29 diciembre 2009

¡Feliz Año Nuevo!

“ Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos”.- Marco Tulio Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.

Año Nuevo es la fiesta que celebra el inicio de un nuevo año
La fecha en que se realiza esta celebración depende del tipo de calendario utilizado, siendo la más común la del 1 de enero, fecha según el calendario gregoriano, que fue instaurado por el papa Gregorio XIII en 1582 y se utiliza en la mayoría de los países del mundo.
(Foto: Año Nuevo en Bratislava)

Año Nuevo occidental
En los países regidos por el calendario gregoriano, la celebración de Año Nuevo se festeja el 1 de enero, fecha que es considerada festiva en la mayoría de éstos.
Tradicionalmente, el calendario romano comenzaba el primer día del mes de marzo. Sin embargo, era en el mes de enero (el undécimo mes) cuando los cónsules de la Antigua Roma asumían el gobierno. Julio César, en el año 47 a. C., modificó el sistema, creando el calendario juliano, que con algunas modificaciones realizadas en tiempos del cónsul Marco Antonio en 44 a. C., el emperador Augusto César en 8 a. C. y finalmente por el papa Gregorio XIII en 1582, se utiliza hasta hoy. En éste el año comienza el día 1 de enero. Posteriormente, el calendario gregoriano mantuvo la costumbre y la celebración se caracterizó con un significado religioso durante la Edad Media y los siglos posteriores.
Con la expansión de la cultura occidental al resto del mundo durante el siglo XX, el 1 de enero se convirtió en una fecha de carácter universal, incluso en países con sus propias celebraciones de Año Nuevo (por ejemplo, China).
En la actualidad, la celebración de Año Nuevo es una de las principales celebraciones en el mundo. Grandes eventos se realizan en las principales ciudades del mundo durante la Nochevieja (víspera del Año Nuevo correspondiente al 31 de diciembre), siendo acompañadas con los más grandes eventos de pirotecnia. Algunos de los eventos más grandes del mundo se centran en Sídney, Valparaíso, Hong Kong, Londres, Nueva York y Río de Janeiro .
(Foto: Año Nuevo en Chinatow, Londres))

Mientras en Sídney se lanzan a medianoche más de 80.000 fuegos de artificio ante más de un millón y medio de asistentes, siendo la fiesta más vista en televisión a nivel mundial el último año, en Valparaíso reciben a más de dos millones de visitantes para presenciar la pirotecnia más extensa en escenario natural a lo largo de 21 kilómetros de fuegos de artificio sobre toda la bahía, desde el Puerto Comercial de Valparaíso hasta la ciudad de Concón durante 25 minutos. En Nueva York la celebración se concentra en torno a una gran bola de cristal que desciende sobre una multitud en Times Square, siendo además la fiesta con mayor número de asistentes en último año: más de tres millones de personas. Además, gran parte de las discotecas realizan fiestas para celebrar la llegada del nuevo año.
(Foto: Año Nuevo en Sydney)
En la cultura de Hispanoamérica existe una gran variedad de tradiciones y supersticiones para estas fechas, como forma de augurios para el año entrante. El descorchar una botella de champán a las 0:00 del 1 de enero aún se mantiene como todo un símbolo de celebración del Año Nuevo.
La fiesta de Año Nuevo está íntimamente relacionada con la celebración de Nochebuena, Navidad y Hannukah. Debido a la cercanía entre todas estas fiestas es que en gran parte del mundo se considera a la última semana del año como inicio del período de vacaciones, ya sea de invierno (en el Hemisferio Norte) o de verano (en el Hemisferio Sur).
Según la tradición judeo-cristiana, el 1 de enero coincide con la circuncisión de Cristo (al octavo día de su nacimiento), cuando recibe el nombre de Jesús (según el Evangelio de Lucas 2.21).
El Año Nuevo Chino (Nónglì Xīnnián) está basado en el calendario lunar utilizado tradicionalmente en China. Según el calendario chino, la celebración de un nuevo año cae en general, a la segunda luna nueva después del solsticio de invierno boreal (21 de diciembre). Debido a su carácter lunar, el Año Nuevo Chino no puede ser convertido a una fecha exacta del calendario gregoriano y en realidad, puede ocurrir entre el 21 de enero o el 21 de febrero.
(Foto: Año Nuevo en Taipei)

