aunque de tus grandes uno,
aunque el primero en tu gracia,
aunque en tu imperio el segundo,
que esto soy, y éste es mi agravio,
éste el ofensor injusto,
éste el brazo que le ha muerto,
éste divida un verdugo.
Pero en tanto que mi cuello
esté en mis hombros robusto,
no he de permitir me agravie
del Rey abajo, ninguno. "
…
(Pablo Muñoz en “ABC”, Madrid ,03/04/2013)
La Infanta Cristina
acaba de ser citada a declarar como imputada el próximo día 27, a las diez de
la mañana, en un auto hecho público por el titular del Juzgado de Instrucción número
3 de Palma, José Castro.
La decisión del magistrado, que se venía esperando desde hace ya algunas
semanas, se produce en contra del criterio del fiscal Anticorrupción Pedro Horrach, la persona que
ha llevado todo el peso de la investigación. A la hora de redactar estas líneas
el Ministerio Público valoraba
presentar un recurso contra esta medida, ya que sostiene que en todo el
sumario no hay ni una sola prueba que implique a la Duquesa de Palma.
La imputación de Doña Cristina supone un giro copernicano en el criterio
del juez Castro, que en su día rechazó esta medida, solicitada por Manos
Limpias. En aquella ocasión sostuvo que no había indicios contra la Infanta, y
a día de hoy el fiscal sostiene que no ha aparecido tampoco ninguna, ya que ni
los correos electrónicos aportados por Diego
Torres ni ninguno de los testimonios que se han tomado han podido
implicar a la Duquesa de Palma en las actividades de su marido.
¿Qué ha cambiado entonces? Las fuentes consultadas por ABC explican que el
magistrado considera que el hecho de que Doña Cristina figurase como vocal del
Instituto Nóos incluso en los folletos que se repartían a las administraciones
facilitó las actividades ilegales de su marido y de Diego Torres, por más que no conste ninguna actuación
concreta de la Infanta. Este razonamiento, sin embargo, se podía haber hecho
igual hace ya varios meses y entonces el mismo magistrado consideró que no
había elementos para tomar una medida como esa.
El juez actúa por su cuenta
Esta es la segunda vez que el juez Castro actúa por su cuenta. La primera
fue cuando citó como imputado a Carlos
García Revenga, secretario de las Infantas sin que nadie se lo
hubiese pedido. Ahora
tampoco se ha producido esa circunstancia, ya que Manos
Limpias no había vuelto a pedir la imputación de Doña Cristina, e incluso el magistrado era consciente de que
la Fiscalía estaba en contra de esta decisión.
Hasta el momento, el juez Castro y el fiscal Horrach habían ido de la mano
en esta instrucción, en la que por primera vez en la historia se ha imputado a
miembros de la Familia Real. Sin embargo, es el segundo el auténtico cerebro de
la investigación, que ha diseñado y ejecutado al milímetro. De ahí que ahora
resulte extraño que el magistrado haya decidido romper el tándem. La actuación
de Castro, además, puede ser aprovechada por algunos para intentar sugerir que
la Fiscalía había llegado a algún tipo de acuerdo para no implicar a nadie más
de la Familia Real, un rumor que es absolutamente falso, según todas las
fuentes consultadas por ABC. “
…
Se veía venir…
Aquello del “tú
también” sigue instalándose en nuestra vida social y continua enquistándose en
la vida política española.
Del “peor es
meneallo, amigo Sancho”, que predicaba Don Quijote, se ha pasado,
aparentemente, a la “luz y taquígrafos”, de manera que todo ha de airearse,
conocerse, publicarse, criticarse, y todo lo demás que fuere posible…
Se comenzó por
la exhibición de desnudeces físicas para continuar con las “deshabillées” de
mediáticos y generalmente falsos amoríos, proseguir por las impudicias de la
gente señalada, y posarse en los usos, abusos y excesos de todo tipo de quienes
son políticos o personajes señalados en la vida nacional.
