“No se
puede cambiar el curso de la historia a base de cambiar los retratos colgados
en la pared”.- Sri Pandit Jawaharlal Nehru
(1889-1964) Político indio.
“La carrera hacia al
Eliseo (VII): El desenlace
Tenemos
nuevo presidente. El socialista François Hollande acaba de vencer en las
elecciones presidenciales a Nicolás Sarkozy por un margen algo más estrecho de
lo esperado (51,9 frente a 48,1 a estas horas de la velada electoral).
No hay
sorpresas. Desde hace más de un año los sondeos otorgaban la victoria al
candidato socialista, sea quien sea. Dominique Strauss-Kahn conseguía un 60% de
las intenciones de voto en mayo de 2011. François Hollande, tras su victoria en
las primarias, alcanzó los 62% en los sondeos (octubre de 2011). Al final, y es
normal en un sistema bipolarizado, las fuerzas se han equilibrado pero
manteniendo la ventaja para una izquierda que anhelaba la victoria… tras tres
derrotas consecutivas en las presidenciales de 1995, 2002 y 2007.
¿Cuáles
son las primeras conclusiones que podemos sacar del resultado de esta noche?
Desde el
punto de vista político y electoral, el análisis de la campaña que se hará con
más detenimiento, subrayará seguramente el papel clave de las primarias
ciudadanas que los socialistas han organizado. En los estatutos del partido
presidencial saliente UMP, estaban previstas las primarias… pero no se han
celebrado. El bonapartismo de la derecha francesa le ha jugado una mala pasada.
La energía de Sarkozy en la campaña hubiera podido ser utilizada con antelación
y cambiar su propia trayectoria posterior… En 2017, ¿se someterá Hollande a las
primarias? El bonapartismo no es exclusivamente de derecha, es consustancial a
las instituciones de la Va República.
François
Hollande ha hecho una campaña a la Rajoy… prometiendo lo menos posible,
hablando mucho para decir poco. Sabe que se enfrenta a un país en crisis en una
Europa también en crisis (y veremos el lunes por la mañana la reacción de los
mercados a la nueva situación griega bastante mala para toda Europa. Nos espera
una semana de infarto).
La segunda
vuelta no puede borrar los resultados de la primera vuelta que han revelado el
país fragmentado política, cultural y socialmente que hoy por hoy es Francia.
Vamos a tener elecciones generales el 10 y 17 de junio. Según la lógica, van a
confirmar la victoria socialista sobre todo porque la extrema derecha va a
intentar derrotar en las urnas a la derecha de Sarkozy.
Toda
derrota es un trauma. La derecha francesa entra hoy en un proceso de
recomposición complicado. La clave de nuestro sistema institucional es esta
elección presidencial que hace de la cuestión personal, el problema del
liderazgo, la cuestión esencial… pasando por alto las cuestiones ideológicas.
El Partido Socialista ha sabido sutilmente después de la derrota de 2007 poner
entre paréntesis esta cuestión…
Apuesta
ganadora. ¿Será la derecha francesa capaz de hacer un ejercicio de modestia
paralelo? Francamente, lo dudo.
Hablemos
ahora del nuevo presidente y de sus retos.
En el
comentario de las primarias que publiqué en El Imparcial había concluido así:
“Parafraseando a Churchill hablando de Atétele, un taxi vacío se ha parado
delante de la sede del Partido Socialista francés. Se ha bajado de él François
Hollande…”. Tengo que corregir esta apreciación. De este taxi se ha bajado un
imitador de François Mitterrand.
A estas
horas, nos están mostrando imágenes de Hollande en su despacho mirando a la
alocución de François Mitterrand en 1981… para inspirarse para la suya de esta
noche. Durante la campaña ha imitado a Mitterrand en las posturas, el tono… y
en la estrategia. Hollande representa el ala derecha del partido y gana
haciendo una campaña a la izquierda. Otra vez, apuesta ganadora desde el punto
de vista táctico. Inmenso error estratégico. Porque ahora nos toca levantar el
país, nos toca reformarnos — ¡vaya trabajito! — y no se puede haber hecho una
campaña izquierdista sabiendo que la política que habrá que llevar será una
política razonable, austera y difícil. No ha habido pedagogía en esta campaña
por parte de Hollande.
Ahora
bien, Hollande tiene su destino en sus manos. O se convierte en la réplica del
cínico Mitterrand — y lleva la izquierda francesa a una derrota segura en 2017
con consecuencias políticas incalculables — o elige ser el Pierre Mendès-France
o el Jacques Delors de la izquierda democrática francesa. Hollande tiene el
deber de romper con la tradición izquierdista francesa por moralidad política.
