor de la convivencia constituye una llamada a la reconstrucción de afectos, gravemente dañados por la quimera secesionista.
Las elecciones del 21 de diciembre son una oportunidad
para que Cataluña regrese a la normalidad. El objetivo de los
constitucionalistas debe ser, como advirtió Borrell, "echar fuera al
Gobierno nacionalista" por vías democráticas. Sus palabras pueden
interpretarse como una advertencia a su propio partido, el PSC, cuyas
veleidades nacionalistas parece ahora haber aparcado.
En todo caso, lo relevante es mantener enhiesta la
determinación de millones de catalanes a la hora abrazar la democracia y la
Constitución. Ésta es una exigencia de la que el Estado no puede abdicar y que
sirve de fermento de la convivencia cívica que debe guiar la defensa del
marco legal que preserva la igualdad y la libertad.”
…
Transcurría la tarde/noche del viernes 27 de Octubre,
mientras en mi domicilio trataba de estar lo mejor informado posible sobre la
cascada de acontecimientos que se venían sucediendo sobre esa tragicómica
comedia en que consistió y sigue consistiendo la rebelión de un grupo de
esquizofrénicos paranoicos políticos catalanes, intentando y logrando en cierta
manera la por ellos denominada “independencia” de Cataluña.
Por una parte, el Parlament de Cataluña votaba (si es que
la pantomima representada fue eso) la independencia de esa región, con un
aparente regocijo, encubriendo una enorme tremolina de frustración y miedo a
las consecuencias, especialmente las de orden personal de los locos
protagonistas.
De otra parte, el Senado de España votando por abrumadora
mayoría la autorización al Gobierno de España para abortar el brote secesionista,
con los habituales “ex abruptos” de los de ERC y “P(j)odemos”, más algún que
otro descerebrado, aunque con gestos tan significativos como la ausencia y
subsiguiente abstención en el voto del expresident Montilla, un socialista más cortito aún que su estatura que demostró su estulticia diciendo que como había sido presidente de todos los catalanes (¿será capaz de creérselo?) no votaba porque estaba con todos los enfrentados ahora.
subsiguiente abstención en el voto del expresident Montilla, un socialista más cortito aún que su estatura que demostró su estulticia diciendo que como había sido presidente de todos los catalanes (¿será capaz de creérselo?) no votaba porque estaba con todos los enfrentados ahora.
Y, declarada la independencia que no era tal, el Consejo
de Ministros de España tomaba las duras pero necesarias decisiones de cesar
“ipso facto” a todo el govern catalán y disolver su parlamento, cesando a los
componentes de la mesa de éste. Más la sorpresa (fue lo inesperado) de convocar
ya elecciones autonómicas para el 21 de Diciembre próximo.
En la plaza de Sant Jaume de Barcelona, frente a la sede
de la Generalitat, una muchedumbre de exaltados secesionistas, de antisistemas
y de unos cuantos idiotas nacionalistas, agitaba banderas y gritaba por la
libertad, como si estuvieran detenidos o secuestrados por el gobierno de la
nación. A medianoche todo cesó y desaparecieron los líderes autonómicos que,
eso sí, se cuidaron muy mucho de
discursos a la plaza desde el balcón principal. La “procesión” les iba por dentro… Ya barruntaban que su imprudencia y su ineptitud les habían llevado a un callejón sin salida.
discursos a la plaza desde el balcón principal. La “procesión” les iba por dentro… Ya barruntaban que su imprudencia y su ineptitud les habían llevado a un callejón sin salida.
Aún así, ese tarambana que es Puigdemont aún se atrevió a
publicar en las redes sociales que entonces comenzaba la andadura de la
república catalana.
El siguiente día, aun siguió el muy “tontaina”
exhibiéndose cual caudillo triunfal por su Girona natal, mientras la televisión
catalana difundía un mensaje suyo en el que, sin decir nada concreto (su
indefinición es su costumbre) alardeaba de nuevo de esa república que había
muerto al poco de aparentar el nacimiento, que ni lo era, porque provenía de un
montón de ilegalidades y flagrantes delitos.
