“Pedro
Sánchez se entrega a los golpistas del 1-O
En su indisimulado afán por complacer las demandas de los
independentistas, el Gobierno podría cruzar una peligrosa línea roja que
amenaza con violentar la independencia del Poder Judicial y poner en cuestión
la división de poderes, inquebrantable principio de todo Estado de derecho.
Descartada por burda y antidemocrática la presión directa sobre la Fiscalía
General para que impusiera directrices políticas a los cuatro fiscales del
Tribunal Supremo y utilizando como ariete a la Abogacía del Estado, el Gobierno pretende cuestionar la
instrucción del juez Llarena, construida sobre la base de que los
encausados en el procés cometieron un delito de rebelión, que implica el uso de
la violencia para «declarar la independencia de una parte del territorio
nacional», como señala el artículo 472 del Código Penal.
Además, con esta decisión el Gobierno de Pedro Sánchez, a
través de la reprobada ministra de Justicia Dolores Delgado, estaría cuestionando la posición que durante la
fase de instrucción ha mantenido firmemente la Fiscalía del Supremo, que
nunca ha dudado de que los sucesos de septiembre y octubre del año pasado son
constitutivos de un claro delito de rebelión para subvertir el orden
constitucional, una postura que defenderá en el escrito de acusación que va a
presentar este viernes en el Tribunal Supremo. El proyecto de acusación que el
Gobierno encargó a los abogados del Estado opta, sin embargo, por descartar que
hubiera violencia y se decanta por acotar la acusación a los delitos de
malversación y sedición, que supondrían, de confirmarse en el juicio oral,
penas menores para los acusados que las que contempla el delito de rebelión.
La decisión del Gobierno solo puede ser entendida como
una claudicación ante el independentismo y
el pago de una hipoteca. En primer lugar, porque antes de llegar a La
Moncloa aupado por los votos del separatismo, Sánchez había declarado en varios
medios de comunicación su convicción de que los políticos separatistas
procesados habían incurrido en un claro delito de rebelión. Y en segundo lugar
porque habitualmente la Abogacía del Estado se limita a defender los intereses
económicos de la Administración, por lo que suele acotar sus acusaciones a los
delitos de malversación. Por tanto, es doble la irresponsabilidad en la que
conscientemente incurre el Gobierno de Sánchez, pagando un peaje ante el Govern
rebelde de Cataluña y dando argumentos a determinados tribunales extranjeros
que han intentado socavar la credibilidad del juez Llarena y con ella la del
Poder Judicial español. Sánchez y Delgado están aún a tiempo de rectificar y
ordenar a la Abogacía del Estado que limite su acusación a la malversación y
evite un conflicto impropio de una democracia avanzada y moderna.
(De “El Mundo”, 2/11/2018)
…
Más de un lector se habrá preguntado y me habría preguntado la
razón por la que desde hace varios meses no he abordado en este blog el
comentario y la crítica sobre la actual situación política y social de España.
Confieso que en un principio ha sido por lenidad, ya que
desde que el desvergonzado Pedro Sánchez se instaló en su epicúrea trayectoria
de Presidente del Gobierno español, han sido tantas y tan diversas las
trapacerías que nos ha hecho vivir a los ciudadanos de este querido país, que
me pareció excesivo e inadecuado “ir al
toro” en cada una de las innúmeras ocasiones en que este personajillo tan
avaricioso y mendaz ha capitaneado a su pandilla de secuaces, ministros o no,
de su partido o no, de las izquierdas o no; porque sus promesas (boca llena de
dobleces cuando no de grandes trolas) han suscitado la ironía de las mentes
medianamente sensatas y han desatado y excitado a todos los reaccionarios “de
la cáscara amarga” que cada vez campan más por nuestra nación.
Desde luego, hay que reconocerle a este singular
personaje que tiene la “cara más dura que
el cemento”; que le trae sin cuidado decir un día “blanco” y al siguiente
contradecirlo afirmando “negro”; que es de una incompetencia tal que le importa
poco rodearse de ministros que, o son unos impresentables, o son unos
reaccionarios; que “mata moscas con el
rabo”, cual el “diablo cojuelo”,
y así crea una polémica con la historia del traslado de unos restos mortales,
sobre los que lanza el anatema de que desde la tumba honran una dictadura,
cuando bien tranquilos y en paz estaban; y hasta hace mentir a su
vicepresidenta (nunca menos sesera y mayor descaro, y ya quedó demostrado cuando fue ministra en un socialismo anterior, y fue como la mosca: "se va la ca.. y vuelve") discutiendo hasta el sexo de los ángeles y atribuyendo a la diplomacia
del Vaticano unos apoyos sobre la actualizada tumba, apoyos que la sutileza del
Secretario de Estado ha desmentido de manera sonrojante para la mentirosa, que hasta se negó a ser acompañada por el embajador de España ante la Santa Sede. ¡Para eso se cesó al Embajador Bugallo tres días antes!
