“Einstein en la
eurozona
Si la eurozona organizara un concurso de ideas, sin duda que Wolfgang Schäuble y Yanis Varoufakis competirían por la medalla de oro. El primero con su propuesta de salida temporal de Grecia del euro, que ha sido el espantajo con el que Alemania ha doblegado a Tsipras. El segundo con su estrategia, nunca aplicada pero que conocemos ahora gracias a una entrevista en The New Statesman,de declarar el impago de la deuda, seguir dentro del euro y emitir una moneda paralela con la que sortear el corte de liquidez impuesto por el Banco Central Europeo.
La propuesta de Schäuble era coherente con la lógica alemana. Desde Berlín, donde una encuesta hecha pública ayer señala que el 61% de los alemanes respalda la gestión de Merkel en esta crisis (idéntico porcentaje al que dijo no en el referéndum griego), la eurozona es una unión de reglas a la que los Estados se suman voluntariamente. ¿Son injustas las reglas? ¿Son ineficaces? Pues intenta cambiarlas. Pero mientras existan y no logres cambiarlas no hay más remedio que cumplirlas, así que si no te gustan las reglas o no eres capaz de cumplirlas, te marchas.
Al otro lado, la propuesta de Varoufakis también tenía su lógica y su mérito. Si el euro está mal diseñado, la troika se ha equivocado, la deuda es impagable y la austeridad no funciona, la responsabilidad no es de Grecia, sino colectiva.
Como los tratados no solo no prevén la salida de la eurozona sino que comprometen a los Estados miembros a ayudar a los miembros en dificultades, Grecia tiene todo el derecho a seguir en la eurozona y recibir apoyo de sus socios.
Wolfgang Schäuble y Yanis Varoufakis han resultado ser los únicos dispuestos a desbordar el (fallido) marco existente. Pero al final, el Eurogrupo y Tsipras han optado por un tercer rescate, es decir, más deuda, más austeridad y más reformas. Se atribuye a Einstein la frase de que la definición de la locura es hacer dos veces la misma cosa y pretender obtener resultados distintos. Pero la cita es falsa: Einstein nunca lo dijo. Porque no hacer falta ser Einstein para saber que hacer tres veces la misma cosa y esperar que funcione es una locura.”
(Por José Ignacio Torreblanca | 15 de julio de 2015, en “Café Steiner”)
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Recuerdo la chanza que repetíamos los otrora (más de cincuenta años ha) estudiantes de Derecho Internacional Privado en la Facultad de Valencia, sobre el cúmulo interminable de autores y definiciones que contenía el Tratado sobre la materia, del ilustre Profesor Miaja de la Muela.
Al final, yo mismo escribí en la cubierta o tapa de mi libro: “Cada cual opina como quiere”.
Pues algo así está aconteciendo con el rescate de
Grecia recientemente implantado por la Unión Europea.
Unos, los “rescatadores”, con disciplina germánica (que intentan atenuar los países latinos, Francia incluida), exigen garantías “a lo bancario” y han obligado a los “rescatados”, a los griegos, y a su infumable primer ministro, a aceptar unas durísimas condiciones que se antojan de difícil cumplimiento, bajo amenaza de exclusión de la zona euro y tal vez de la Unión Euroipea.
Y como Tsipras y los suyos son más que trileros, después de “jugar de farol” convocando un referéndum en el que excitaron el orgullo de Grecia como nación, han tenido que “envainársela” (con perdón) para aceptar unas exigencias tremendas y peores, como consecuencia de la “chulada” que hicieron con ese referéndum sin sentido.
Sea como fuere, en Grecia se ha producido una enorme división, y hasta en el partido del primer ministro ha habido importantes deserciones, de manera que han tenido que ser los pro-europeístas (ahora oposición) los que hayan salvado una votación muy complicada en el Parlamento heleno.
“De aquellos polvos vienen estos lodos”, se acostumbra a decir.
Y es cierto.
Si Tsipras no hubiera jugado a trapacero convocando un referéndum “ad maiorem Tsipram gloriam" ocultándolo a los negociadores europeos con los que había estado dialogando unas horas antes, no habría “cabreado” (y con razón) a quienes habían estado aguantando sus propuestas casi siempre cínicas y repetitivas cuando no inasumibles.
Y si Europa, principalmente el “ala dura” (Alemania y países bálticos) no hubiera empeñado su exigente rigor para doblegar al griego, se podría haber obtenido una solución menos traumática.
Pero la realidad es que muchos griegos culpan a la Unión Europea de sus enormes agobios (¡y los que faltan todavía!), olvidando que desde hace muchos años la economía helénica ha venido siendo de despilfarro y de bancarrota y que ahora los “podemitas” del partido de Tsipras no han hecho sino agravar la herida con tanta incongruencia y trampa.
Sea como fuere, ya veremos si lo acordando sirve para algo (nada confío) o si en pocos meses la bomba se convierte en una cadena de explosiones.
Lo más curioso es que en esta España nuestra, cuando el gobierno ha llevado al Parlamento la cuestión griega y su rescate, para exponerla y debatirla, el imprudente e inexperto líder del hasta ahora primer partido de la oposición (que siempre se queja de que no se le toma en cuenta) se ha descolgado culpando al gobierno de colaborar en lo impuesto a Grecia, con olvido de que algo tendrá que ver la dilapidación griega, algo también la crisis que provocó el gobierno Zapatero (uno de los suyos, y su precedente) y mucho los abusos económicos y la falta de moralidad social y crematística en Europa.Además de que ellos están asociandose con los "P(j)odemos" para lograr el poder que no alcanzan por sí solos.
Que los partidos de izquierda y pseudo populistas hayan atacado al gobierno conservador de España era casi obligado (los “P(j)odemos” han estado bastante calladitos, ¿por qué será?), pero que el partido que aspira a ser relevo, aunque dudoso, se enzarce en duras diatribas por algo que probablemente ellos mismos hubieran hecho, viene a poner de manifiesto que lo importante es atacar, aunque no se sepa para qué.
Cuando esto escribo, hasta los funcionarios (que apoyaron al gobierno) se manifiestan en Atenas y hacen un a modo de huelga general. Y los ciudadanos esperan ante los cajeros bancarios a obtener unos pocos euros, si es que aún quedan.
Como para marcarse “faroles” en materia económica.
Acordémonos de los famosos “brotes verdes”…de otro zascandil que soportamos gobernando por aquí.
“Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo” Sófocles (495AC-406AC) Poeta trágico griego.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
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