Fue ya ayer domingo, por la tarde, cuando supimos que los
Mossos d’esquadra, eliminada su cabecilla, el falsario Trapote, quitaban las
fotos de los miembros del govern catalán y de su hasta entonces jefe, y
publicaban que seguirían cumpliendo las órdenes que recibieran del poder
legítimo.
En el día de hoy, la “madame” de esa mesa de alcahuetes
que era la del parlament, suspendía cualquier reunión de ese órgano, aduciendo
(y es verdad) que el parlament catalán había sido disuelto y por tanto aquella
mesa, y ello implicaba que esa “madame” de la alcahuetería y sinrazón acataba,
es de suponer que de mala gana, las decisiones del gobierno español, en
aplicación del artículko155 de la Constitución.
Sobre todo ello, la gran manifestación que ayer recorrió
el centro de Barcelona, en la que se dijeron un montón de verdades y se puso “a
los pies de los caballos” a los políticos que habían incendiado y aventado la
locura secesionista.
¿Se ha acabado, pues, la aventura independentista en
Cataluña? ¡Ni mucho menos!
Lo acaecido ha sido el fruto, bastante tardío por la
tardía reacción gubernamental española, de una política basada en la legalidad,
no exenta de torpezas
y de vacilaciones, pero que al final ha impuesto la razón y ha propiciado hasta la aparente unidad de los partidos constitucionalistas.
y de vacilaciones, pero que al final ha impuesto la razón y ha propiciado hasta la aparente unidad de los partidos constitucionalistas.
Lo malo es que, de cara a las elecciones autonómicas
catalanas, los partidos que han apoyado la aplicación del artículo 155 de la
Constitución, se volverán a echar los trastos a la cabeza (salvo milagros de
coaliciones sensatas) y los rupturistas, secesionistas y rebeldes, con el apoyo
de la “meona” (sí, meona, porque mingitó en plena vía Layetana, en desprecio de
los ortodoxos) y el leninista Pablo Iglesias, harán de neutrales para apoyar a
los más anti-sistema.
Ya veremos lo que pasa, porque lo acontecido hasta hoy
semeja solamente un set de un partido de tenis al mejor de cinco sets, de
manera que todo puede cambiar.
Al menos, España y los españoles y los
constitucionalistas catalanes, han recibido la gran lección de que, cuan al
estilo de la novela “Quo Vadis” se iban de Cataluña, han debido ser las
“fuerzas de la ruptura” las que hayan resucitado la respuesta que recibió pedro
en la novela: Que había que volver a Roma, en este caso a Cataluña, para la “crucifixión”.
O lo que procediera.
Una de mis hijas, que vive en L’Alt Empordá”, comarca bien
catalanista e independentista por cierto, me decía el pasado fin de semana algo
que resume lo que de verdad quiere el pueblo catalán: "Ojalá podamos seguir
trabajando y viviendo en paz"
¡Así sea y así se cumpla!, que decían los faraones del
antiguo Egipto.
"Sólo una persona inepta rinde siempre al máximo de sus posibilidades".
William Somerset Maugham (1874-1965) Escritor británico.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
POST SCRIPTUM.- ÚLTIMA HORA
Al tiempo de publicar el presente post, aparece en las redes sociales la siguiente noticia, que transcribimos de "El País":
"El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont viajó a Bruselas desde Marsella (Francia) acompañado por cinco exconsejeros de su Gobierno, ha informado Efe. Puigdemont y los exmiembros de su Ejecutivo se dirigieron en coche desde Cataluña a Marsella y, una vez en esta ciudad, tomaron un vuelo con destino a la capital de Bélgica. Los cinco exconsejeros que acompañan a Puigdemont son Meritxell Borràs, del PDeCAT (que ocupaba la cartera de Gobernación); Antoni Comín, de ERC (Salud); Joaquim Forn, del PDeCAT (Interior); Dolors Bassa, de ERC (Trabajo y Asuntos Sociales), y Meritxell Serret, de ERC (Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación). El viaje se ha conocido apenas unas horas después de que el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, haya anunciado una querella contra Puigdemont y todos los exmiembros del Govern por los delitos de rebelión, sedición y malversació.
