“HOJA DE RUTA
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
¿Por qué Podemos tiene la sartén por el mango?
El dilema real de
Podemos no es hasta dónde ceder en la negociación con el PSOE, sino decidir si
es mejor aprovechar la debilidad de Sánchez
para lograr una cuota de poder paritaria en un Gobierno de coalición o hacer
fracasar la negociación para forzar nuevas elecciones y vapulear a los
socialistas.
Es evidente que a Pablo Iglesias le tienta la primera de
las opciones. Si no, no hubiera hecho tanto hincapié en la estructura del
Gobierno y en su papel como vicepresidente/consejero delegado de un ejecutivo
en el que Sánchez sería casi una figura decorativa.
Iglesias cree que
Sánchez tragará finalmente si Podemos maquilla la cuestión del referéndum en
Cataluña. Esa es la transacción de fondo de una negociación que ha comenzado
con mucho ruido y que tendrá más recorrido del que algunos auguran:
vicepresidencia a cambio de descafeinar el referéndum.
Errejón piensa que es mejor jugar a medio plazo. Está seguro de que, si hay
elecciones, Podemos se convertirá en el partido hegemónico de la izquierda y
entonces será el PSOE el que vendrá a pedirles árnica.
¿Por qué Podemos,
como me decía ayer un referente del socialismo hispano, «tiene la sartén por el
mango»?
Las encuestas, que
apuntan al sorpasso, no hacen sino confirmar una realidad política que
el partido de Iglesias ha sabido explotar con mucha inteligencia.
La ventaja
comparativa de Podemos sobre el PSOE en el electorado tradicional de izquierdas
se justifica por diversos factores:
Es más creíble en su propuesta de regeneración. La corrupción que asola al
PP beneficia mucho más al partido de Iglesias que a los socialistas. El PSOE,
que no puede sacar pecho en el terreno de la honestidad, es visto por ese
sector ideológico como parte del sistema. Hasta hace unos meses, Iglesias
incluía al Partido Socialista en el saco de «la casta».
Podemos es percibido por los votantes más jóvenes como el instrumento para
hacer posible un cambio radical. Iglesias le ha arrebatado a los socialistas la
bandera de la defensa de los pobres: desigualdad, desahuciados, parados,
marginados, etc.
Iglesias ha recuperado batallas ideológicas abandonadas por el PSOE, como
la memoria histórica, la identificación de la derecha con la dictadura, el
anticlericalismo, etc.
En cierto sentido,
Podemos es un partido nostálgico del franquismo. A Iglesias le hubiera gustado
ser un profesor de Políticas de la Complutense a principios de los años 70,
cosa imposible porque aún no había nacido.
Cuando Podemos
reclama una «segunda transición» no lo hace sólo para iniciar una nueva etapa
política, sino para completar lo que no se hizo bien -a su juicio- en la
primera. Esa tesis es la que mantiene abiertamente Juan Carlos Monedero, para quien los partidos de la izquierda
hicieron demasiadas concesiones a la derecha durante la transición al optar por
el consenso en lugar de la ruptura.
Como el PSOE no ha
sabido hacer una actualización atractiva y movilizadora del ideario
socialdemócrata, Podemos le ha arrebatado la bandera de los ideales. Es ahí
donde radica la auténtica ventaja de Iglesias sobre Sánchez.”
(De “El Mundo”)
…
En esta interinidad
llena de incertidumbres en la que se ha convertido el proceso de investidura de presidente del gobierno de España, uno siente tentaciones de
escribir casi cada minuto sobre acontecimientos, hechos y opiniones de los
diferentes líderes políticos que son actores (a veces marionetas) en el “tinglado
de la antigua farsa” en que se ha convertido la situación política española.
Solamente la real
sensación de fragilidad en las posiciones de cada grupo político y de sus
líderes frena el deseo de escribir sobre este “tránsito”, no se sabe si
enriquecedor o agónico, hacia una posible investidura.