Otros Años Nuevos
Algunos miembros de la Iglesia ortodoxa, como mantienen el calendario juliano celebran el Año Nuevo el 14 de enero.
Tết, celebración del Año Nuevo Vietnamita, celebrado junto al Año Nuevo Chino.
El Año nuevo musulmán se celebra el 1 de muharram, aproximadamente fines de enero e inicios de febrero.
Losar, celebración del Año Nuevo tibetano, celebrado entre enero y marzo.
Nouruz, celebración del Año Nuevo Iraní, celebrado para el equinoccio primaveral (21 de marzo, aprox.).
Naw-Rúz, celebración de la Fe bahá'í, celebrado en el equinoccio primaveral (21 de marzo).
Ugadi, celebración del Año Nuevo Telugu, entre marzo y abril.
En Tailandia, Camboya, Birmania y Bengala, se celebra entre el 13 y 15 de abril.
We Tripantu, celebración del Año Nuevo Mapuche, el 24 de junio.
Cápac Raymi, celebración del Año Nuevo Inca, el 22 de diciembre.
El Año Nuevo Aymara, es celebrado cada 21 de junio como la época del solsticio con la llegada del invierno.
Rosh Hashanah, celebración del Año Nuevo Judío, celebrado generalmente en septiembre.
Enkutatash, celebración del Año Nuevo Etíope, el 11 de septiembre.
1 de Vendimiario, celebración de Año Nuevo de acuerdo al calendario republicano francés, equivalente al 22 de septiembre.
Samhain, celebración de Año Nuevo del Neopaganismo Celta, cerca del 1 de noviembre.
El Año Nuevo Hindú es celebrado dos días antes del festival de Diwali, a mediados de noviembre.
Entre los aborígenes guanches de Tenerife (Canarias, España), se celebraba con la recogida de las cosechas (aproximadamente el 15 de agosto), era llamado Beñesmer.
(De Wikipedia)

Un año más que termina.
Ni mucho mejor ni mucho peor que otros .
Cierto es que la crisis galopa sobre y entre nosotros. Cierto es también que el mundo, las naciones, siguen sin lograr la paz. Cierto asimismo que el hambre y la miseria en el mundo no remiten.
Pero, ¿será mejor el Año 2010, que está a punto de comenzar?
Todos nos revestimos de esperanza, como si el Año Nuevo fuera un sujeto activo y con vida, que puede depararnos sorpresas por su única y exclusiva voluntad, y preferimos pensar de esta manera, porque en nuestra cortedad de miras (enfundada en el egoísmo) no reparamos que somos todos y cada uno de nosotros quienes vamos a ser los protagonistas, los actores, los factores, los ejecutores, de los hechos que acaecerán en el nuevo 2010, de manera que de nosotros mismos dependerá que nuestra vida sea mejor, que la de los demás prospere, que en la familia aumente el amor, que en el trabajo se incremente la amistad, que en la sociedad se implemente más la justicia, en fin, que todo vaya evolucionando para mejor.
Se trata, ésta, de una pequeña reflexión que brindo a los lectores, a quienes, sin duda, seguiré escribiendo lo que salga de mis humildes pensamientos, pero a quienes deseo, por encima de todo, que hallen la prosperidad material, el bienestar espiritual y especialmente la paz de la vida en común que la humanidad merece.
¡FELIZ AÑO 2010!
“Por muy lentamente que os parezca que pasan las horas, os parecerán cortas si pensáis que nunca más han de volver a pasar”
Aldous Huxley (1894-1963) Novelista, ensayista y poeta inglés.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

22 diciembre 2009

A TAMARA

“Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor”.- Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio.
Vivía en el frío y daba calor.
Lucía en el cielo como estrella y sol.
Se fundió cual nieve, en blanco candor.

Vino de allá lejos y aquí se quedó.
Se ha hecho de nosotros con gran corazón,
brindándonos vida, por su luz y amor.

Hemos de cantarle a pleno pulmón.
Se llama Tamara, nombre de dulzor.
Y hoy cumple sus años en bello esplendor.

Permite estas lineas,
que ni versos son,
de quien te venera en su corazón.
“La belleza de la mujer se halla iluminada por una luz que nos lleva y convida a contemplar el alma que tal cuerpo habita, y si aquélla es tan bella como ésta, es imposible no amarla”.- Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego.
A TAMARA ANDRIYENKO, el 22/12/2009

SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

16 diciembre 2009

Tiempo de Navidad

“Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año” Charles Dickens (1812-1870) Escritor británico.
...
La navidad (latín: nativitas, 'nacimiento' ) es una de las fiestas más importantes del Cristianismo, junto con la Pascua y Pentecostés, que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén. Esta fiesta se celebra el 25 de diciembre por la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana, algunas otras Iglesias protestantes y la Iglesia Ortodoxa Rumana; y el 7 de enero en otras Iglesias Ortodoxas, ya que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano, para pasar a nuestro calendario actual, llamado gregoriano, del nombre de su reformador, el Sumo Pontífice Gregorio XIII.
Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche de bendición’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.
Aunque para algunos historiadores la celebración de la Navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), y para otros, siguiendo el relato de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas, es poco probable que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno (hemisferio norte). La Iglesia cristiana mantiene el 25 de diciembre como fecha convencional, puesto que en la primavera u otoño la Iglesia celebra la Pascua.

