14 enero 2016

Esta España nuestra: La pintoresca constitución del Congreso de los Diputados, o “el tinglado de la antigua farsa"

“Rajoy en el burladero: Iglesias decidirá si hay legislatura o nuevas elecciones
Si la CUP mantuvo en vilo durante más de tres meses la legislatura catalana, ahora es Podemos la formación que tiene la llave para dar recorrido en el conjunto de España a la nueva etapa abierta tras la constitución de las Cortes o, por el contrario, precipitar nuevas elecciones. 
El teatro vuelve de nuevo a la Carrera de San Jerónimo, pero esta vez bajo rasgos nunca vistos. No tiene precedentes que una prediputada, deposite su voto en la tribuna acompañada de su bebé, como tampoco que los parlamentarios estrenen su tono mitinero desde el escaño antes incluso de conseguir su plena condición de tales. Esto fue lo que este miércoles se vivió en el Congreso, donde Pablo Iglesias y su guardia pretoriana se esforzaron en dejar claro que el acuerdo sellado por el PSOE con el PP y Ciudadanos para repartirse la Mesa de la Cámara Baja y dar su presidencia al ex lendakari Patxi López, supone para Podemos un punto de difícil retorno en los esfuerzos que en lo sucesivo puede hacer para confiar en los socialistas. Es una circunstancia a tener muy en cuenta, ya que si en algo coinciden Mariano Rajoy y Pedro Sánchez es en que los 69 diputados de la izquierda radical que ahora se sientan en el hemiciclo son los que tienen la llave para dar aire a la XI legislatura, permitiendo la formación de Gobierno o, por el contrario, precipitando nuevas elecciones.
La posibilidad de nuevas elecciones acabará dependiendo de los cálculos que interesen a Pablo Iglesias.
Igual que la CUP colocó en el alero durante más de
tres meses la legislatura catalana, ahora es Podemos la formación que tiene la sartén por el mango en el centro de la soberanía nacional, en un periodo donde se cruzan varios calendarios a la vez: el que maneja Zarzuela para iniciar las consultas y proponer un candidato a la investidura; el que depende de Mariano Rajoy para intentar que algún grupo ajeno al suyo le apoye con los votos suficientes para continuar en La Moncloa, una misión cada vez más difícil; y el que marcará los tiempos de Pedro Sánchez para consolidarse o no dentro del PSOE, algo sobre lo que recibirá señales firmes en el comité federal previsto para el sábado, 30.
Según el análisis compartido tanto en el Gobierno como el cuartel general socialista, sobre estos calendarios va a sobrevolar en los próximos días/semanas el puro cálculo electoral. Si Pablo Iglesias llega a la conclusión de que a Podemos le benefician nuevas elecciones porque puede dar el sorpasso y convertirse en segunda fuerza política, “no habrá nada que le frene”, aseguran fuentes de los dos principales partidos. Los gestos que este miércoles hizo la cúpula de Podemos hacia el PSOE fueron de una extrema dureza al considerar que Pedro Sánchez no la ha tenido en cuenta en el reparto de los cargos que administrarán en adelante el día a día parlamentario y ha priorizado el pacto con Albert Rivera y con el PP. Si el enfado cede en breve y hay una aproximación a los socialistas, se demostrará que Podemos ha concluido que no le favorecen unas nuevas elecciones y, por lo tanto, apoyará la investidura de Sánchez. Si, por el contrario, el cabreo aumenta, se hará evidente que Iglesias ha empezado a trabajar en serio a favor de una nueva campaña electoral.
Los cálculos electorales dificultan los pactos
A pesar de que Albert Rivera se presenta todavía con cierto descaro como fiel de la balanza, aunque cuenta solo con 40 diputados, se ha quedado sin balón en este juego y deberá limitarse a esperar, aseguran tanto en el PP como en el PSOE. Ambos partidos coinciden en que a Ciudadanos es a quien menos interesa ir a unas nuevas legislativas, puesto que podría perder casi la mitad de la representación que acaba de ganar. Eso explica que su guión postelectoral apenas haya variado desde el 20-D y se haya enquistado en lugares comunes relacionados con la importancia que concede a la formación de un Gobierno estable.
En esta misma dinámica, desde el burladero, están también el Gobierno y el PP, pendientes de los cálculos electorales del resto de las fuerzas políticas. Consciente de que Rajoy tiene escasas posibilidades de conseguir el apoyo del PSOE a su investidura por más presiones que Sánchez reciba del Ibex y por más avisos que lleguen en próximas fechas de Bruselas, el relato del presidente en funciones no pasa de momento del emplazamiento a los socialistas y a Ciudadanos a componer una gran coalición en la que prevalezcan los intereses nacionales y la recuperación económica, en un afán por evitar unos nuevos comicios que prolongarían probablemente la incertidumbre política hasta bien entrado el verano.
Ciudadanos es el menos interesado en que se repitan las legislativas, pues podría caer por debajo de los 30 escaños
La paradoja, afirman en el PP, es que son los propios cálculos electorales y, por tanto, la desconfianza que genera la posible cercanía de una nueva campaña, los que van a dificultar las negociaciones para formar Gobierno, pues ni Rajoy, ni Sánchez, ni Iglesias ni Rivera van a querer correr riesgos antes de conocer qué recorrido real le aguarda a la XI legislatura.
¿Están los mercados financieros preparados para digerir varios meses de zozobra política? La respuesta de un alto cargo del Gobierno es sorprendente: “Mi conclusión es que los mercados no se enteran de lo que pasa”.
(De Federico Castaño en “Voz populi”, 14/01/2014)