Debe reinventar la izquierda… y hasta ahora el único que lo ha hecho ha sido
Gerard Schröder, y no es exactamente un modelo para la social-democracia
europea.
Esperemos
que esta fiesta democrática que son las elecciones, la dignidad de Sarkozy reconociendo
su derrota, la naturalidad de la alternancia y la fuerza de nuestras
instituciones nos ayuden a hacer de este quinquenio que empieza un quinquenio
útil para los franceses, para Francia y para Europa.”
(Benoît Pellistrandi, Historiador y profesor en París, en “ El Imparcial”, 06-05-2012)
…
FRANCIA DICE NO AL DOMINIO ALEMÁN
“Sarkozy
se dejó dominar por Angela Merkel. En los últimos años, la Alemania vencida en
la II Guerra Mundial se alzó con el control de la Europa unida. Era la venganza
de la Historia, la satisfacción del orgullo del pueblo germano. Italia, España,
Grecia, Portugal e Irlanda se tuvieron que someter expresamente a los dictados
económicos de Angela Merkel. La Francia de Sarkozy podía haber jugado un papel
clave entre la Europa del euro y el Reino Unido. No supo hacerlo. El presidente
francés tenía la inteligencia deformada por su inextinguible vanidad.
La mayoría
de los franceses estaba en contra de la prepotencia alemana y, en gran medida,
se sentía agobiada por la política de austeridad. A pesar de los recelos que el
socialismo derrochador y manirroto despierta en muchos sectores del pueblo, la
ciudadanía le ha dado una nueva oportunidad. El riesgo que la elección de
Hollande supone en el mundo económico ha despertado la alarma de los sectores
financieros más cualificados de Europa y Estados Unidos. Si Francia no se
mantiene en la austeridad, que es, por cierto, compatible con un moderado
crecimiento, se puede producir la fractura de la zona euro.
La
victoria socialista hay que analizarla con prudencia. Es posible que Hollande
haya aprendido de errores pasados y muy especialmente de los que cometió
Zapatero. Ojalá sea así. Los que le conocen bien aseguran que es un
socialdemócrata. En otro caso, Europa deberá enfrentarse a la incertidumbre y
la posible fractura. El despilfarro del dinero público, el gastar más de lo que
se ingresa, tan unido a las administraciones socialistas, no puede cruzar
ciertos límites, porque estalla la crisis. Los sectores más serios de Europa y
de Estados Unidos pondrán la lupa sobre las primeras medidas de Hollande.”
(Luis
María ANSON, de la Real
Academia Española, en “El Imparcial”, 07/05/2012)
…
François Gérard Georges Hollande (Ruan, Sena
Marítimo, 12 de agosto de 1954) es un político
francés, 24.º presidente electo de Francia el 6 de
mayo de 2012, copríncipe de Andorra y maestre de la Legión
de Honor. Es además dirigente del Partido Socialista y alcalde de Tulle (Corrèze).
Entre 1997 y 2008 desempeñó el cargo
de primer secretario del PS. Desde los años 70 hasta 2007 fue pareja de Ségolène Royal, con la que tiene 4 hijos, también
dirigente socialista y candidata a la presidencia de Francia en 2007. Compitió en
las primeras primarias ciudadanas organizadas por el Partido Socialista y el
Partido Radical de Izquierda. El 16 de
octubre de 2011
fue designado candidato para las elecciones presidenciales
de 2012 en Francia con 56,57% de los votos.
Carrera política
Auditor en
el Tribunal de Cuentas desde 1980 a 1981, François Hollande comenzó su carrera
en las elecciones legislativas de junio de 1981.
De 1981 a
1982, ocupó cargos de misión en el Palacio del Elíseo y en 1983 fue Director de
Gabinete de dos Portavoces del Gobierno: Max Gallo y
Roland Dumas.
Elegido
miembro de la 1.ª circunscripción de Corrèze en
1988, François Hollande fue nombrado Secretario de la Comisión de Hacienda,
Economía y Plan General. También fue Relator del presupuesto de defensa y el
autor de un informe sobre la fiscalidad del patrimonio y el análisis de los
costes del ejército de ocupación.
En
diciembre de 1992 fue nombrado Presidente del Consejo Consultivo de las
Personas con Discapacidad. Un año después, en abril de 1993 a junio de 1997,
fue nombrado Asesor Letrado y Presidente del Club de testigos establecido por
iniciativa de Jacques Delors, entonces presidente de la Comisión Europea. En noviembre de 1994 fue
nombrado Secretario del Consejo Nacional de Partido Socialista en las cuestiones
económicas y un año más tarde Secretario Nacional de Prensa (es decir,
Portavoz) hasta octubre de 1995.