Según la Enciclopedia Católica, la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. La evidencia más temprana de la preocupación por la fecha de la Navidad se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios “muy curiosos” asignan no sólo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 pashons copto (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto. Desde 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea I en 325, la Iglesia Alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae.
El papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado el 25 de diciembre, lo cual fue decretado por el papa Liberio en 354. La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, el 15 de febrero, que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo V.
En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre,[1] aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes.
En el Imperio Romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha.
Algunos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo cuarto como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino I el Grande se convirtió al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos. La lectura atenta de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta 379, bajo San Gregorio Nacianceno. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino.
Los primeros cristianos celebraban principalmente la Epifanía, cuando los Reyes Magos visitaron al Niño Jesús. (Esto todavía se celebra en Argentina, Armenia, España, Perú, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, México, Colombia, Uruguay, Venezuela y Chile). Para las Iglesias Orientales la Epifanía es más importante que la Natividad, ya que es ese día cuando se da a conocer al mundo, en la persona de los extranjeros.
Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad se conoce como Yule (o jul).
Durante la Reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibida por algunas iglesias protestantes, llamándola "Trampas de los papistas" y hasta "Garras de la bestia", debido a su relación con el catolicismo y el paganismo antiguo. Después de la victoria parlamentaria contra el Rey Carlos I durante la Guerra civil inglesa en 1647, los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad. El pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury, donde decoraban las puertas con eslóganes que hablaban de la santidad de la fiesta. La Restauración de 1660 puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero reformista, no conformes, rechazaban las Celebraciones Navideñas, utilizando argumentos puritanos.
En la América colonial, los Puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal en Boston de 1659 a 1681. Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desagrado de los Estados Unidos después de la Revolución Americana, cuando se estimó que era una costumbre inglesa.
En la década de 1820, las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y algunos escritores británicos comenzaron a preocuparse, pues la Navidad estaba en vías de desaparición. Dado que imaginaban la Navidad como un tiempo de celebración sincero, hicieron esfuerzos para revivir la fiesta. El libro de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar.
La Navidad fue declarada día feriado federal de los Estados Unidos en 1870, en ley firmada por el Presidente Ulysses S. Grant, pero aún es una fiesta muy discutida por los distintos líderes puritanos de la nación.
En la actualidad, "Los Testigos de Jehová" no celebran la Navidad por considerarla una festividad pagana, además rechazan que sea el 25 de diciembre la verdadera fecha del nacimiento de Cristo Jesús porque en 'el calendario judío, el mes que cae entre noviembre y diciembre es el mes llamado kislev', que "es frío y lluvioso. Luego viene tebet, entre diciembre y enero, que es el mes con las temperaturas más bajas del año e incluso algunas nevadas en las zonas altas". Haciendo referencia al Evangelio de Lucas 2:8-12 dicen que cuando nació Jesús, había pastores en los campos pasando la noche al aire libre con sus rebaños, algo que no sería posible si fuese invierno.

