20 octubre 2021

Pedro I “el trilero mentiroso Sánchez” intenta erigirse en un nuevo “caudillo”, invocando una falsa socialdemocracia que ni conoce ni en la que cree. Los restos de un congreso del PSOE “ad maiorem Sánchez gloriam”


Después de contemplar por aquí y por allá la eclosión de optimismo, autoalabanzas y proclamas redentoras que los actuales dirigentes del socialismo español han repartido por los medios de comunicación y por las redes sociales, me ha parecido prudente demorar cualquier comentario por algún tiempo, hasta que la cruda realidad mostrara lo que había de verdad en tanta parafernalia de aquel congreso rodeado de gloria y farsa.

Vaya por delante que Pedro I “el trilero mentiroso Sánchez” no tiene un pelo de tonto ni el menor escrúpulo en recurrir a sus antiguos oponentes, y tal vez enemigos, en su partido, para lograr el objetivo pretendido de ofrecer una gloriosa apariencia de caudillismo mesiánico. Como tampoco se le seca la boca al proclamar y prometer imposibles, olvidando la ristra de contradicciones e incumplimientos en que ha venido incurriendo.

Pero la gran verdad es que con la fragmentación de la oposición, que quiere pero no acaba de poder, el líder de lo que él denomina “socialdemocracia” (¡vaya patraña!) ha sabido crear un clima triunfalista al estilo de los que se generaban en los mejores tiempos del Movimiento Nacional franquista, porque los dirigentes antaño defenestrados en el partido aparecen como

por ensalmo en una falsa apariencia de apoyo (¡hay que preservar el nombre y los “garbanzos”!), y se suman al aplauso casi automático de un líder -ni se menciona a su equipo, si es que lo hay- que no para mientes en olvidar sus anteriores compromisos y promesas.

Los “brotes verdes” del infumable Zapatero quedan minúsculos al lado del falso optimismo económico y del despilfarro en gastos corrientes (viajes en Falcon y vacaciones suntuarias incluidos), y qué decir de los miles de millones prometidos durante la gran crisis económica y social de la pandemia del Covid19, que van llegando con cuentagotas y a base de superar un montón de trabas burocráticas.

No se olvide tampoco que ese “espíritu puro” que proclamó a los cuatro vientos que los millones de Europa serían para paliar la enorme crisis derivada de la pandemia, ya ha organizado que ese dineral vaya a sus egoístas intereses de partido, dejando una vez más desarbolada y sin protección a la clase media e incluso a los más débiles.

Tampoco puede hacerse tabla rasa con la mentiras y trapacerías de negar con la voz empostada cualquier contacto con la dictadura criminal de Maduro en Venezuela, para mientras tanto meter de tapadillo a su censurada vicepresidenta Delcy en las entrañas del

aeropuerto de Barajas, o acoger con nombre falso a un líder del Frente Polisario  (que, por cierto, tiene pasaporte español) sin trámites aduaneros y con nombre falso), generando por medio de la incompetente e irritante ministra (ex) de asuntos exteriores, González Laya, una explosiva crisis con Marruecos.

¿Y qué decir de las relaciones exteriores? Joe Biden se resigna a oír a Pedro I “el Sánchez trilero y mentiroso” en un pasillo de la NATO; Mohamed VI de Marruecos aún espera un gesto de cortesía por parte del presidente español… Y así tantas y tantas promesas incumplidas y falacias.

"Un día digo blanco y el siguiente lo contrario". Como en La Parrala, sucesión alternativa y sin sentido de síes y noes.

Pero a todo ello se suma, como contrapunto, esa oposición que se llama en parte de centro derecha, que ejerce, al menos de palabra, como duro adversario, pero que es incapaz de negociar (para eso está en política) la salida digna y conveniente de tantas y tantas controversias, y que se dedica a repetir aquello de “¡que viene el lobo…!” (y es cierto), en vez de orquestar alternativas fiables y de futura eficacia.

En fin, que el recientemente finalizado congreso de los socialistas, más que congreso en el que se adoptan resoluciones innovadoras y de progreso ha semejado un acto de proclamación de un liderazgo caudillista, que permita acometer mayores despropósitos, que,

(¡oh, casualidad!) ya se anuncia una posible revisión de la inmunidad de la Corona, y la conveniencia de que el rey emérito pida perdón, y, especialmente, que se cambie la Constitución.

Mientras tanto, el zurrón de los independentistas catalanes, y también de los vascos, va nutriéndose de los regalos tipo soborno de mayores fondos y competencias, y el pueblo, cual papanatas, sigue esperando un resurgir económico que ni se vislumbra.

Pero la España oficial del trilero mentiroso se impone, porque, como relata la anécdota de la frase del gallego que mandó más de cuarenta y cinco años, con un periodista extranjero que quería visitar el auge de la nación franquista a base de obras públicas, “¡hay que viajar menos y leer más los periódicos!...

Pues nada: ¡Viva la socialdemocracia impostada por el


trapacero presidente y ojalá se diluya como la lava del espantoso volcán Cumbre Vieja de la isla de La Palma!

Pido perdón por mi poca simpatía hacia el gobernante, aunque tampoco puedo enamorarme de los que aspiran a sustituirle.

"Odioso para mí, como las puertas del Hades, es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra" Homero (VIII AC-VIII AC) Poeta y rapsoda griego.

SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

No hay comentarios:

Publicar un comentario