En junio
de 1997, fue nombrado Primer Secretario delegado del Partido Socialista tras la victoria
del Partido Socialista en las elecciones legislativas. El 27 de noviembre de
1997, fue elegido Primer Secretario del Partido Socialista.
François Hollande es Vicepresidente de la Internacional Socialista desde noviembre
de 1999. Fue diputado al Parlamento Europeo de junio a diciembre de 1999 y
diputado por Corrèze
en junio de 2002.
El 6 de
mayo del 2012 fue electo como presidente de Francia frente a Nicolás
Sarkozy, quien reconoció esa misma noche su derrota frente al candidato
socialista.
(De
Wikipedia)
…
En la
actualidad la situación económica española es tan sensible que cualquier cambio
en las naciones limítrofes y en especial en las que predominan en la Unión
Europea, ofrece aspectos importantes a considerar.
Así, la
victoria de Hollande en las todavía “frescas” elecciones presidenciales
francesas, suscita una serie de opiniones y comentarios en nuestra nación, que
han de dar pie a que uno, tan habituado a escribir en este blog lo que piensa,
no pueda sustraerse al comentario.
Antes de
los comicios en nuestro vecino país, unos –los socialistas—suspiraban por el
triunfo de Hollande, como si en ello les fuera el prestigio y la solución de
sus problemas, cuando realmente lo único que podía significarles era que
podrían alegar (por decir que no quede) que Europa giraba hacia la izquierda.
Otros, los oponentes, actualmente en el gobierno de España, aducían que tal vez
no fuera malo que Hollande ganara, para así desasir nuestra economía del
cinturón “de castidad” (más bien de austera renuncia y recesión—que Merkel
había impuesto a nuestro país.
Como de
costumbre, los políticos cuentan según les conviene y opinan según les place,
pero la realidad es que el “pequeño napoleón” francés ha sucumbido, antes que
nada, ante el mal momento económico, después por su aparentemente excesiva
sumisión a la “führerin” alemana, y, en fin, a su propio autoritarismo, pues ha
llegado a creerse que igual que pudo conquistar a su hoy bella actual esposa,
podría perpetuarse en el poder.
Pero
Francia es Francia, la France cesta
toujours la France, y con el corazón siempre virado hacia la izquierda, el
bolsillo suele situarlo a la derecha, por lo que tantos y tantos recortes, tanta
austeridad, aún siendo necesaria, no ha gustado nada a los galos.
Además,
como suele acontecer en tiempos de crisis, el fenómeno de la ultraderecha ha
emergido, con cierta moderación, lo que ha sido una fuga de votos y apoyos. Y,
en fin, el exceso de ambición y la falta de mesura han sepultado a quien se
llegó a considerar co-lider de Europa.
Como el
proceso ha sido democrático, bien está, y vamos a esperar lo que acontece con
este nuevo presidente francés, que aun depende de las próximas elecciones
legislativas, que confirmarán si continúa el actual gobierno de derechas o se
acaba la cohabitación.
¿Y qué
implica para España el cambio en Francia?
No acabo
de creerme ni que ello implique pérdida de “amistad” con el país vecino, ni
mejoría en la situación económica en Europa, porque en el actual contexto
político, con los terroristas vascos en aparente debilitamiento, la seguridad
nacional no parece en peligro. Y en cuanto a la economía, buenos son los
socialistas (y más los franceses) para no cogerse a la “teta” alemana si les
interesa.
El
problema lo tenemos aquí y entre nosotros, porque con una brutal cifra de
desempleo las ilusiones se mudan a frustraciones y las esperanzas se convierten
en disgustos.
Poco
tiempo lleva el actual gobierno español ejerciendo como tal, aunque desde luego
se ha afanado en “reformar”, según dice, para mejorar. Pero como su política de
comunicación e información no es precisamente brillante, los pillastrones de la
oposición se han apresurado a decir que el partido en el gobierno y su propio
presidente han engañado a la nación, porque prometieron cosas que no han
cumplido.
Habría que
recordar la mención evangélica de que quien esté libre de falta lance la
primera piedra, porque sorprende la desvergüenza con que unos y otros se acusan
cuando los unos y los otros se han desdicho un montón de veces.
Lo
importante no es si unos u otros han engañado, que algo de eso sí que hay, sino
que se halle solución a este trance amargo del desempleo y de la atonía
económica, para que al menos se vislumbre a lo lejos una aurora de bienestar en
este interminable noche oscura de la crisis.
“El cambio
es ley de vida. Cualquiera que sólo mire al pasado o al presente, se perderá el
futuro”.- John Fitzgerald Kennedy
(1917-1963) Político estadounidense.
SALVADOR
DE PEDRO BUENDÍA
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