Por una parte,
aquello que proclama la Constitución Española de la presunción de inocencia, se
lo han puesto por montera (diría el castizo)
los medios de comunicación y los
políticos.
Y así nos luce
el pelo…
Unos, porque se
pringan robando las ayudas previstas para los expedientes de ayuda al
desempleo, como de sobra es notorio acontece en Andalucía.
Otros, sacando
provecho propio en la administración de los dineros de los partidos políticos,
que cada vez se presentan más opacos y sucios en la vida real.
Diferentes
ciudadanos, especulan de forma delictiva con los bienes propios y ajenos, no
pagando lo que deben y eliminando su solvencia por debajo de la puerta.
Los hay también
que evaden dinero como si expelieran sus propias ventosidades (con perdón) y se
extrañan de que se les pille, en cuyo caso, implican a quienes, al tiempo,
también pudieron pringar sus extremidades superiores del “pegamento” dinerario.
Y llégase a los
de aparente rango nobiliario, que, revestidos de la sacralidad tonta imbuida en
el pueblo llano, han hecho su agosto, su septiembre y todos los meses del año,
enfundándose dinero por doquier, mediante el medraje y la estafa.
¡Qué maloliente
porquería!
¡Qué
degradación, personal, social, mediática!
Llega ahora la
citación como imputada de la Infanta Cristina,
la hija del Rey de España que menos estulticia mostraba, y ¡cómo no! se abre la
división de opiniones, sobre si ésa es la venganza del truhán Diego Torres
contra el otro truhán, Iñaki el vasco.
Que si el fiscal
no apoyaba la imputación, que si el juez ha actuado por su propio criterio…todo
menos respetar la actuación de la Justicia.
Porque en esta
“normalidad democrática” de la que nuestra nación presume, se ha instalado una
“industria” que es raro no haya triunfado en el mundo, reportando a las
depauperadas arcas del Estado español muchas divisas: la industria del
“ventilador”, es decir, como me acusas de algo suciete, rebusco en tus intimidades
y desvelo tus porquerías. Y como expeles malolientes versiones sobre mí, te
devuelvo la jugada sacándote en las fotos de lo prohibido o de lo no
aconsejable.
Y ha llegado esa
citación de la Infanta Elena para declarar como imputada, lo que ha equivalido
a cargarse de una vez por todas su derecho constitucional a la presunción de
inocencia, y a la que ya se ve como enganchada a la bola carcelaria de su alto
y pillastrón marido, por
Por tanto, del
rey abajo ninguno, que proclamaba la clásica obra teatral de Francisco de
Rojas, y ahora se dirá que ni el rey tampoco…que aunque Corinna está de buen
ver, las “cosas de cintura para abajo” no se exhiben en público.
Así que todos al
lío, y a ver si queda algo incólume en este país en el que la banca roba y
engaña con preferentes hacia la ruina, los políticos se blindan sueldos y dietas,
los partidos absorben hasta las hierbas del dinero, y las gentes se resignan a
ver y a oír, porque lo de callar ya les viene impuesto por la extrema debilidad
de su economía, excepto esos iconoclastas impresentables que hacen las
barbaridades de los “escraches”, buscando a lo trotskista, romper por romper…
¿Alguien ha
caído en la cuenta de que Roma hay un Pontífice llamado
Francisco, que ha
prescindido del oro, de los ricos mocasines de fina piel, del apartamento
lujoso y se ha lanzado a lavar los pies a los jóvenes delincuentes?
¡Eso es lo que
hace falta! Humildad, sensatez, prudencia, control.
¿Por qué el “tú
también” no se aplica en este sentido?
Ahí sí que sería
útil el ventilador para esparcir y eliminar las mezquindades, las avaricias, las
soberbias, las dobleces, las mentiras…
“Cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza, siempre dice que
cumple con su deber”.- George Bernard Shaw (1856-1950) Escritor irlandés.
SALVADOR
DE PEDRO BUENDÍA
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