Puigdemont y los cinco exconsejeros se han desplazado a Bruselas solo un día después de que el secretario de Estado de Asilo y Migración belga, Theo Francken (del partido nacionalista flamenco N-VA), provocase una polémica al abrir la puerta a la concesión de asilo al expresidente, oferta que fue poco después negada por el primer ministro, Charles Michel.
Lluís Llach, diputado de Junts pel Sí, considera a Puigdemont "exiliado". "El muy honorable presidente de la República exiliado es una denuncia contra "Ñ" [España] ante los estamentos europeos, internacionales y nos mantiene la dignidad del 1 de octubre", ha escrito en su perfil de Twitter
El expresidente de la Generalitat colgó esta mañana en su perfil de Instagram una fotografía en la que sugería que se encontraba en el interior del Palau de la Generalitat. Acompañando a la imagen, escribió un escueto "bon dia". Sin embargo, el aspecto del cielo de Barcelona este lunes no coincidía con el mostrado por Puigdemont. Horas después se ha sabido que el expresidente se encuentra en Bruselas.
La delegación catalana ante la Unión Europea, cuyo responsable ha asumido este lunes la destitución por parte del Ejecutivo español, ha asegurado que no tiene información ni sobre el viaje de Puigdemont y los exconsejeros ni sobre una eventual comparecencia.
El partido nacionalista flamenco N-VA ha rehusado confirmar o desmentir si se ha reunido con el expresidente de la Generalitat. Fuentes de este partido han informado a la agencia Efe de que, "por ahora", no hacen comentarios al respecto"
...
Pues bien. Sin perjuicio de que la noticia se confirme ("cuando el río suena, agua lleva") solamente añadir que esa huida denota el trilerismo rayano en lo bandolero que ha revestido la destituida administración pro-independentista catalana, y bien evidente es que tanta chulería con la proclamación de la república en Cataluña, se diluye ante la cobarde huida al extranjero, en cuanto se olfatea la más que merecida prisión.
Aunque lo mejor será que se retenga a estos fugitivos en Bélgica, para que con tanto control sobre el terrorismo, se les aplique los criterios a los sujetos de esa calaña.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Y seguimos...todos hablamos, todos hablan, todos opinamos, todos opinan...parece Asterix y Obelix...todos??? no todos no...hay un duo que no se habla, cuando deberían ser los PRIMEROS...Rajoy y Puigdemont!
ResponderEliminarCreo que nadie de nostros de la calle, seamos independentistas o no, tiene la culpa de nada, solamente se aprovechan de nostros mandandonos al frente...en manifestaciones a favor y en contra...nos encontramos y nos liamos...y mientras los que debería hablar de una PU.. vez en sus casas tan tranquilos.
Incluso en este momento que toca a Rajoy dar la cara manda a su vice al frente...y Puigdemont que debería estar aquí, defendiendo lo que ha provocado, se "escapa" y deja al pueblo en el frente...
Pensamos friamente...realmente queremos que esta gente nos gobiernan???? Personalmente digo que no...alternativas....hmmmm....(sin comentarios)...
Y si en las elecciones del 21D salen los independentistas con mayoria abrumadora...entonces qué??? A otros les valia un Oscar...¿volver a empezar?...e incluso tiene cierta similitud con la realidad actual.
No me voy a extender más, pero me parece que este temita nos va a acompañar un ratito más...y mientras, no nos damos cuenta de lo que nos están colando...nadie habla ya de corrupción, de recortes, de educación en las últimas, de sanidad en las últimas, de que ya no hay fondos de pensiones (gastados para tapar rescate de bancos...etc...)...
Pero eso sí, el Barça va que chuta, el Madrid ya ha perdido la liga, el Valencia vuelve a estar donde debe...
Somos así de sencillos, que hasta los burros nos llevan la delantera...nos conformamos con el fútbol, teniendo el día a día lleno de problemas, y nos creemos lo que nos cuentan...también es verdad, no nos queda otra, la TV y la Prensa tampoco nos informan objetivamente...
Ahora de verdad....gracias al blogero y que siga así...