“¡Feliz, feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar!”.- Charles Dickens
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La palabra Paz deriva del latín pax. Es generalmente definida, en sentido positivo, como un estado a nivel social o personal, en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad, y en sentido negativo, como ausencia de inquietud, violencia o guerra.
Desde el punto de vista del Derecho internacional, y por extensión de la definición anterior, el término Paz es un convenio o tratado que pone fin a la guerra (como por ejemplo, el proceso de Paz de Westfalia).
Puede hablarse de una paz social como entendimiento y buenas relaciones entre los grupos, clases o estamentos sociales dentro de un país. En el plano individual, la paz designa un estado interior, exento de cólera, odio y de sentimientos negativos. Es, por lo tanto, deseada para uno mismo e igualmente para los demás, hasta el punto de convertirse en un saludo (la paz esté contigo) o una meta de vida.
Paz política
Se puede señalar que no en todas las culturas se consideró a la paz de una forma positiva. En pueblos como los Vikingos o los Hunos, cuya principal actividad era el saqueo de comunidades cercanas, se exaltaba por el contrario a los guerreros y las virtudes propias de los mismos.
Sello español reproduciendo el Belén napolitano |
Martin Luther King, Jr. , en su Carta de Birmingham, escrita en la prisión ya expresó que “la verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión: es la presencia de justicia”.
La noción de paz en la Biblia
El Antiguo Testamento cuando usa la expresión “paz” (shalom) especialmente en los saludos se refiere a un bienestar material y de espíritu: “La paz esté contigo” o “con vosotros” (cf. Gn 29, 6) y en este sentido no se opone a la guerra. Tal paz solo puede venir de Dios mismo que quiere darla en compensación por la fidelidad de su pueblo a la Alianza aun cuando la paz en su sentido más pleno se espera para los tiempos del Mesías que es llamado Príncipe de la paz (cf. Is 9, 6) que además viene a pregonarla incluso a quienes no pertenezcan al pueblo escogido (cf. Zc 9, 6, Sal 72, 7).
En el Nuevo Testamento la expresión ειρενη mantiene el sentido dado en el Antiguo Testamento, pero también se ve influido por el contexto más griego que implica una ausencia de enemigos o contrariedades:
“...soportándoos unos a otros por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu por el vínculo de la paz”.- Ef 4 2-3
Sin embargo, es por la unión con Cristo y la reconciliación que Él ha obtenido como se puede hablar de verdadera paz entre todos, sean estos judíos o gentiles (cf. Rm 5, 1-5, Ef 2, 14-22). Es generalmente definida, en sentido positivo, como un estado de tranquilidad o quietud, y en sentido opuesto como ausencia de inquietud, violencia o guerra.
La palabra “paz” en la Biblia tiene muchos significados. Según se enumeran en The New International Dictionary of New Testament Theology (El nuevo diccionario internacional de la teología del Nuevo Testamento), algunos son: “En todo el Antiguo Testamento, [shalom] (paz) abarca bienestar en el sentido más amplio de la palabra (Jue. 19:20); prosperidad (Sal. 73:3), hasta con relación a los impíos; salud corporal (Isa. 57:18[, 19]; Sal. 38:3); contentamiento [...] (Gén. 15:15, etc.); buenas relaciones entre las naciones y entre los hombres (Jue. 4:17; 1 Cró. 12:17, 18); salvación (Jer. 29:11; cf. Jer. 14:13)”.
Otras acepciones
Se conoce como "Paz Romana" (en referencia a la Pax romana del Imperio romano) una situación en que una fuerza gobierna ejerciendo poder de forma unilateral, sin estar sometida a control alguno y sin respetar los derechos de aquellos a quienes gobierna. El propósito de la expresión es diferenciar dicha situación de la que se considera como auténtica paz, ya que aunque carezca de violencia o conflictos armados no constituiría una situación ideal o que se desee que perdure. Es mejor llamado: "la paz del fin a la guerra."