Algunos expertos han intentado calcular la fecha del nacimiento de Jesús tomando la Biblia como fuente, pues en Lucas 1:5-14 se afirma que en el momento de la concepción de Juan el Bautista, Zacarías su padre, sacerdote del grupo de Abdías, oficiaba en el Templo de Jerusalén y, según Lucas 1:24-36 Jesús nació aproximadamente seis meses después de Juan. 1Cronicas 24:7-19 indica que había 24 grupos de sacerdotes que servían por turnos en el templo y al grupo de Abdías le correspondía el octavo turno.
Contando los turnos desde el comienzo del año, al grupo de Abdías le correspondió servir a comienzos de junio (del 8 al 14 del tercer mes del calendario lunar hebreo). Siguiendo esta hipótesis, si los embarazos de Isabel y María fueron normales, Juan nació en marzo y Jesús en septiembre. Esta fecha sería compatible con la indicación de la Biblia (Lucas 2:8), según la cual la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, lo cual difícilmente podría haber ocurrido en diciembre. Cualquier cálculo sobre el nacimiento de Jesús debe estar ajustado a esta fuente primaria, por lo que la fecha correcta debe estar entre septiembre y octubre, principios de Otoño. Además, debe tomarse en cuenta el censo ordenado por César al tiempo del nacimiento del Hijo de Dios, lo cual obviamente no pudo haber sido en diciembre, época de intenso frío en Jerusalén, la razón es que el pueblo judío era proclive a la rebelión y hubiera sido imprudente ordenar un censo en esa época del año.
Como los turnos eran semanales, tal y como lo confirman los rollos del Mar Muerto, descubiertos en Qumrán, cada grupo servía dos veces al año y nuevamente le correspondía al grupo de Abdías el turno a finales de septiembre (del 24 al 30 del octavo mes judío).[2] Si se toma esta segunda fecha como punto de partida, Juan habría nacido a finales de junio y Jesús a finales de diciembre. Así, algunos de los primeros escritores cristianos (Juan Crisóstomo, 347-407) enseñaron que Zacarías recibió el mensaje acerca del nacimiento de Juan en el día del Perdón, el cual llegaba en septiembre u octubre. Por otra parte, según los historiadores, cuando el Templo fue destruido en el año 70, el grupo sacerdotal de Joyarib estaba sirviendo. Si el servicio sacerdotal no fue interrumpido desde el tiempo de Zacarías hasta la destrucción del templo, este cálculo tiene al turno de Abdías en la primera semana de octubre, por lo que algunos creen que el 6 de enero puede ser el día correcto.
En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirmo que "Nuestro Señor fue concebido el 8 de las calendas de abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la Pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día en que murió". Si fue concebido el 25 de marzo, la celebración de su nacimiento se fijaría nueve meses después, es decir, el 25 de diciembre.[3]
Para el catolicismo la Navidad no solo es un día de fiesta, sino una temporada de fiestas, y de la misma forma que la Pascua, contiene un tiempo de preparación, llamado Adviento, que inicia cuatro domingos antes del 25 de diciembre.
Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior (Nochebuena) aunque sea domingo, se reza la famosa Misa de Gallo o Misa de Medianoche; en algunos lugares hay incluso una Misa de la Aurora que se celebra precisamente al amanecer del 25 de Diciembre. Y la Misa de Mediodía, en la que es costumbre que antes o después de ella, el Papa dé un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo, este mensaje es conocido como Urbi et Orbi (en latín: a la Ciudad de Roma y al Mundo).
Posterior a la celebración del 25 de diciembre de Navidad, tienen lugar las fiestas de san Esteban, protomártir (26 de dic.), san Juan Evangelista (27 de dic.), los Santos Inocentes (28 de dic.), la Sagrada Familia (domingo siguiente a la Navidad o 29 de dic. si Navidad cae en domingo), María Madre de Dios (1 de enero), la Epifanía que se celebra el 6 de enero aunque en algunas diócesis se traslade al Segundo Domingo después de Navidad, y el Bautismo de Nuestro Señor (Domingo siguiente a Epifanía), con el que termina el tiempo litúrgico de la Navidad.
Las Iglesias Orientales por no aceptar el calendario propuesto por el papa Gregorio XIII, aun usan el calendario juliano y por lo tanto la Navidad la celebran el 25 de diciembre pero que, según el calendario gregoriano, es 7 de enero. Aunque la Iglesia Armenia la celebra el 6 de enero, junto con la Epifanía.
Se exceptúan las Iglesias de Alejandría, Rumania, Bulgaria, Albania, Finlandia, Grecia y Chipre; que sí festejan Navidad el día 25 de diciembre.
Cabe señalar que en Belén, ciudad de nacimiento de Jesucristo, la Navidad se celebra dos veces. Pues la Basílica de la Natividad es administrada por la Iglesia Católica que celebra Navidad el 25 de diciembre; y la Iglesia Ortodoxa de Jerusalén que la celebra el 6 de enero.
En esa iglesia hay una caverna subterránea con un altar sobre el lugar en el que según la tradición nació Jesús. El punto exacto está marcado por un agujero en medio de una estrella de plata de 14 puntas rodeada por lámparas de plata.
Aunque hasta el siglo XIX algunas Iglesias protestantes dejaron de celebrar Navidad, para desligarse del Catolicismo,[4] la mayoría, comenzando por Lutero, continuaron celebrándola el 25 de diciembre. En Estados Unidos compartieron la Navidad católicos y protestantes desde 1607, año en que se celebró por primera vez esa fiesta en Norteamérica.[5]
La Navidad es celebrada por la mayoría de los cristianos, aunque algunos consideran que, al no indicar en la Biblia la fecha del nacimiento de Jesucristo ni ordenar celebrarla, no hay razón para celebrar o crear una fiesta por ese motivo. Así tambien muchos protestantes creen que la Navidad no debe ser motivo de disputas por no seguir las viejas tradiciones de la [Iglesia Catolica] o por saber la fecha exacta del nacimiento de Jesus. La Navidad debe ser una fiesta únicamente para recordar el nacimiento de Cristo, dato que sí se menciona en la Biblia, y por lo cual merece la pena recordarlo y celebrarlo.
La Navidad es la fiesta cristiana más popularizada, pese a que la Iglesia considera que es más importante la Pascua. Y por tal motivo es la que contiene más tradiciones:
La Cena de Navidad, consiste en un banquete a medianoche, en honor del nacimiento de Cristo que tuvo lugar a esa hora; de manera parecida al banquete judío del Pésaj. Tradicionalmente se come pavo, bacalao, cerdo, cordero y otros platos, dependiendo del lugar en que se celebre o las tradiciones de la familia.
Los Belenes, Pesebres o Nacimiento navideño consisten en la representación del nacimiento de Jesús, mediante una maqueta de Belén y sus alrededores, en la que las figuras principales son el establo en donde nació Jesús, la Sagrada Familia, los animales y los pastores, también los 3 reyes magos y una estrella con una estela que también suele colocarse en lo alto del árbol de Navidad. Según la tradición san Francisco de Asís fue su inventor. En Argentina, México, Colombia, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Paraguay, Venezuela, Perú y Chile, la figura del Niño no se coloca hasta la llegada de la Navidad, fecha en que se celebra su nacimiento, y luego de ser «arrullado» es colocado entre José y María.
La Corona de Adviento, corona hecha a base de ramas de ciprés o pino atada con un listón rojo en la cual se colocan cuatro velas por lo general de color rojo las cuales marcan los cuatro domingos de adviento anteriores al día de Navidad, las familias se reúnen a su alrededor cada domingo, se enciende una vela y se recitan oraciones y villancicos como preparación al Nacimiento de Jesús. Esta tradición es más recurrente en la Iglesia Católica ya que la corona debe ser bendecida en la Iglesia.
Los Villancicos canciones o cantos alusivos al nacimiento de Cristo o a la Sagrada Familia. Algunos como Noche de Paz tienen versiones en varios idiomas o ritmos, con el mismo o distinto nombre.
Las villas Navideñas representaciones de pueblos en época de nieve.
Las Posadas son una serie de fiestas populares, que recuerdan el trayecto de san José y la Virgen María para llegar a Belén. Estas celebraciones tienen lugar del 16 al 24 de diciembre en México y sus países vecinos.
Novena de Aguinaldos costumbre católica, donde las familias o grupos de personas se reúnen a rezar un novenario, del 16 al 24 de diciembre, consumir platos típicas de Navidad, como buñuelos o la natilla y cantar villancicos, además de divertirse, y hacer juegos motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Fue escrita por Fray Fernando de Jesús Larrea en el siglo XVIII.
Las Piñatas consiste en una olla de barro adornada con picos y papel picado o figuras de cartón adornadas con papel picado de colores, ambas rellenas de dulces, fruta y en ocasiones juguetes y confetti, que se rompen en cada uno de los días de las Posadas.
Las Chocolatadas son celebraciones para niños durante las semanas previas al 24 de diciembre en el Perú. Consiste en espectáculos infantiles con payasos, bailes, y entrega de regalos para todos. Se le denomina así pues es infaltable el chocolate caliente y el paneton, o pan de dulce con frutas confitadas.
(De Wikipedia)

