En estos duros tiempos que está viviendo Ucrania, y que atormentan a Europa y al mundo libre, bajo la salvaje amenaza de ese loco de atar que es el sátrapa Putin, en esta España nuestra, en nuestra Valencia, la nota de belleza, de frescura y de esperanza, nos la brinda siempre, pero especialmente en este día de año, esta Katia, hija querida, familia ornada, que desde su bien ganada españolidad, luce entre nosotros para honrar la valentía, la autenticidad y la laboriosidad de su ahora atribulado país de origen.
Bien cierto es que el buen Dios le ha preservado de sufrir
las atrocidades de la brutal e injusta agresión que viene sufriendo Ucrania,
aunque el padecimiento moral de comprobar cómo su nación y cuna corre peligro de
convertirse en un inmenso cementerio.
Sea como fuere, al menos nos permitimos en esta fecha cantar
la alegría que nos mueve por gozar de la belleza, clarividencia y entusiasmo de
esta mujer que es un ejemplo bien vivo de la lucha por la existencia y la
cultura.
Que sean estas líneas, Katia amada, mi humilde contribución
a la controlada alegría que nos traes con motivo de celebrar con nosotros, un
año más, tu presencia y esencia.
Que el buen Dios te proteja y bendiga, mientras le
suplicamos que las bombas y los misiles
del mal fenezcan en las redes del entendimiento y el amor.
"El que no valora la vida no se la merece"
SALVADOR DE PEDRO
BUENDÍA
Gracias, Angel, por tus periódicas reflexiones.
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