“La estrategia del caos
El objetivo de Putin es prevenir que Ucrania se democratice y se abra a Occidente
El objetivo de Putin es prevenir que Ucrania se democratice y se abra a Occidente
José Ignacio
Torreblanca 4 SEP 2014
Muchas discusiones sobre Ucrania
versan estos días sobre si Vladímir Putin tiene una estrategia y, en caso
afirmativo, en qué consiste. Las opiniones están divididas: unos piensan que la
confusión y el caos al que asistimos es producto del desconcierto de un Putin
que, viéndose continuamente desbordado por los acontecimientos, ha ido
improvisando una respuesta tras otra; otros sostienen, por el contrario, que
las acciones de Putin obedecen a una estrategia trazada y diseñada desde hace
tiempo.
Pero lo cierto es que las dos
versiones son compatibles. Putin tenía una estrategia; consistía en construir
una esfera de influencia en torno a Rusia. La Unión Euroasiática, que se
extendería desde Bielorrusia hasta Kazajistán, era a la vez un proyecto
económico y político. Su objetivo era lograr tanto la independencia económica
como geopolítica de Rusia respecto a Occidente. Ese proyecto naufragó en el
Maidán de Kiev, pues una parte sustantiva de la población de Ucrania se negó a
secundarlo. Ese fue y es el mayor error de Putin: no entender primero y no
aceptar todavía hoy que las aspiraciones de la ciudadanía no son ser dominados
por una élite
autoritaria y corrupta que se envuelve en la bandera para perpetuarse en el poder y enriquecerse.
autoritaria y corrupta que se envuelve en la bandera para perpetuarse en el poder y enriquecerse.
Como demostró el Maidán, a poco que
exista una mínima libertad de información y algo de pluralismo político, la
gente preferirá una sociedad abierta y democrática a una cerrada y chovinista.
De ese error de cálculo de Putin
nace su estrategia actual. Sin Ucrania es imposible seguir adelante con la
Unión Euroasiática, lo que supone algo más que un revés para su política
exterior: por un lado impide a Rusia lograr su autonomía económica y
geopolítica, es decir, independizarse de Occidente; por otro, es evidente que
una Ucrania democrática, próspera e integrada en Occidente ofrecería a la
población rusa un modelo al que aspirar, poniendo en peligro el sistema
político vertical que Putin con tanto esmero ha construido. De ahí que para
Putin esta crisis tenga un carácter existencial.
Entendida correctamente la
naturaleza de esta crisis y la percepción dominante en Moscú, las consecuencias son tan claras como preocupantes.
Porque si el destino de Putin y el de Ucrania están tan íntimamente vinculados como parece, entonces la crisis no ha hecho más que empezar. Fracasado el objetivo primigenio de Putin de incorporar a Ucrania a su esfera de influencia, su estrategia sólo tiene un desarrollo posible: prevenir que Ucrania prospere, se democratice y se abra a Occidente. Ese objetivo requiere sumergirla en el caos, mantener vivo el conflicto armado y cercenar sus posibilidades de recuperación económica. Por eso, las sanciones económicas a Rusia, aunque muy severas e inevitables, no van a lograr fácilmente su objetivo. Al revés: según se aproxime el invierno y la cuestión energética cobre importancia, la Unión Europea y Estados Unidos se verán obligados a sostener económicamente a Ucrania. Rusia no sólo está dispuesta a pagar un alto precio por Ucrania sino a imponer uno aún más elevado a los demás.”
Porque si el destino de Putin y el de Ucrania están tan íntimamente vinculados como parece, entonces la crisis no ha hecho más que empezar. Fracasado el objetivo primigenio de Putin de incorporar a Ucrania a su esfera de influencia, su estrategia sólo tiene un desarrollo posible: prevenir que Ucrania prospere, se democratice y se abra a Occidente. Ese objetivo requiere sumergirla en el caos, mantener vivo el conflicto armado y cercenar sus posibilidades de recuperación económica. Por eso, las sanciones económicas a Rusia, aunque muy severas e inevitables, no van a lograr fácilmente su objetivo. Al revés: según se aproxime el invierno y la cuestión energética cobre importancia, la Unión Europea y Estados Unidos se verán obligados a sostener económicamente a Ucrania. Rusia no sólo está dispuesta a pagar un alto precio por Ucrania sino a imponer uno aún más elevado a los demás.”
