“Comienzo con la premisa de que la función
del líder es producir más líderes, no más seguidores”.- Ralph Nader (1934-?) Activista y abogado
estadounidense.
Cuando llegan estas fechas necesariamente he de
acordarme de quien hace ¡cuarenta y nueve años! dejó una honda huella en mi
carácter y permanece desde entonces en mi memoria. Como en la de otros muchos antaño jóvenes
universitarios.
Me refiero al ilustre militar, José Manuel Sánchez
Gey, quien en los veranos de 1963 y 1964 fue el capitán instructor y profesor
de las compañías 4ª y 1ª, respectivamente, de la 1ª Agrupación del entonces campamento
de Montejaque, situado en las proximidades, mejor dicho, en las faldas de la montaña
que corona la bella ciudad de Ronda, en la provincia de Málaga.
Fotos del entonces capitán Sánchez Gey, la compañía a su mando y la 1ª Agrupación, en Montejaque, años 1963/64 |
Poco tiempo ha, junto con un compañero valenciano
de aquella experiencia militar, el bueno de Jesús Bataller Peris, (quien a estas alturas se enorgullece sintiendo la ilusión juvenil de aquellos tiempos y proclama ufano que obtuvo el nº 2 de la promoción, aunque en mi opinión bien pudo alcanzar el primero) tuve la satisfacción emocionada de compartir
unas horas en Cádiz con quien fue nuestro capitán; y después, ya de regreso, recorrer y pisar aquellas
tierras montejaqueñas, en las que tantas ilusiones se nos generaron, tantos
esfuerzos desplegamos, tantas ambiciones se nos frustraron, tantas vivencias experimentamos, al tiempo que los entonces estudiantes intentábamos asimilar la
vida militar para alcanzar la estrella de seis puntas que era la deseada divisa
para ser alféreces de complemento del Ejército Español.
Los años han pasado, nuestra nación española ha
cambiado “de arriba abajo”, nuestra sociedad se ha transformado, nuestra insultante
juventud se ha trocado en…incipiente ancianidad; pero los recuerdos son perennes y las
vivencias de aquellas lejanas fechas se han sublimado hasta convertirse en una indeleble
memoria de una juventud que revivimos cuando la recordamos y cuando estamos cerca del militar que nos lideró.
Allí, en aquellos años sesenta, estuvo “soportándonos”
el entonces capitán Sánchez Gey, y a los universitarios algo acomodaticios que
éramos nos imbuyó el espíritu de la milicia, para que cumpliéramos nuestros
deberes militares con la patria (hoy absolutamente profesionalizados) como
oficiales de mando. Y a fe que lo hizo con dedicación, generosidad y respeto
hacia nuestras personas, ya que con elegancia y austeridad nos inculcó la esencia militar, acomodándola a nuestra formación universitaria.
Todo ello viene a cuento porque el
17 de septiembre, es el ¡NONAGÉSIMO TERCER ANIVERSARIO! del nacimiento de Don José Manuel
Sánchez Gey, quien en su Cádiz de arraigo familiar, a la que honra y que le honra, despliega
su plenitud vital, y sigue ejerciendo como líder augusto de su familia, de sus
amigos, y de quienes, como quien esto firma, fueron sus alumnos
y subordinados.
Por ello es necesario agasajar y recordar a este nuestro líder en la milicia y en la vida que fue para todos nosotros "el capitán" (y me arrogo, tal vez de manera osada, la representación informal del centenar largo de jóvenes que estuvimos a sus órdenes).
Por ello es necesario agasajar y recordar a este nuestro líder en la milicia y en la vida que fue para todos nosotros "el capitán" (y me arrogo, tal vez de manera osada, la representación informal del centenar largo de jóvenes que estuvimos a sus órdenes).
Me consta, querido José Manuel, que tu austeridad y
sencillez te hacen eludir cualquier elogio a tu trayectoria personal,
profesional y militar, pero una cosa es que tú no lo desees y otra bien
distinta que nosotros, los que nos enorgullecemos no solo con tu recuerdo sino con
tu permanencia entre nosotros, proclamemos a los cuatro vientos nuestra algazara,
nuestro júbilo, porque el Buen Dios haya permitido contarte todavía entre los “nuestros”;
y pues bastantes de los compañeros de campamento de aquel entonces marcharon ya
hacia las estrellas, los que todavía pisamos esta vida, ya sin demasiadas energías para marcar el paso, nos sentimos felices de
tener con nosotros a “nuestro capitán”, “nuestro padre” en buena medida en
unos estíos campamentales, tan de antaño como que el año próximo se cumplirán
cincuenta años.
Permíteme, querido José Manuel, mi capitán, que te
evoque en aquella Plaza de Armas, en la que mirando a la sierra, con tu porte
marcial, tu mirada serena y tu voz firme y sonora, nos mandabas para rendir
honores a la bandera y a los caídos por España, o te enorgullecías de que tu compañía había desfilado portando el fusil de asalto Cetme, primicia en el Ejército Español.
Y dame licencia también, mi capitán, para que en tu
Nonagésimo Tercer Aniversario, mirando al cielo y a las estrellas de la sierra rondeña, pida
al Dios de nuestro Montejaque y de Benaoján y Grazalema y Ronda, que nos siga obsequiando con tu presencia y
magisterio entre nosotros, y podamos repetirte, evocando tu figura recortada sobre los fondos de la serranía, el inicio de aquel poema de
Eduardo Marquina (en su obra “En Flandes se ha puesto el sol”):
¡Capitán de
los Tercios de Flandes,
Señor
Capitán!
“Para ir delante de los demás, se necesita
ver más que ellos”.- José Martí (1853-1895) Político y escritor
cubano.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Amigo mío.
ResponderEliminarSolo tres palabras a tu artículo:
ME HA EMOCIONADO.
Muy bien, ya hablaremos esta semana del sexo de los ángeles.
El número dos.
JESÚS BAATALLER PERIS
Hola amigo Jesus,te conoci hace muchos años,te vi varias veces en Madrid,Hoy por casualidad he leido sobre ti, y he recordado viejos tiempos......Un abrazo Mary Carmen
EliminarQuerido amigo y compañero Jesús:
ResponderEliminarMenos mal que solo te emocionas y no escribes más, porque me lo contagiarías y porque además para mí el privilegio de contar entre nosotros con el capitán es un motivo de enorme emoción. Él nos recibió siendo unos críos, nos aguantó, tuvo la paciencia de educarnos como a sus hijos, y ahora, en su madura ancianidad, aún nos brinda el cariño de su compañía!
!Qué enorme suerte!
Un gran abrazo, S. de P. B.
Yo estuve en el campamento de Montejaque los veranos de 1963 y 1964 en la 1ª cia. del 2ºbon. de Infantería. Me emociona leer esta crónica.
ResponderEliminarUn abrazo para los compañeros de tienda, de los cuales ya no he vuelto a saber nada de ellos, incluso he olvidado sus nombres. Solo me acuerdo de Felipe Agudo Montes.
J.A.Z