Secretario de Estado ha desmentido de manera sonrojante para la mentirosa, que hasta se negó a ser acompañada por el embajador de España ante la Santa Sede. ¡Para eso se cesó al Embajador Bugallo tres días antes!
Claro que buena parte de la sarta de despropósitos con
que nos viene obsequiando este vergonzante jefe del gobierno, casi uno cada
hora del día, viene también propiciada por su “venta” a la izquierda más
iconoclasta de “míster coleta”, a
cuyos pies se ha rendido, cual Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas
Y, para colmo, se ha considerado redentor/arreglador de los
problemas de Cataluña mediante la táctica de la tibieza frente al cúmulo de paranoicos dirigentes ultraindependentistas, a quienes hace constantes guiños como
queriendo demostrarles que cuando convenga dará un giro radical a su política,
permitiéndoles de una u otra manera alguna clase de independencia de España,
con tal de que lo que reste de nuestra nación siga siendo presidido por él
mismo, tan activo usuario de los aviones oficiales e inquieto viajero, que se
marcha por ahí a negociar tonterías, con tal de no tener que ocuparse de los
problemas domésticos, que para eso ya tiene a la lastrada mental de su vicepresidenta
y a los ineptos o caras duras de sus ministros.
¡Ah! Y para aventar más el fuego del desastre, ahí están
los nacionalistas (los vascos, los primeros) que van a la suya, y apoyaron al
advenedizo Presidente inepto, con tal de obtener dinerillos o dinerazos.
Claro, que también los otros dos partidos situados a la
derecha, el PP y Ciudadanos, han ofrecido un asombroso ejemplo de impotencia y
disfuncionalidad; primeramente, dando bandazos en sus decisiones, y después
eludiendo unir sus fuerzas en un frente común contra tantísima sinrazón
política. Buscando más disimular sus debilidades y carencias que posicionarse de manera efectiva frente al caos izquierdoso sobrevenido.
Leo hoy en el diario “Las Provincias”, de Valencia, la
Carta al Director de mi buen amigo y colega,
Ramón Sentís, jurista y honorable Cónsul de Polonia en Valencia, titulada “Sánchez o el narcisismo sin escrúpulos”, de la que me tomo la licencia de entresacar:
Ramón Sentís, jurista y honorable Cónsul de Polonia en Valencia, titulada “Sánchez o el narcisismo sin escrúpulos”, de la que me tomo la licencia de entresacar:
“Pedro
Sánchez miente y no para de mentir. Mintió por decir que habría elecciones
inmediatas. Mintió antes al declarar que nunca un gobierno suyo se sustentaría
gracias a los votos de los separatistas. Mentiras, mentiras y más mentiras.
…
…
"Quiere
cambiar la historia, silenciándola (dentro de poco, este comentario puede ser
exaltación a la violencia), con mentiras y más mentiras.
…
“España no
es el señor Sánchez y sus amorales intereses. No quisiera recordar a Sánchez la
figura de Fernando VII. Pasó a la historia como el felón. Nos es un buen espejo
a su narcisismo, señor Sánchez”
...
Y en estas estamos.
El parlamento cada vez parece más una jaula de grillos o
un zoológico de diputados gritándose el “…y
tú más…”, insultándose cuanto más pueden, perdiendo el tiempo en trifulcas
barriobajeras, sacando a la luz las cloacas de un estado que socavan las
ambiciones. Y “la casa sin barrer”.
La verdad es que cada cinco minutos uno explotaría ante
tanta incapacidad, egoísmo y desvergüenza, y por eso, me digo ahora, tal vez lo
mejor sería no malgastar ni un minuto poniendo en negro sobre blanco algo que
resulta evidente.
Y vamos a esperar que en las próximas elecciones, sean
las que sean y tarden
lo que tarden, las manipulaciones de las encuestas en favor del gobernante se truequen en voto sensato de los ciudadanos que ni queremos corrupción, ni deseamos contiendas, ni nos conmovemos con tan idealista preservación de la memoria histórica. "Mas vale no meneallo", se dice en el Quijote
lo que tarden, las manipulaciones de las encuestas en favor del gobernante se truequen en voto sensato de los ciudadanos que ni queremos corrupción, ni deseamos contiendas, ni nos conmovemos con tan idealista preservación de la memoria histórica. "Mas vale no meneallo", se dice en el Quijote
Que solamente pretendemos salud, prosperidad y armonía.
Lo que promete darnos quien solamente las busca para sí y los suyos.
Una vez más, me refugio en Mariano José de Larra:
“Miquelarena, ¡qué país!”
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
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