Pues sí, queridos lectores, queridos amigos, el tiempo de Navidad está llegando, y aunque no quiero caer en los manidos tópicos que se utilizan en estas fechas, sí me siento obligado a desear a todos la Paz, la Alegría, la unión familiar y el calor entrañanable del amor y de la amistad, recordando especialmente a aquellos que no pueden, o no quieren, o no saben, celebrar estos días tan especiales.
Ahora no tocan ni críticas, ni ironías, ni vituperios, ahora procede que todos nos “amemos los unos a los otros” por encima de cualesquiera terrenas ambiciones, siquiera sea como un ensayo, como un intento (que ojalá algún día se haga realidad) de la Paz Universal.
Y ofrezco a todos (esposa, hijos, nietos, madre, familiares, amigos, no tan amigos y cualesquiera que me lean) esta “Canción para la Navidad” del canta-autor español
, José Luis Perales:

"Navidad, es Navidad
toda la tierra se alegra
y se entristece la mar.
Marinero, ¿adónde vas?
deja tus redes y reza
mira la Estrella pasar.
Marinero, marinero,
haz en tu barca un altar.
Marinero, marinero,
porque llegó Navidad. (bis)

Noches blancas de hospital,
dejad el llanto esta noche,
que el Niño está por llegar;
caminante sin hogar,
ven a mi casa esta noche,
que mañana Dios dirá.
Caminante, caminante,
deja tu alforja llenar.
Caminante, caminante,
porque llegó Navidad. (bis)
Ven soldado,
vuelve ya,
para curar tus heridas,
para prestarte la paz.

Navidad, es Navidad
toda la tierra se alegra
y se entristece la mar.

