El Dr. Marc Antoni Adell ha sido funcionario de
carrera de la Inspección de Educación y profesor emérito del Departamento de
Psicología Social, de la Universidad de Valencia y del CAP., y pertenece al
Forum Europeo de Administradores de la Educación, y actualmente es director del
Anuari de Psicología, además de
investigador del Instituto Universitario de Desarrollo Organizaciones, recursos
Humanos y Calidad de Vida Laboral (DOCAL). Es autor de numerosos libros y
artículos referidos a los ámbitos de la educación y la psicología.
(De Editorial CCS)
…
“Por suerte, creo conocer –y compartir—la pequeña galaxia de
referentes que han impelido a Marc Adell a aventurarse en tal proyecto. Y es
que Marc es un viejo amigo, con quien no es difícil practicar una notable
complicidad, en tantos temas como nos ofrece el mundo de la educación, hoy. Su
vocación de pedagogo, seriamente comprometido en la mejora del sistema
educativo, es más que notoria. Y su afán por establecer –o mantener y
mejorar—el necesario diálogo entre los agentes sociales intervinientes
–especialmente en el seno de la comunidad educativa--, evidente y pertinaz.”
(En el Prólogo del libro, por la Dra. Adela Cortina Orts, Miembro de la Real
Academia de Ciencias Morales y Políticas. Catedrática de Ética y Filosofía
Política de la Universidad de Valencia. Directora de la Fundación ETNOR)
…
Marc Antoni Adell Cueva, el Profesor Doctor Marc
Antoni Adell Cueva, es para quien estas líneas publica un entrañable y viejo
amigo y compañero.
Fue allá en los años sesenta, concretamente en 1963,
cuando en el campamento de Milicias Universitarias de Montejaque-Ronda, el
entonces ya Maestro Nacional por oposición, castellonense por más señas, Marc Antoni Adell Cueva, trabó
contacto y conocimiento conmigo, ambos encuadrados como Caballeros Aspirantes a
Oficial de Complemento, en la 4ª Compañía (posteriormente, el segundo año y
trimestre, de la 1ª Compañía) de la 1ª Agrupación, del entonces campamento de
Milicias Universitarias (Instrucción Premilitar Superior, IPS), en el paraje de
Montejaque, junto al apeadero de la Indiana, del ferrocarril
Bobadilla-Algeciras, en término de Ronda.
Fuimos compañeros durante sendos trimestres en los
años 1963 y 1964, y compartimos lo propio de aquellos momentos, como el “polvo, sudor y hierro” de la vida
militar campamental, con estudios adecuados para el grado de oficial de
complemento del Ejército (alféreces) que íbamos a obtener.
Eran años de ímpetus juveniles y ansias
estudiantiles en una España que empezaba a salir de su santa siesta, y Marc Adell ya era un
paradigma, porque acudía a la preparación premilitar con su plaza de maestro en propiedad, en tanto los demás nos hallábamos en los penúltimo y último años, respectivamente, de nuestra licenciatura universitaria, que esperabamos obtener pese al verano des estudio y esfuerzo en los aprendizajes militares.
paradigma, porque acudía a la preparación premilitar con su plaza de maestro en propiedad, en tanto los demás nos hallábamos en los penúltimo y último años, respectivamente, de nuestra licenciatura universitaria, que esperabamos obtener pese al verano des estudio y esfuerzo en los aprendizajes militares.
Y en verdad Marc Adell fue no solamente un magnífico
compañero, siempre discreto y amable, sino un distinguido alumno, que alcanzó
relevante puesto en nuestra promoción militar de alféreces de complemento (conservo por ventura el ejemplar del Diario Oficial del Ejército en el que se nos relaciona y nombra para ese empleo a ambos), dejando una huella profunda en
quienes con él tuvimos la suerte de convivir.
Más tarde, el Dr. Adell, ya plenamente consagrado a
sus tareas de formador pedagógico, expandió su generosa sapiencia y cada vez
mayor experiencia en las tareas de la Inspección de Educación en Girona, Castellón y Valencia, y, estudioso e investigador
impenitente, coronó su formación con el Doctorado y la docencia en Psicología.
Dedicandome el libro |
Mi re-encuentro con el
Profesor Dr. Marc Antoni Adell Cueva, fue unos años antes, cuando él me reconoció en
un autobús urbano de Valencia y permitió, por su perspicacia, que se reactivara
(nunca había desaparecido) una relación de contacto, amistad y compañerismo que
ha sido para ambos, me consta, como un soplo de vida, de ánimos, de joven
senectud.
Y ahora, por aquello de la amistad que ya no
permitiremos se difumine, he tenido la gran satisfacción de asistir el pasado viernes, día 7 de febrero, a la
presentación de este libro titulado “Ética
para Adolescentes”, a la que concurrió un buen número de catedráticos,
profesores y miembros de la comunidad docente, que llenaron el “Bibliocafé” de
Valencia, en el que el Inspector de Educación Vicente Barberá presentó al
autor, y éste, como quien describe lenta y precisamente los hitos de un camino,
fue comentando los diversos aspectos de esta interesante publicación, que, como
el propio autor justifica en su obra “son
unos materiales que convenientemente utilizados y completados con la iniciativa
del educador o de la educadora, pueden resultar altamente provechosos, en la no
siempre fácil tarea de ayudar a formarse éticamente, a nuestros adolescentes”
.
Y en una docena
de Unidades, el Dr. Adell transmite de forma sencilla pero profunda y con
aplicaciones casuísticas, su proyecto, con enunciados tan sugerentes como
“Somos personas”, “Convivimos cada día”, “Democracia y sociedad”, “Nadie vale
más”, “Haz bien y no mires a quién”, “¿Todo se puede comprar?”, “La amiga
naturaleza”, “Soy del voluntariado””, “Si quieres la paz trabaja por la
justicia”, “Libertad, ¿para qué?”, “Adicciones” y “El futuro es nuestro”.
En fin, una obra valiosa y recomendable, de
Editorial CCS, y que merece el elogio de todos cuantos de una u otra manera
estamos interesados en cuestiones intelectuales y prácticas, tan vitales como
la educación de los adolescentes, nuestros hijos y más bien nuestros nietos.
Item más. Especialmente ello es un motivo de honra para los
amigos y compañeros del castellonense de pro, Dr. Marc Antoni Adell, aquel
recto y valorado Caballero Aspirante a Oficial de Complemento de la XXI
Promoción de Milicias Universitarias del Campamento de Montejaque, después digno
Alférez, y hoy Profesor de vida y ética para todos quienes osamos tenerle como
un valioso paradigma de buen hacer.
¡Enhorabuena, Marc!
¿Hasta el próximo "regalo" de otro magnífico libro
tuyo?
"Yo no enseño a mis alumnos, solo les proporciono las condiciones en las que puedan aprender".- Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
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