22 marzo 2022

Tiempos de tribulación: Ucrania es masacrada poco a poco por Rusia, España es abandonada por un gobierno inepto y convenenciero y Europa ayuda con la boca pero abandona con sus actos


¡Vaya tiempos que nos ha tocado vivir!

Cierto es que peor que nosotros lo pasan los ciudadanos de Ucrania que han sido destrozados por las ansias salvajes del sátrapa de Putin y de sus desalmados generales apoyados por los oligarcas.

Cierto es que, en otro ámbito, no mucho mejor lo están pasando los millones de refugiados ucranianos que han huido “con lo puesto” a países europeos que les han acogido de urgencia.

Cierto es que esos mismos países de acogida están experimentando en sus propios pobladores los zarpazos de pandemia y la ferocidad de la crisis energética y de alimentación, además de un enorme incremento de

gasto militar para un conflicto armado en Ucrania en el que por miedo no participan activamente pero lo sufren.

Cierto es que en esta España nuestra un presidente del gobierno carente de escrúpulos, además de mentir más que hablar abandonando hasta a sus propios socios, promete soluciones que ni él mismo conoce, y propicia que la depauperada economía  se vaya hundiendo con bloqueos en los transportes y en los suministros alimenticios, y con parálisis productivas de difícil recuperación, en tanto, por si no había bastantes problemas, se posiciona respecto del inacabable conflicto del Sáhara, diciendo apoyar a

Marruecos mientras irrita a Argelia, de quien dependemos en una buena parte en el suministro del gas.

En verdad, estos son tiempos de tribulación, pero que no nos han caído de lo alto ni porque sí, ya que detrás de todo ello está la avidez de un Putin a veces ninguneado, la endeblez de una Ucrania engañada con falsas promesas, el egoísmo hedonista de las naciones con buen nivel de vida, la irreflexión de los políticos egoístas manejados por capitalistas sin escrúpulos.

Y así estamos, sin que nadie, por lo que parece, sea capaz de “poner el cascabel al gato”, porque mucho hablar, mucho prometer, mucho ocultar, soluciones efectivas y constructivas pocas se adivinan.

Hay que elevar al Cielo un canto a la esperanza, mientras deberíamos instalarnos en la reflexión y en la cordura, evitando la guerra, procurando el auxilio a los desvalidos, protegiendo a los migrantes sin

techo, eliminando los egoísmos de los beneficios especulativos en las materias primas, e instaurando, en fin, una sensatez internacional por encima de las ansias de conquista y de las ambiciones de los triunfos.

Me confieso muy escéptico al respecto, y ojalá me equivoque totalmente.

Y mientras tanto, espero que una pizca de buen espíritu se instale al menos en los responsables del gobierno de las naciones.

Enfrentarse, siempre enfrentarse, es el modo de resolver el problema. ¡Enfrentarse a él!.- Joseph Conrad (1857-1924) Novelista británico de origen polaco.

SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

2 comentarios:

  1. SALVADOR SÁNCHEZ-GEY VENEGAS23 de marzo de 2022, 10:54

    Que pena de España y que pocos entendemos lo que ocurre.Un abrazo
    Salvador Sánchez-Gey Venegas

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  2. Estimado Ángel: Recibido y a disfrutar leyendo. un abrazo ADOLFO

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