La gran verdad es
que el socialista Pedro Sánchez,
más débil político que un gato desnutrido, intenta hacer de la necesidad virtud, aparentando (con más desvergüenza que acierto) que va a ser capaz de conseguir los votos suficientes para acceder a la presidencia del gobierno. Es más su voluntarismo que sus posibilidades, especialmente porque las matemáticas parlamentarias son las que son y porque su equipo es un ejemplo de lenguas aceradas y conductas incapaces.
más débil político que un gato desnutrido, intenta hacer de la necesidad virtud, aparentando (con más desvergüenza que acierto) que va a ser capaz de conseguir los votos suficientes para acceder a la presidencia del gobierno. Es más su voluntarismo que sus posibilidades, especialmente porque las matemáticas parlamentarias son las que son y porque su equipo es un ejemplo de lenguas aceradas y conductas incapaces.
No es por tanto de
extrañar que esté logrando acercamientos con Ciudadanos y su líder, quienes
pretenden dar una imagen de sensatez y centrismo cuando realmente ocultan su oportunismo y su falta de autonomía propia, ya que necesitan del
apoyo de más de un partido para “ser alguien”.
Y la verdadera “piedra
en el zapato” de Sánchez es P(j)odemos, grupo (¿acaso partido?) compuesto por una
heterogeneidad mal hilvanada de tendencias y gentes reaccionarias, que no es capaz de sustraerse ni de disimular su
pretensión de “cargarse” todo lo establecido, si bien sus fauces de lobo
iconoclasta quedan solapadas bajo una falsa piel de "cordero" pactista y
pro-democrático. Vamos. que como diría el castizo, se le ve "el pelo de la dehesa".
No cabe duda que
todas estas posturas y maniobras han surgido al socaire de la tosca, equivocada
e incomprensible posición de Mariano Rajoy y el PP, quienes, por si no fuera
poco la avalancha (¿casual?) de episodios de corrupción que les acosa, parecen
invadidos por la enfermedad del sueño, como si una mosca tse-tse hubiera picado
su capacidad de iniciativa política, ya que se han abroquelado en aquello de la “formación más
votada” y de la redención de la economía, apartándose cada vez más de los
reales sentimientos y de las auténticas preocupaciones de los ciudadanos de a
pie. Sin tomar iniciativa alguna y sentándose " a verlas venir", o sea, a nada.
Sea como fuere, a
uno le llega a la mente la famosa frase de “Tantas idas y venidas, tantas
vueltas y revueltas, dime niña si tú quieres, ¿son de alguna utilidad?”
No hay duda de que la
necesidad de formación de gobierno está convirtiéndose en un requerimiento
acuciante, pero con actores como PP y PSOE ello se antoja complicado, porque la
sensatez demostrada por los políticos alemanes con la “grossen coalitionen” de los
dos partidos mayoritarios, es imposible alcanzarla en nuestra España de la
zarandaja, de las apariencias, de los faroleos y de la vacuidad, en medio de
bastante inexperiencia política.
Ya veremos en qué
acaba todo esto, no me atrevo a pronosticarlo; pero sí, por el momento, sintiéndome
ciudadano de a pie, además de lamentarme, deseo algo que parece tan utópico como que se
implante un gobierno de “solución nacional”, tal vez encabezado por una figura
política relevante y consensuada que organice un gobierno de gestión de amplio
espectro.
Para ello, lo
primero que hace falta es que la Corona salga de los formalismos y adopte
decisiones valientes e innovadoras, y que las fuerzas políticas demuestren que
merecen ser vertebradoras de esta nación todavía tan por madurar del todo, que
llamamos España.
Me atrevo a decir
que, al igual que varias religiones celebran “rogativas” pidiendo la lluvia, se
hagan plegarias a los dioses lares, manes y penates de la política para que llegue la sensatez
y el espíritu constructivo y solidario.
Que falta hacen.
“El precio de
la grandeza es la responsabilidad” Winston Churchill (1874-1965) Político
británico.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
No hay comentarios:
Publicar un comentario