La Medición de la Paz
Alegoría de la Paz |
Las dificultades que se presentan al tratar de definir el concepto de paz pueden explicar por qué son tan pocos los intentos de medir el estado de paz en las diferentes naciones del mundo. El Índice de Paz Global es el primer índice intentando medir los niveles de paz en los países del mundo e identificar algunas de las fuerzas que impulsan la paz. El Índice mide la paz definida como la ausencia de violencia. El proyecto aborda la tarea de medir la paz desde los dos aspectos. El primer objetivo es crear un modelo de puntuación y un índice de paz mundial que ordene 149 naciones por sus estados de paz relativos usando 23 indicadores que van desde el nivel de gastos militares de la nación a sus relaciones con países vecinos y el nivel de respeto a los derechos humanos. Los indicadores han sido seleccionados al ser los mejores conjuntos de datos disponibles que reflejan la presencia o ausencia de paz, y que contienen ambos datos cualitativos y cuantitativos obtenidos desde una serie de fuentes confiables. El segundo objetivo es usar los datos obtenidos del Índice de Paz Global para empezar investigaciones de la importancia relativa de una serie de determinantes o fuerzas posibles –incluyendo niveles de democracia y transparencia, educación y bienestar nacional –que pueden influenciar la creación y mantenimiento de sociedades pacificas, tanto interna como externamente.
Educación para la paz
Multitud por la Paz |
La paz es el proceso de búsqueda de justicia en los diferentes niveles de relación humana. Este es un concepto dinámico el cual nos lleva a hacer brotar, arrostrar y solventar los conflictos de manera no-violenta, con el fin de alcanzar una concordia de la persona consigo misma, con la naturaleza y con los demás.
La investigación para la paz tiene un carácter desusado en cuando a disciplina con demanda científica. Pretende introducir introspección en la ciencia, divisar las causas de la guerra y de la violencia para socavar su autenticidad como instrumento político y fomentar así condiciones de paz. Entre sus características definitorias destacan: “interdisciplinariedad, transdisciplinariedad, carácter normativo, orientación hacia la acción, su naturaleza internacional y la búsqueda de receptores diversos.”
A.J. Muste (1885 – 1967) dijo: ”No hay un camino hacia la paz, la paz es camino”. Por ello, la reiteración en la educación para la paz radica tanto en su método como en su contenido. La paz no es una meta, sino un proceso, por el que hay que aprender a entrar en los conflictos y resolverlos de forma positiva sin usar la coacción.
La idea de educar contra la armonización, para la rebeldía, está abismalmente enfrentada a la filosofía y práctica no violenta. La educación debe de estar orientada a finalizar con la guerra, por lo que ha de compaginar “la capacidad de rebeldía y regular los conflictos por métodos incruentos”, así, se debe hacer aflorar los conflictos en la educación, incluso engendrarlos. Y el hecho de vulnerar debe implicar a asumir la responsabilidad de las consecuencias de las propias determinaciones.
La necesidad de educar en valores para la indisciplina y para el enfrentamiento lleva a otro problema de la educación para la paz, el problema de la elección, el conformismo o la pseudoespeciación cultural. El conformismo se ha desarrollado en épocas actuales, y en ese proceso ha jugado un papel destacado en la educación. La pseudoespeciación cultural, conserva la guerra, el militarismo y la aceptación de la idea del enemigo.
La educación para la paz tiene varios enfoques:
- Como mediación y solución de conflictos.
- Como paz personal.
- Como orden mundial.
- Como la abolición de las relaciones de poder.
(De Wikipedia y otras fuentes)
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El lector me dispensará su indulgencia y sabrá perdonarme que en una entrada como la presente, en la que pretendo felicitar a todos por la próxima Navidad, me haya introducido en excesivas disquisiciones sobre la Paz, y haya reproducido anteriormente una serie de citas y criterios sobre tan esencial concepto.
Sin embargo, no puedo sustraerme al sentimiento que me inspira la Navidad, que es algo más que una celebración religiosa, con ser mucho y esencial la conmemoración del nacimiento de Jesús, ya que en este mundo que el materialismo ha inundado, y en el que parece que solamente la obtención de las metas de bienestar físico y material pretendidas es lo que importa, se echa muy de menos, se acusa, la falta de un sentimiento genuino de Paz.
