Eran las seis de
la madrugada cuando un mensaje de María Dolores Sánchez-Gey Venegas informaba:
“Vuestro capitán ya está con nosotros desde las estrellas”.
Tuve que leer el mensaje varias veces, en medio de la estupefacción e incredulidad, porque aunque era sabido que nuestro “Capitán general”, José Manuel Sánchez-Gey, ya con 98 años, estaba bastante indispuesto e internado varios días en un hospital de Cádiz, nada hacía presagiar el desenlace.
Al poco rato recibí la llamada del buen amigo y compañero Jesús Bataller, por desgracia desaparecido ya, comentandonos que pensaba que lo oportuno sería desplazarnos hasta Cádiz para dar el adiós terrenal y rendir tributo de admiración y respeto a quien para nosotros había sido en nuestra juventud y seguía siendo en nuestra avanzada madurez el prócer, maestro, profesor y líder, paladín de la pluma y la espada, como rezaba la placa de homenaje que le habíamos entregado con ocasión del 50 aniversario nuestra promoción.
Mandando nuestra compañía en 1964 Por fin supimos que el sepelio se había organizado para el siguiente día en un tanatorio gaditano, a hora bastante asequible, y organizamos acudir a la despedida, sumándose a nuestro proyecto el querido compañero Francisco Patiño, a la sazón residente en Puertollano.
Viajamos a Cádiz desde Valencia, en dirección a Ciudad Real, y nos detuvimos
en Puertollano, en el chalet de nuestro compañero Patiño, cuya gentil esposa
nos había preparado una ligera colación, tras la que descansamos unas pocas horas y dormimos a
pierna suelta hasta las cinco de la madrugada, momento en el que salimos vía
Córdoba en dirección a Cádiz.
A la entrada de
Cádiz, sobrepasado el puente Carranza, estaba el tanatorio en el que una
multitud llenaba hasta la calle las estancias, y allí saludamos y nos abrazamos plenos de emoción a sus hijos. A
María Dolores, la hija tan unida a su
padre, la "madrina" de nuestra XXI Promoción de Milicias Universitarias-IPS;a José Manuel Sánchez-Gey Venegas
(“Mamé” para los allegados), el laureado coronel de Infantería que había sido
nuestro valedor en la organización de los eventos y celebraciones con motivo
del 50 aniversario de nuestra promoción; y a los demás hijos -Ramón, Salvador
(con sus hijos), Ernesto, Juana –la ilustre profesora de Filosofía en la
Universidad autónoma de Madrid— y más parientes, con los allegados, compañeros
militares, miembros de la sociedad civil gaditana, y muchas más gentes.
Permanecimos con
emoción en la capilla, en la que acompañaban al féretro la bandera de España y
otras enseñas y galardones, entre ellos los de la Legión, coronas de flores y la parafernalia propia, y ante el túmulo funerario elevamos nuestra oración al buen Dios agradeciéndo habernos concedido la
gracia de haber sido dirigidos por tan ilustre capitán y profesor.
Al finalizar la misa “corpore insepulto”, con fidelidad a la tradición militar, se
proclamaron los “¡Presente!” de rigor, sin que faltara la mención a nuestra
Promoción.
Envueltos por la
emoción, y tras despedirnos efusivamente de todos los familiares y conocidos,
emprendimos el retorno a Valencia, vía Puertollano,
donde
quedó el querido compañero Patiño, y cercana la medianoche alcanzamos Valencia,
con el cansancio propio de tan largo y algo fatigoso viaje, repleto de emociones y
recuerdos.
Cúmplense en el
día de hoy años del óbito y de la marcha a las estrellas, enrecuerdo perenne, de nuestro querido líder, y por eso hoy mismo vamos a asistir a la misa “in memoriam” que será oficiada por el capellán militar de Valencia en la
iglesia castrense de Santo Domingo, en sufragio del “Capitán
general” , de sus familiares fallecidos, nuestros compañeros ya desaparecidos, y, en general, por todos nosotros, que ya estamos alcanzando la ochentena.
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Reencuentro en Cádiz, 2010 |
Hemos previsto
también reunirnos después en una comida de hermandad, cual tantas veces hacemos en los
últimos años, como colofón y reafirmación del fuerte vínculo que surgió entre
nosotros con motivo de nuestro servicio a esta patria llamada España, en
aquellos años de nuestra mocedad de imborrable memoria.
Así lo recuerdo,
así lo proclamo, y así felicito a los compañeros vivos, a sus familiares, y
abrazo a nuestro “Capitán general” y a todos los demás que ya nos acompañan y
velan por nosotros, esperándonos cerca de las estrellas.
¡Loor y gloría al
“Capitán general” Sánchez Gey!
¡Loor y gloria a
la XXI Promoción de Milicias Universitarias IPS!
Y un gran abrazo
emocionado a los compañeros y amigos con los que venimos compartiendo tan
inolvidables, emocionantes y grandes experiencias de nuestra Vinculación
militar con la patria.
SALVADOR DE PEDRO
BUENDÍA
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