25 mayo 2015

Elecciones municipales y autonómicas en España: De los fracasados a los nuevos e inexpertos. ¿Camino a la ingobernabilidad?



“RAJOY: DESCALABRO, SÍ; CATÁSTROFE, NO

Luis María ANSON

Por mucho que se pretenda edulcorar, el descalabro del Partido Popular ha sido de consideración. Si el PP de Rajoy consigue establecer algunas alianzas, la pérdida de poder quedará discretamente paliada, pero ha quedado claro que no solo de pan vive el hombre y que los innegables éxitos económicos del presidente del Gobierno no han sido suficientes para superar el desencanto producido en su electorado por su política de lenidad frente al órdago secesionista catalán, por su incertidumbre para atender las exigencias del sector religioso que apoya al PP, por su debilidad ante las provocaciones de los
proetarras.

El descalabro de Mariano Rajoy ha sido considerable, como ocurrió en las elecciones andaluzas. Pero no se ha producido la catástrofe que auguraban las encuestas y proclamaban las nuevas agrupaciones. Peor pintan las cosas en cierta manera para el PSOE, partido imprescindible en la estabilidad de España y que debe rectificar su estrategia y recuperar la robustez perdida. Es necesario subrayar que Ciudadanos se ha convertido en la llave de la gobernabilidad para el Partido Popular y también de alguna forma para el PSOE.

Quedan seis meses para las elecciones generales. Es de esperar que en Moncloa, en Génova y en Ferraz hayan aprendido la lección y sean capaces de reaccionar para encauzar el tiempo nuevo que las elecciones autonómicas y municipales han abierto. Si no fuera así, el mapa político de España podría sufrir una profunda transformación el próximo otoño”

Luis María ANSON, de la Real Academia Español

(De “El Imparcial”)


Se veía venir.

El PP ha recibido un tremendo varapalo, porque, aunque haya sido el primero en votos, ha perdido el poder, y las elecciones son para gobernar.

Y el PSOE aún ha recibido más, porque no solamente no ha sido ni el segundo partido más votado, sino que no ha obtenido por sí ninguna cuota de poder, a no ser que mediante esos pactos con los de izquierdas a los que es tan aficionado, es decir, creando a modo de “frentes populares”, se contente con unas migajas.

¿Y quién ha ganado?

Si nos fijamos en quiénes pueden y van a obtener presumiblemente
el poder, han triunfado los que prácticamente no lo habían ostentado nunca, como partidos “pro-P(j)odemos” y partidos pro-independentistas y (como en Valencia) partidos de izquierdas con tendencias nacionalistas.

Es decir, que organizaciones políticas sin experiencia en el poder van a ser las que lleven el timón en los pactos de gobierno que se instaurarán según parece.

Cierto es que la política de pactos evidencia la madurez política de un sistema, pero mucho me temo que en esta España nuestra no ocurra así, ya que estamos acostumbrados a las antítesis de vencedores/vencidos, izquierdas/derechas, moderados/extremistas, pero no a mezcolanzas de ideologías, en las que se sepa asumir el objetivo de la gobernabilidad, que es lo que demanda el bien común.

De lo ocurrido al PP nadie puede extrañarse, y hasta parece poco, porque desde la mayoría absoluta  ha usado y abusado mediante ineptos y corruptos de la confianza ciudadana. Y ha castigado mucho la economía de los más débiles.

Y no otra cosa puede decirse del PSOE, obsesionado desde su crisis de identidad y de liderazgo con rebañar espacio al PP, sin ser capaz de crear el suyo propio y de recuperar la confianza de la ciudadanía, mostrando división de liderazgo y  una especial ineptitud para ser un partido que capte e ilusione.

¿Qué está aconteciendo?

Hay crisis de ideas y especialmente hay crisis de liderazgos, porque ni los azules ni los rojos ofrecen cabezas de cartel en quienes confiar, y ha seguido valiéndose de los de siempre, caducos, obsoletos y demasiado apoltronados; y por el contrario ha habido un amplio sector de la juventud que, sin haber experimentado la bondad del consenso en la transición, se ha abrazado al “canto de sirena” del habilísimo Iglesias, de quien no se escucha una mala palabra, pero de quien no cabe esperar una buena acción. Esa juventud ha caído en
manos de extremistas con aparente moralina.

Así que van a llegar al poder jóvenes en política tan ”viejos” como la candidata por Madrid capital que es Manuela Carmena, una muestra de todo lo que puede recorrer una ácida política/jurista de izquierdas; y otros “repetidores” como Fernández Vara, en Extremadura; o una Ada Colau, que es la expresión del iconoclastismo (permítaseme la palabreja), en Cataluña; et sic de caeteris…

¿Qué pensamos los ciudadanos de a pie?

Por una parte, aquello de que más vale el malo conocido que el bueno por conocer.

Por otra, que  “cántaro nuevo, agua fresca” (a veces).

Y algunos, como yo mismo, que en política, pase lo que pase, al final siguen estando “los mismos perros aunque con diferentes collares”

¡Ojalá me equivoque!

Porque eso no será un fracaso…

“Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender”. - Charles Dickens (1812-1870) Escritor británico.

SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

1 comentario:

  1. se veía venir este cambio, sobre todo por la "pasoteria" del presidente del P.P., que tras sus discursos derrotistas por la herencia recibida, y, triunfalista por lo que ha estado haciendo mirándose el punto central del estómago. Tiene 6 meses para cambiar si quiere mejorar J.B.

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