Vivía en el frío y daba calor.
Lucía en el cielo como estrella y sol.
Se fundió cual nieve, en blanco candor.
Vino de allá lejos y aquí se quedó.
Se ha hecho de nosotros con gran corazón,
brindándonos vida, por su luz y amor.
Hemos de cantarle a pleno pulmón.
Se llama Tamara, nombre de dulzor.
Y hoy cumple sus años en bello esplendor.
Permite estas lineas,
que ni versos son,
de quien te venera en su corazón.
Lucía en el cielo como estrella y sol.
Se fundió cual nieve, en blanco candor.
Vino de allá lejos y aquí se quedó.
Se ha hecho de nosotros con gran corazón,
brindándonos vida, por su luz y amor.
Hemos de cantarle a pleno pulmón.
Se llama Tamara, nombre de dulzor.
Y hoy cumple sus años en bello esplendor.
Permite estas lineas,
que ni versos son,
de quien te venera en su corazón.
“La belleza de la mujer se halla iluminada por una luz que nos lleva y convida a contemplar el alma que tal cuerpo habita, y si aquélla es tan bella como ésta, es imposible no amarla”.- Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego.
A TAMARA ANDRIYENKO, el 22/12/2009
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Grandes palabras a una GRAN mujer!
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