Tú que escuchas mi mensaje,
haz en tu casa un altar,
deja el odio, ven conmigo,
porque llegó Navidad.
Navidad,
es Navidad,
toda la tierra se alegra
y se entristece la mar.
Marinero, ¿adónde vas?
deja tus redes y reza
mira la Estrella pasar.

Marinero, marinero,
haz en tu barca un altar.
Marinero, marinero,
porque llegó Navidad. (bis) "

Con todo el afecto de SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

11 diciembre 2009

El Premio Nobel de la Paz y Obama: ¿" Si vis pacem, para bellum"?

“Si vis pacem, para bellum” es una máxima latina que significa "Si quieres la paz, prepara la guerra". Aunque a veces se atribuye erróneamente a Julio César, en realidad deriva de un pasaje del escritor romano de temas militares Vegecio que dice "Igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum" (libro III, prefacio). El dicho es uno de los muchos basados en su obra Epitoma rei militaris, posiblemente escrita alrededor del año 390 d. C.” (De Wikipedia)
...
“Reconozcamos que el Premio Nobel se ha ido desprestigiando en los últimos años: han prevalecido lo políticamente correcto desde un determinado punto de vista y los compromisos tan buenistas como políticos hasta el punto de que, a la hora de que lo reciba Barack Obama, a la mayoría de los mortales le resulta difícil hacer la lista de los recientes premiados. Algunos se rememoran casi dudando de que efectivamente hayan recibido el Nobel, otros quedan reducidos a los intereses coyunturales del momento en que fueron elegidos. Quizá, ciertamente, no haya tantos que se merezcan un galardón tan señero. El presidente de Estados Unidos le ha dado un espaldarazo al Nobel en todo el mundo tanto por su personalidad como por el debate acerca de si, tras menos de un año en la Casa Blanca (es decir, tras hacer planes y no recoger frutos por el momento) lo merecía o no. En Estados Unidos recelan, en otros lugares se quejan o hacen bromas acerca de premiar las intenciones o las perspectivas, en algunos se oponen radicalmente, como Castro, que lo considera una vergüenza después de haber "paseado" las tropas por medio mundo, aunque sea el tercero. Otros, naturalmente, se felicitan, y Obama, al aceptarlo, parece que se disculpa por los méritos mayores de otros. Nada mejor para colocar un premio en decadencia en el primer lugar de interés de la opinión pública internacional.” (German Yanke, en “La estrella digital”, 111/12/09)
(Viñeta de Ricardo, en "El Mundo", 11/12/09)
...
Mucho se ha escrito, y pienso que todavía queda bastante más por escribir, sobre la concesión al Presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, del Premio Nobel de la Paz.
En el día de ayer, con motivo de su discurso en la ceremonia de entrega del citado Nobel, Obama pronunció un interesante discurso, en el que vino en cierto modo a “excusarse” por el premio, ya que –según él y según el general sentir— hay personas mucho más cualificadas para obtenerlo. Y, lo que es más interesante, recordó la antigua (que no vieja) doctrina del “Si vis pacem, para bellum” (Si quieres la paz, prepara la guerra), que desde los romanos hasta la Escolástica han preconizado en lo referente a la defensa de las naciones.
No me parece mal, ni mucho menos, que Obama recurra a ese inveterado principio de prepararse para la guerra a fin de conseguir la paz, pero sí me sorprende, de una parte, que sus alardeadas promesas al acceder a la presidencia de los EE.UU., vayan siendo difuminadas por la realidad cotidiana, que impone otras decisiones más pragmáticas. (Recuérdese, por ejemplo, la promesa de desmantelar la cárcel de Guantánamo, en la que se han venido cometiendo tropelías constantes contra los derechos humanos, y téngase en cuenta que esa prisión “anti-talibán?" sigue funcionando)
Y lo que me sorprende aún más es que toda esa “progresía” (¿?) que en España bramó contra la intervención militar de España en Irak, en tiempos de la presidencia de Aznar, ahora permanezca silente y dócil frente a la guerra en escalada que viene desarrollándose en Afganistán, e inclusive, ni se haga la menor mención a la tesis de Obama sobre “preparar la guerra”.
Tal vez ello se deba a que Obama fue más deseado por los socialistas españoles y su líder, que Fernando VII después de la Guerra de la Independencia, en aquellos inicios del siglo XIX.
Como la infumable Leire Pajín (que más que vice-secretaria de los socialistas es "vice-acólita" del poder – solamente toca la campana si se lo mandan--) proclamó a los cuatro vientos que cuando se produjera la “conjunción galáctica” de Obama como Presidente USA y Zapatero como Presidente EU, el cosmos alcanzaría la plenitud de esplendor (o alguna memez de este calibre), ahora los del partido en el mini-poder (solamente pueden sacar adelante sus leyes con apoyos tan espúreos como el de Esquerra Republicana de Cataluña, por ejemplo), los del partido en el poder, repito, vuelven la cara hacia otra parte y olvidan, porque les conviene, que fueron los adalides de un pacifismo que ellos mismos malinterpretaron, desterraron y violaron en cuanto alcanzaron la poltrona.
Tampoco me parece mal del todo la posición de Obama; antes al contrario, la encuentro bastante razonable –con matices— pero me lamento una vez más de la doblez de quienes pretenden dirigir los destinos de nuestra nación, que se pliegan con papanatismo, víctimas de sus anteriores palabras, ante la posición bélica estadounidense, que más que buscar solución a los problemas mundiales parece querer la solución de los problemas propios.
¿Qué hacer con la necesidad de paz entre palestinos e israelíes? ¿Y con los conflictos en Sudamérica? ¿Y los problemas en Honduras? ¿Y la inseguridad en las costas de Somalia? ¿Y el atropello de los derechos humanos en tantos y tantos países africanos?
¡Ay, Zapatero, Zapatero! ¡Ay, Pepiño Blanco, ahora tan silente! ¡Ay, Leire Pajín, siempre tan lenguaraz y ahora tan modosita!
¿No será que para obtener en España la paz social, el progreso social, habríamos de preparar la lucha contra toda esa doblez, manipulación e ineptitud que es el inaguantable perfume ambiental en el que nos vienen obligando a vivir aquéllos pacifistas de pacotilla?
O mejor todavía: Enviemos a Moratinos ("desatinos") en misión de guerra, porque seguro que llega la paz...
“Todos quieren la paz, y para asegurarla, fabrican más armas que nunca” Antonio Mingote (1919-?) Dibujante y humorista español.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