Es la Paz que surge del interior del ser humano, noble y bueno por naturaleza, y que pretende irradiar ese bien, ese estado, ese sentimiento a todos los que le rodean.
Es la Paz que debe de inspirar el proceder de quienes tienen responsabilidades en la vida, como padres, como hijos, como cuidadores, como protectores del bien común.
Es la Paz que ha de presidir las intenciones de los políticos y gobernantes, que deben de buscar por encima de las sanas discrepancias y enfrentamientos, la armonía de las relaciones entre personas y entre pueblos, para alcanzar el bien común.
Es la Paz que debe de imperar entre las naciones, evitando conflictos bélicos, limando asperezas entre pueblos y culturas, propiciando el entendimiento de las gentes.
Es la Paz que debe de proclamarse en la naturaleza, cuidando de ella, como el medio de vida que la humanidad debe de proteger para legarlo a las generaciones sucesivas.
Postal de felicitación navideña de Ucrania |
Es la Paz que deriva del Amor, del buen entendimiento entre todos.
Es, en definitiva, la Paz de Dios.
Es la Paz que inspira la Navidad cristiana, en la que celebramos que Dios se hizo Hombre para redimir al mundo y lo hizo en medio de la mayor humildad y sembrando sencillez, desposeído de todos los bienes materiales.
Es la Paz que, querido lector, seas creyente o no, seas cristiano o no, te deseo con todo afecto y de todo corazón, haciendo votos por que en este tiempo de Navidad nazcan en ti y en los tuyos los mejores sentimientos de hermandad y armonía, y en medio de las adversidades sepáis alcanzar el bienestar del espíritu.
Así pues, ¡Paz para todos y Feliz Navidad!
Y permitidme que como despedida recoja estos bellos versos del poeta español Rafael Alberti:
"¡Paz, paz, paz! Paz luminosa.
Una vida de armonía
sobre una tierra dichosa."
"Paz sin fin, paz verdadera.
Paz que al alba se levante
y a la noche no se muera."
Una vida de armonía
sobre una tierra dichosa."
"Paz sin fin, paz verdadera.
Paz que al alba se levante
y a la noche no se muera."
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
DESDE LUEGO QUE DIOS TE HA DADO EL DON DE LA CLARIVIDENCIA Y EL SABER LLEGAR CON TUS MENSAJES A "TODOS".HOY DIA DE S.JUÁN DE LA CRUZ HACE 11 AÑOS QUE MAMÁ NOS CUIDA DESDE EL CIELO Y NOS PROTEGE BAJO LA MIRADA ATENTA Y PRESENCIA DE TU CAPITÁN,YA PENTA BISABUELO.BESITOS Y LOS MEJORES DESEOS A TÍ Y LOS TUYOS.LOLA DE CÁDI
ResponderEliminarTe traigo un mensaje navideño en mis coplas:
ResponderEliminarCOPLAS DE NAVIDAD
En Belén nos nació un niño...
cuando hombre, murió en la Cruz.
¡Esperanza dio a la Tierra;
al corazón, la luz!
Su mirada, de ilusión;
su nariz, con un lunar;
sus cabellos, de ensueños
y su boca, para amar.
Sus manitas regordetas
con deditos sonrosados
ya nos dan su bendición.
¡Somos sus seres amados!
¡El Niño duerme feliz!...
Un buey le cuenta secretos,
la vaca le dice muuu
y un gallo se queda quieto.
Mientras duerme el Niño Dios,
María lava pañales,
San José ordeña una cabra
y ahuyenta todos los males.
Llegan todos los pastores,
a adorarlo, desde el cerro.
Traen leche y corderos,
pan crocante y un cencerro.
Para él, los pájaros trinan,
se oyen alegres gorjeos.
Los grillos hacen cricrí
y a las cigarras no veo.
La estrella en Belén titila,
al Niño quiere anunciar.
Unos sabios Reyes Magos
ya la siguen sin parar.
Adoran al Niño
María y José,
todos los pastores,
los Reyes también.
Marta Alicia Pereyra Buffaz
Morteros, 14-12-03