Pedro Calvo Hernando, (“El País”, 03/06/2015) Me parece que ya está bien de darle vueltas a la noria de los dichosos pactos por los partidos, organizaciones, plataformas, etc. de la izquierda, desde el PSOE en adelante. Llevamos poco más de una semana desde el 24-M y la verdad es que somos muchísimos los que estamos hasta la coronilla de tanta palabrería absurda y vana, cuyo más deleznable efecto sería alimentar los sueños imposibles -vamos, creo yo- de la derecha hispana. ¿Piensan seguir así hasta ponerse al borde del descarrilamiento? ¿O es que a todos ellos les ha encantado el parón político generado en Andalucía desde nada menos que el 22 de marzo en que tuvieron lugar allí las elecciones que ganó el PSOE de Susana Díaz? Vamos a ver si son responsables y serios y se dejan de repetir bobadas y lugares comunes y de darle vueltas a unas falsas o tontas historietas, que todo el mundo se sabe ya de memoria y que nos ponen en riesgo de malograr, al menos en parte, el cumplimiento del sueño nacido hace cuatro años en la Puerta del Sol. Déjense todos, además, de
altanerías que ya casi caen en la indecencia y pónganse a trabajar seriamente en los ineludibles pactos o acuerdos para responder a la llamada de los ciudadanos españoles. Háganme el favor, hombre.
Lo del delegado del Gobierno en
Valencia es lo más espectacularmente vergonzoso de todo lo que le viene
ocurriendo al PP en el último tiempo.
Eso, por un lado.
espectacularmente
vergonzoso de todo lo que les viene ocurriendo en el último tiempo. Y lo de
Rajoy no hay por dónde cogerlo. Primero, que no pensaba cambiar
nada, y a las 24 horas proclamando todo lo contrario, en cuanto que se dio
cuenta de la que se había armado entre sus barones, organizaciones
territoriales y peperos del montón. Bien sabe Dios que a mí lo que me
encantaría es poder tocar el violín placentero por un inteligente desenlace del
post24-M. Pero ya veo que
hay muchos empeñados en amargarnos
el mes de junio a los ingenuos que creíamos que el PSOE había aprendido sus
lecciones y que los emergentes ya traían aprendido de casa el comportamiento
exigible en estos casos. Venga hombre, unos y otros dejaos de
historietas y al grano, que no estamos para perder el tiempo ni el humor.”
…
Y por el otro, una
llamada de atención también al PP de Rajoy y compañía, que no parecen saber por
dónde se andan, aturdidos quizá por el batacazo pero también por la infinita
continuación del salto de los escándalos de corrupción, ya casi inabarcable.
Aunque hay que decir que lo de Serafín Castellano, el delegado
del Gobierno en Valencia
hasta hace cuatro días, es lo más
…
Tras los resultados de las
últimas elecciones autonómicas y municipales en España, decidí esperar en mis
comentarios hasta que fueran desvelándose las estrategias de unas y otras
formaciones políticas.
Han pasado ya dos semanas y hemos
estado asistiendo a toda una liturgia de encuentros ceremoniales y ceremoniosos
entre los líderes de los distintos partidos, y a una serie de declaraciones y
manifestaciones a los medios de comunicación, en las que el “donde digo digo,
digo diego” ha sido el denominador común.
Así el PP ha quedado como aturdido,
sin mostrar capacidad de reacción, asiéndose a aquellos de la lista más votada,
y olvidando que
las elecciones las gana quien logra gobernar. Apenas si ha reaccionado.
las elecciones las gana quien logra gobernar. Apenas si ha reaccionado.
Y el PSOE, mal que le pese al
lenguaraz Pedro Sánchez, no ha salido mejor parado, no solamente por sus
raquíticos resultados, sino porque ha evidenciado un aparente izquierdismo
iconoclasta que resulta extraño en un
partido que dice y pretende ser el que gobierne y regenere España.
Los “Ciutadans” o “Ciudadanos” aun
andan buscando dónde posicionarse, porque no quieren pringarse de las
izquierdas, pero pretenden la solución químicamente pura de no tocar a los
corruptos ni en pensamientos, manteniendo una equidistancia que raya en la
tibieza.
Y P(j)odemos tal vez venga siendo la
formación más coherente con sus propios principios, ya que al menos ha sabido
secuestrar sus indudables ansias de poder para establecerse como el único
referente válido y claro de la política de izquierdas (edulcoradas) que
pretende dar un vuelco al “status” presente.
Con todo ese batiburrillo, reuniones
van y reuniones vienen, expresiones van y expresiones vienen; pero poco o nada
se ha definido hasta el presente, pese a que la fecha límite para constitución
de gobiernos autonómicos y municipales está a la vuelta de la esquina.
Ya veremos en qué acaba todo, porque
si algo hay claro, es que el PSOE necesita como el oxígeno “tocar poder”, para
paliar su “travesía del desierto” después del desastre en que lo dejaron
Zapatero y Rubalcaba, y en tanto “Susanita” Díaz (con doble embarazo, el
personal y el político) está siendo engullida por su propia soberbia e
inconsciencia al convocar unas elecciones en Andalucía que le van devorando
como lepra, al no conseguir la formación de gobierno, ni aclararse en cómo
lograrlo.
aparición de “traidores” o “topos” que han puesto en escena venganzas personales contra los dirigentes en el poder, ya que resulta más que sospechoso que solamente torno al período electoral hayan aflorado casos de corrupción en personajes señalados.
¿Acaso no da que pensar que el
delegado del gobierno en Valencia hubiera sido detenido por la policía que de
él dependía, pocas fechas después de las elecciones? No creo en las casualidades.
¿Y qué decir de las “apariciones” de
nuevos casos de corrupción en Madrid y en otros sitios?
Lo curioso es que mientras tanto los
abusos y fraudes en Andalucía siguen creciendo como los champiñones y poco o
nada repercuten en las mal llamadas “izquierdas”…
Sea como fuere, está claro que
atravesamos en nuestro país una etapa de cambios, en las mentalidades y en las
tendencias sociales y de gobierno, fruto de una muy desafortunada gestión
social (que no económica) de una mayoría conservadora muy poco acorde con el
sentir del pueblo.
Y por eso, mientras unos y otros
discuten en si se asocian o no, buscando el poder y las poltronas, “la casa
sigue sin barrer”, y los ciudadanos asistimos impávidos y sorprendidos al
despliegue de todas
las artes (y no las mejores, precisamente) de la gestión política.
las artes (y no las mejores, precisamente) de la gestión política.
Fraccionamientos, egoísmos,
venganzas, radicalismos… Todo vale, pero parece que va a aprovechar para poco.
¡Si al menos en la FIFA no hubiera aflorado también la corrupción…!
Recordando a Mariano José
de Larra: “Miquelarena, ¡qué país!; Miquelarena, ¡qué país!”
“Cuando la lucha entre facciones
es intensa, el político se interesa, no por todo el pueblo, sino por el sector
a que él pertenece. Los demás son, a su juicio, extranjeros, enemigos, incluso
piratas.”.- Thomas Macaulay (1800-1859) Historiador y
político británico.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
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