10 diciembre 2009

Éramos pocos...y parió la abuela...

“ El fármaco más usado contra la gripe, el popular Tamiflu, vuelve a la palestra. Una revisión de estudios publicada en el último número de la revista 'British Medical Journal' asegura que no hay evidencias claras de la eficacia del medicamento frente a las complicaciones asociadas al trastorno, como la neumonía.
Tamiflu, cuyo principio activo es el oseltamivir, es uno de los fármacos más comprados por los Gobiernos de todo el mundo para hacer frente a la pandemia global de H1N1.
El trabajo, liderado por Chris Del Mar, profesor de la Bond University de Australia, pretendía ser una actualización de una revisión publicada en 2006 por la revista 'The Cochrane Library'.
Sin embargo, los investigadores se encontraron con importantes escollos a la hora de verificar de forma independiente los resultados de algunas investigaciones previas.
En concreto, los autores de este trabajo comprobaron que gran parte de los datos que hasta ahora sustentaban las evidencias científicas sobre el fármaco provenían de trabajos financiados directamente por la compañía fabricante del producto -Roche- que no habían sido publicados en revistas médicas”
(“EL MUNDO”, 10/12/09)

El refrán popular que da título a este escrito, es una expresión (muy utilizada, por cierto) equivalente español a lo que viene siendo la Ley de Murphy: Si algo puede salir mal, saldrá mal. Y si además puede empeorar, lo hará.
“Éramos pocos y parió la abuela” es como decir que, por si ya no había suficientes cosas que funcionasen mal hasta el momento, de repente llega otra cosa más grave aún que te hace plantearte lo de ¿qué he hecho yo para merecer esto?
Y sin ánimo de desesperarme, ni de hacer cundir el pánico, la verdad es que en medio de tanta crisis; de tanto calentamiento global; de tanta guerra que se dice no es tal, pero que es peor; de secuestros a granel, en el mar y en el desierto; de huelgas de hambre por nacionalidades que no existen pero que deberían ser reconocidas; de policías gibraltareños que detienen a guardias civiles que perseguían a contrabandistas; de presidentes de gobierno que dicen que ya está superada la crisis, cuando apenas si hemos entrado en ella; en medio de todo este cúmulo de líos, problemas y preocupaciones, ahora resulta que ni siquiera es de fiar la vacuna de la gripe A.
Siempre me tuvo “mosca” (perdóneseme la vulgaridad, pero así se entiende mejor) que se anunciara, primero, que la gripe A iba a ser una gran pandemia, cuando ni antes ni ahora ha pasado de ser una versión, hasta suave, de la gripe que todos los años azota a tanta gente.
También me hizo sospechar que se anunciara a bombo y platillo en tantos países (en nuestra España, la “sanitaria” ministra Trini, que aplica a sí misma buenas dosis de desintoxicantes y de “distrayentes”, para evitar se piense en el caos económico en el que estamos) que contabamos con suficientes previsiones de vacunas, y que se comenzarían a aplicar en cuanto estuvieran listas, y , llegado el momento, se limitó a sectores de riesgo especial, en medicina pública, aunque en privado la mayoría de los médicos desaconsejaban la aplicación de la vacuna si no se preveía un gran riesgo.
Así, muchos colectivos médicos se han aplicado a sí mismos la vacuna de la gripe, pero de la gripe común; y lo mismo han aconsejado en voz baja otros muchos doctores.
¿Qué es lo que pasa? ¿Qué ha pasado con lo de la gripe A?
No me arriesgaré a dictar mi opinión, pero todo parece que se trata de una operación especulativa del gran capital invertido en los laboratorios farmacéuticos, para desviar la atención de la crisis galopante en otros sectores, y sembrar unas buenas y rentables operaciones de fabricación y venta.
O sea, que en medio de tanta zozobra, ahora parece que ni la vacuna de la gripe A, tan cacareada, tan anunciada, sirve para mucho.
No sé si va a parir la abuela, pero a nosotros, entre unos y otros, nos están sumiendo en una sensación de rechazo y asco, ante tanta manipulación y mentira.
“Cuando la estafa es enorme ya toma un nombre decente”. Ramón Pérez de Ayala (1881-1962) Escritor y periodista español.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

