Este año 2.012 se nos está yendo de las manos como humo que se volatiliza, y pese a tantos “peros” y problemas que hemos soportado durante el mismo, no puedo menos que sentirme satisfecho, no solo de lo vivido en el año que se escapa, sino de lo que promete ser el ya naciente año 2.013.
Más de uno se sorprenderá y pensará que con la que está cayendo en lo
económico, con la avalancha de problemas empresariales, de previsión social, de
desempleo, de economía, que nos ha arrasado, hay motivo para todo menos para
sentirse ufano, y que quien así experimente roza lo insensato.
Puede opinarse así, sin duda,
pero sigo insistiendo que en este agónico 2.012, al menos quien esto escribe (y
muchas otras personas también) han tenido motivos para sentirse más vivos que
nunca y palpar que por ellos todavía fluye la juventud que no acabó de
escapárseles.
A costa de personalizar, en este
final de año he tenido la enorme satisfacción de comunicarme nuevamente con los
compañeros del campamento de Milicias Universitarias con los que conviví en el
campamento de Montejaque-Ronda, en la provincia de Málaga, durante sendos
trimestres de los veranos de 1963 y 1964.
En efecto, con motivo de que el
año que está en puertas se cumplirá el L (50) aniversario de nuestra
integración militar, que se realizó en el campamento mencionado, se ha producido
una relación con los compañeros hallados (más de una docena ya partieron hacia
las estrellas) y unos y otros, de una forma grata que no ha dejado de
sorprenderme, han revivido con nostalgia y emoción aquellos tiempos de nuestra juventud
en los que en medio de los libros y de los estudios hubimos de colocarnos el
uniforme caqui y sentir unas maneras y formas de vida, las castrenses, que nos
resultaban cuanto menos extrañas.
Es sorprendente con qué rapidez
los compañeros han ido respondiendo a la iniciativa en ciernes de volver a
reunirnos, y con qué interés algunos han pedido una lista de los integrantes de
nuestra compañía o unidad de instrucción.
Es, como reza el título, nuestro
viaje a la memoria, reviviendo cada cual a su manera aquellos tiempos tan
distintos de los actuales, en los que nos íbamos haciendo hombres en medio de
las carencias y las tensiones generacionales.
En los “afanes” de estos días
injertados de Navidad, esa recuperación de recuerdos casi perdidos nos ha
significado a todos la vuelta a una juventud pasada, pero nunca perdida, porque,
gracias a nuestro reencuentro, los sentimientos se sobreponen a la nostalgia y
un aire marcial y juvenil vuelve a instalarse en nuestras mentes, especialmente
porque contamos todavía entre nosotros con quien fue nuestro capitán en
aquellas vicisitudes, Don José Manuel Sánchez Gey, quien desde su más que
nonagenaria ancianidad, tan bien llevada, sigue siendo el nexo de unión de
quienes, por convicción o sin ella, nos sentimos soldados y servidores de una
Patria, esta España nuestra que se ha ido desfigurando poco a poco, aunque para
nosotros siga siendo la “nuestra”, aquella cuya bandera besamos en tierras de
Montejaque.
Bienvenido sea el año 2.013, en
la esperanza de que las lanzas de las crisis se tornen báculos de prosperidad y
el transcurso de los meses nos lleve a los "milicios" de Montejaque
de cincuenta años atrás, a darnos el abrazo emocionado del retorno a nuestra
juventud.
Y el deseo a quien esto leyere
de que la savia virgen del Año Nuevo le inyecte el optimismo, esperanza y
vitalidad que tanto se requieren en estos tiempos.
¡Feliz Año Nuevo a todos!
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
"Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces" .- Marco Valerio Marcial (40-104) Poeta latino.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Feliz año nuevo, amigo, y un fuerte abrazo desde vitoria:
ResponderEliminarRafa
Bueno, Angel, muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo de nº2
Completamente de acordo.
ResponderEliminarFelicidades para ti também.
Zé
Completamente de acordo.
ResponderEliminarFelicidades para ti também.
Zé
Queridos Angel, Tamara, Andrei y familia. Son las 19:45 y acaba de llegar Dolores con sus arcas y me lee haciéndome palpitar de emoción tu mensaje de año nuevo. Me tiemblan las tres estrellas de capitán y de deslumbra la solitaria tuya de seis puntas, ¿Qué te voy a decir...? Has alumbrado mi joven ancianidad.
ResponderEliminarQUE DIOS OS BENDIGA.
Tu capitán.
Bueno, Angel, muy bueno.
ResponderEliminarte felicito en el Nuevo Año
El nº 2, JB
Una navidad sin recuerdos no es Navidad; y no hay mejor rememoranza que la nacida de la amistad. Un fuerte abrazo. BB
ResponderEliminar