Vaya por delante
que Pedro I “el trilero mentiroso Sánchez” no tiene un pelo de tonto ni el
menor escrúpulo en recurrir a sus antiguos oponentes, y tal vez enemigos, en su
partido, para lograr el objetivo pretendido de ofrecer una gloriosa apariencia
de caudillismo mesiánico. Como tampoco se le seca la boca al proclamar y
prometer imposibles, olvidando la ristra de contradicciones e incumplimientos en
que ha venido incurriendo.
Pero la gran verdad es que con la fragmentación de la oposición, que quiere pero no acaba de poder, el líder de lo que él denomina “socialdemocracia” (¡vaya patraña!) ha sabido crear un clima triunfalista al estilo de los que se generaban en los mejores tiempos del Movimiento Nacional franquista, porque los dirigentes antaño defenestrados en el partido aparecen como
Los “brotes
verdes” del infumable Zapatero quedan minúsculos al lado del falso optimismo
económico y del despilfarro en gastos corrientes (viajes en Falcon y vacaciones
suntuarias incluidos), y qué decir de los miles de millones prometidos durante
la gran crisis económica y social de la pandemia del Covid19, que van llegando
con cuentagotas y a base de superar un montón de trabas burocráticas.
No se olvide
tampoco que ese “espíritu puro” que proclamó a los cuatro vientos que los
millones de Europa serían para paliar la enorme crisis derivada de la pandemia,
ya ha organizado que ese dineral vaya a sus egoístas intereses de partido,
dejando una vez más desarbolada y sin protección a la clase media e incluso a
los más débiles.
Tampoco puede hacerse tabla rasa con la mentiras y trapacerías de negar con la voz empostada cualquier contacto con la dictadura criminal de Maduro en Venezuela, para mientras tanto meter de tapadillo a su censurada vicepresidenta Delcy en las entrañas del
¿Y qué decir de
las relaciones exteriores? Joe Biden se resigna a oír a Pedro I “el Sánchez
trilero y mentiroso” en un pasillo de la NATO; Mohamed VI de Marruecos aún
espera un gesto de cortesía por parte del presidente español… Y así tantas y
tantas promesas incumplidas y falacias.
"Un día digo blanco y el siguiente lo contrario". Como en La Parrala, sucesión alternativa y sin sentido de síes y noes.
Pero a todo ello
se suma, como contrapunto, esa oposición que se llama en parte de centro
derecha, que ejerce, al menos de palabra, como duro adversario, pero que es
incapaz de negociar (para eso está en política) la salida digna y conveniente de
tantas y tantas controversias, y que se dedica a repetir aquello de “¡que viene
el lobo…!” (y es cierto), en vez de orquestar alternativas fiables y de futura
eficacia.
En fin, que el recientemente finalizado congreso de los socialistas, más que congreso en el que se adoptan resoluciones innovadoras y de progreso ha semejado un acto de proclamación de un liderazgo caudillista, que permita acometer mayores despropósitos, que,
Mientras tanto,
el zurrón de los independentistas catalanes, y también de los vascos, va
nutriéndose de los regalos tipo soborno de mayores fondos y competencias, y el
pueblo, cual papanatas, sigue esperando un resurgir económico que ni se
vislumbra.
Pero la España
oficial del trilero mentiroso se impone, porque, como relata la anécdota de la
frase del gallego que mandó más de cuarenta y cinco años, con un periodista
extranjero que quería visitar el auge de la nación franquista a base de obras
públicas, “¡hay que viajar menos y leer más los periódicos!...
Pues nada: ¡Viva la socialdemocracia impostada por el
trapacero presidente y ojalá se diluya como la lava del espantoso volcán Cumbre Vieja de la isla de La Palma!
Pido perdón por
mi poca simpatía hacia el gobernante, aunque tampoco puedo enamorarme de los que
aspiran a sustituirle.
"Odioso para mí, como las puertas del Hades, es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra" Homero (VIII AC-VIII AC) Poeta y rapsoda griego.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
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