(De “El País”, 5 Septiembre 2014)
…
La verdad es que el tema de Ucrania
y sus desventuras políticas y sociales ocupa muchas líneas cada día.
Por eso los comentarios del Profesor
Torreblanca que incluyo antes vienen como anillo al dedo.
Rusia, bajo la dictatorial batuta de
Putin, no pierde ocasión para ir consolidando cada vez más su presencia, no ya
en Crimea (definitivamente anexionada ante la tibieza de la Unión Europea y
USA), sino en todo el este de la nación ucraniana que linda con Rusia, en cuya
zona las fronteras han desaparecido y Rusia y sus tropas entran y salen a
placer, alegando que eso son argucias del gobierno de Kiev, y que al interesarse por el problemas solamente
se trata de proteger a la población pro-rusa.
Es una invasión y ocupación en toda
regla, con militares rusos y armamento y material ruso, parece que ya se llega a 4.000 soldados, que mantienen constante
pugna con el mal pertrechado y malnutrido ejército de Ucrania.
Está escrito, y ojalá me equivoque,
que toda la zona este de Ucrania, especialmente las provincias u
oblasts de
Donetsk y Lugansk acabarán siendo o unas provincias rusas más, o zonas
autónomas convertidas de facto en territorio ruso.
Y no solamente eso. Me atrevo a
pronosticar que consolidada la influencia y control pro-rusos en esos oblasts,
comenzará una nueva maniobra para copar de influencia la provincia u oblast de
Kherson, creando un cinturón en torno a Odesa, aislando su puerto si es posible, no solamente para conseguir el
suministro del agua del río Dniéper a Crimea (con gravísimos problemas de abastecimiento),
sino para acercarse a Moldavia y a la zona de Transdnitria, que es otro ejemplo
de cómo Rusia crea enclaves separatistas en las ex repúblicas de la URSS.
Una vez más he de lamentar que tanto USA como la Unión Europea se quedan en las palabras y en restricciones
que se les vuelven en contra como un “boomerang”, y ni saben ni quieren ni
pueden
encontrar un antídoto eficaz frente a este paranoico de Putin, que se cree y por el momento lo es, el “zar” sin corona del imperialismo ruso.
encontrar un antídoto eficaz frente a este paranoico de Putin, que se cree y por el momento lo es, el “zar” sin corona del imperialismo ruso.
Cada día me llegan comentarios desde
la Ucrania no ocupada, en el sentido de que la población es cada vez más
pesimista en cuanto al futuro, pues el gobierno está sin dinero y no puede
hacer nada y porque las promesas de ayuda occidental no llegan, o al menos no
se sabe si se pierden en medio de la corrupción que sigue campando por todos
los ámbitos.
“Suavemente pero con energía” (Suaviter et fortiter), cual
reza el aforismo, Rusia va prosperando en su maniobras y salvo que la NATO se
decida a dar pasos mayores, pronto habrá que cambiar los mapas de Europa, por
la creación de nuevas naciones, nuevas autonomías y nuevas provincias de
Rusia.
Rusia.
Ojalá el alto el fuego que estos
días se anuncia con tantos titubeos sea al fin un remedio transitorio, para que
se evite al menos más derramamiento de sangre inútil y se pueda instrumentar un
sistema de solución del conflicto.
Aunque mucho me temo que si la solución
depende de los políticos, al final será un “apaño” tipo ex Yugoslavia, de
manera que nadie quede contento y el odio esté sembrado para varias
generaciones.
“En asuntos internacionales,
la paz es un período de trampas entre dos luchas”.- Ambrose Bierce (1842-1914) Escritor estadounidense.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Comparto el resultado final....no tanto el por qué....Ukraina tiene el enemigo en casa...la UE es un desatre...y los americanos no saben en donde está Ukraina.Por cierto es mejor tu post que el articulo del País..un fuerte abrazo y ojalá ese milenario país salga adelante como se merece su pueblo.
ResponderEliminarcomo siempre excelentes sus articulos!!!!
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