"He aquí el tinglado de la antigua farsa, la que alivió en posadas aldeanas el cansancio de los trajinantes, la que embobó en las plazas de humildes lugares a los simples villanos".
Estas palabras con las que comienza Jacinto Benavente sus “Intereses Creados”, pueden servir hoy para iniciar la crónica de esos otros intereses creados de estos días en los que estamos asistiendo a la vertebración del Parlamento español después de las pasadas elecciones generales del 20 de Diciembre, adobadas con los esperpentos, rebeldías y aparentes sediciones catalanas.
La verdad es que ayer, al visionar el “espectáculo” de la constitución del Congreso de los Diputados, quien esto escribe se sintió entre sorprendido, admirado y desconcertado.
Congreso y un habitante
Ciertamente, nunca se había visto que a una sesión del Congreso acudieran electos en bicicleta acompañados por una charanga de indumentaria verdilanga (los de Compromís, falleros chabacanos y siempre extraños); o que una buena parte de los que iban a aceptar ser “padres legisladores” no se dignaran tomar posesión algo menos descamisados, o sea, con corbata; o que algún otro no hablara puño en alto; y –lo más chocante—que una diputada electa estuviera con un bebé de seis meses en sus brazos, al que dio teta y pasó a otros compañeros para que hicieran carantoñas.
¡Digno de una película de Luis García Berlanga!, aunque éste tenía bastante más gracia como autor de filmes iconoclastas.
Y así, después de toda esa, para mí, inadecuada y bufa parafernalia, al final se eligió un presidente de la cámara y se constituyó el Congreso, a la espera de los presumibles arduos trámites para la investidura de presidente del gobierno.
“El tinglado de la antigua farsa”, sí; pero además de farsantes, sin clase.
Se me podrá, quizá, tachar de muchas cosas, pero me niego a admitir que quienes representan la voluntad popular, a los ciudadanos, a mí mismo, se comporten como si estuvieran en un mitin callejero, o en una algarada estudiantil, o en una celebración futbolera, o en una verbena folklórica.
Pase lo de la indumentaria, porque aunque el hábito no hace al monje, el pijama no identifica precisamente al prócer.
Pase lo del puño en alto que lucieron los “p(j)odemitas”, a quienes, como al escorpión en la fábula de él y la rana, su propia naturaleza les impulsa a ello.
Pase la llegada en bicicleta con la charanga, que al fin la música siempre alegra los corazones.
Tres bebés y una mamá
Pero, que se me perdone;  critico, y mucho, ese “teatro”, esa “comedia” de una mamá diputada exhibiendo a su bebé, y ella misma destetándose para darle sustento. ¡Faltó una exhibición mamaria "a lo Cicciolina"!
¡Ni en tiempos de los neandertal!
¿No hay una guardería en el edificio del Congreso?
¿A qué viene esa “exhibición”?
Ello califica a su autora y a quienes le han jaleado, ya que demuestran nulo respeto a la institución, y menos aún a la infancia, y denotan simplemente deseos, no de cambio como proclaman, sino de alboroto, que es lo que entrañan.
Dicho lo anterior, ¡vaya panorama de fraccionamiento!
Ninguno de los bloques, los llamados de derechas y de izquierdas, es autosuficiente y habrá de recurrir a artilugios, como las abstenciones, para permitir la investidura de un nuevo presidente, que quedará en precario.
¡Hasta los leones enfrentados!
Todo sorprende, y aún más la osadía irresponsable de un hasta ahora líder del partido de la oposición (cada vez más crecido y "chulito", como olvidando sus antecedentes partidistas), y más que contestado en su propio partido, derrotado con amplio retroceso en las elecciones, y que se autoproclama como el futuro presidente, “salvador” de no se sabe qué esencias democráticas mediante la creación de un a modo de frente popular.
¿Habrá que recordarle el olor a excremento que impera sobre la Administración pública andaluza?
Sí; continúa y se acrecenta “El tinglado de la antigua farsa”, que, sin duda, inspiraría ahora nuevamente a don Jacinto Benavente para escribir sobre otros “intereses creados”, que “haberlos, haylos”.
Mariano José de Larra se lamentaba: “¡Miquelarena, qué país!”.
Yo me permito apostillar: ¡Queridos lectores, cuánto disparate!

"El aspecto exterior pregona muchas veces la condición interior del hombre" William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

1 comentario:

  1. ¿Estos son los actuales Padres de la Patria? Descamisados, amamantadoras, puños en alto desprecio a las formas tantos años ejercitadas, ¡Dios mio! ¡Que espectáculo! Bochornoso y fuera de contexto, anteponen su ideología a la cultura y bien general, ¡Me dio vergüenza, ¿Es esto lo que realmente quiere el pueblo español? Que paren el mundo que me quiero bajar de él. El Cartero

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