09 diciembre 2009

Alta diplomacia española: "Metiéndonos en todos los charcos..."

“La diplomacia te saca de un problema en el que el tacto te hubiera evitado meterte” Brian Bowling .Humanista estadounidense.

El ministro de Exteriores español parece gafado. No sale de un problema para meterse en otro. Y todos tienen el mismo desarrollo: sorpresa general al principio, pasividad contemplativa después, agitación compulsiva más adelante, y llamada de auxilio a continuación (a la sociedad, a la oposición, al mundo o a la Divina Providencia). El cuadro se completa con un pasteleo tardío que deja un regusto de torpeza, de inseguridad, de debilidad o de cesión.
Al ministro de Exteriores español le han tomado la medida. En el marco de su competencia, las relaciones internacionales, todos saben que nuestro representante nacional interpreta un modo de hacer política basado en el deseo de hacer amigos. Lo que es extraordinario en su negociado, en el que la política exterior se basa, primordialmente, en la defensa de los intereses”
(JOSÉ ANTONIO SENTÍS, en “El Imparcial”, 9/12/2009) ( Viñeta: "La Estrella digital", 9/12/09)
...
¡Menudo bollo en el que está metido el Gobierno español con el asunto de la disidente saharaui Haidar!
La señora se constituye en huelga de hambre, prohíbe que le reconozcan los médicos, inclusive el del Juzgado, se niega a ser alimentada forzosamente cuando su vida se halle en peligro –que ya lo está--; rechaza el estatuto de refugiado que el gobierno español le ofrece; no acepta la concesión de nacionalidad española, y solamente admite un pasaporte en el que se indique que ella es saharaui y que le permita volver a El Aaiun, antigua capital del Sahara ex-español… ¡Ganas de buscar jaleo!
Mientras tanto, la ONU presiona a España y a Marruecos para que hallen de una vez (ya van casi treinta años) una solución definitiva a la cuestión del Sahara ex-español, que “administra” (es un decir, porque realmente lo ocupa y lo usurpa) Marruecos.
Y la Unión Europea “se lava las manos”, diciendo que se trata de una cuestión bilateral.
Y el Gobierno de Marruecos, movido cual títere por su absolutista monarca, va provocando y diciendo que si España apoya a la señora Haidar, “habría que revisar” las políticas de control de inmigración, y los temas de cooperación económica, y tantas y tantas cosas.
Es decir, Marruecos nos envía a España a esta activista, sin ni siquiera pasaporte, porque ella dice que no quiere ser marroquí, es decir, nos traspasa un problema que es del reino alauita, y ahora baladronea mediante veladas amenazas.
Ante ello, el Ministro de Exteriores, Mister “Desatinos”, en uno más de ellos, ni sabe qué hacer, ni sabe contestar, ni sabe mover resortes, y nos deja a todos con cara de “pasmaos”…
Si no fuera porque “Desatinos” es de por sí ya una vergüenza, que refleja la “Vergüenza suprema” de este país, que es ese “zapatitos” sin una mala palabra ni una buena acción, habría que decir que estamos alcanzando cotas insuperables de ridículo internacional.
No me gusta nada hacer leña del árbol caído, pero me parece que el señor “Desatinos”, es, como reza el dicho que a continuación se recoge, “un zurdo de las dos manos”. (Con perdón de los zurdos, que desde luego me merecen el máximo respeto)
“Algunos hay que parecen zurdos de las dos manos” Alejandro Casona (1903-1965) Dramaturgo español.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA