16 marzo 2010

Fallas de Valencia y el Día del Padre

A pesar de que ha habido algunos anónimos (cobardía de no expresar ni siquiera su nombre) que han comentado mi anterior entrada, en los términos más bien abruptos y groseros que les ha garantizado su cobarde anonimato, no voy a polemizar más al respecto, y sí tratar del tema de las Fallas de Valencia, conectado con la celebración del Día del Padre, que en España se hace coincidir --por razones estrictamente comerciales-- con el 19 de marzo.
Sobre las Fallas ya he escrito en otras ocasiones en este blog, y no voy a cansar de nuevo al lector, sino a remitirle al link de Wikipedia, en el que hallará información adecuada, que le permitirá continuar navegando por la red: http://es.wikipedia.org/wiki/Fallas_de_Valencia
Respecto del Día del Padre, voy a prescindir de su faceta eminentemente comercial (que en sí ya desautoriza la celebración) para referirme simplemente a que la paternidad no está hoy de moda, ya que esa tendencia del mal entendido femininismo que patrocina la "miembra" del gobierno llamada "Aido", puesta al frente del ministerio de "igual-da", parece que refiere absolutamente a la mujer, considerandola más "hembra" que mujer, el prodigio de la procreación y de la gestación.
El padre es, para estas gentes, el simple accidente de quien produjo la fertilización.
Ahora bien, llegado el tiempo de reclamar pensiones, o de vituperar alejamientos, el padre es convertido muchas veces en un canalla incalificable...
Ni una cosa ni la otra. El padre es un miembro necesario de cualquier familia normal, que no solamente tiene un "rol" genético y de engendramiento, sino el papel nutricio, de acompañamiento, de educación, de protección, de equilibrio.
Hay algunos hijos --e hijas-- que consideran que el padre es un "elemento a explotar y a aprovechar", y le atribuyen todo el cúmulo de problemas que les han sobrevenido en la vida, por el simple hecho de haberles engendrado.
¡Pobres espíritus los que así piensen!
Ni los padres son la perfección suma, ni las madres el elemento único e imprescindible. Ambos dos constituyen la esencia y el embrión de la familia, y quien reniegue o no se comporte adecuadamente con ellos (permanezcan juntos o separados) está sembrando que en su vida, si alcanza la paternidad o la maternidad, acontezca lo mismo.
Las celotipias, las envidias, las dobleces y las falsedades solamente generan, incrementado, lo mismo que ellas son.
Pero, en fin, felicitemos a los padres, porque, pese a lo que pese a algunas personas poco "cerebradas", ellos han sido, junto con ls madres, elemento esencial en el desarrollo de la humanidad.
A todos los padres, especialmente a quienes ni siquiera obtienen el reconocimiento ni la atención como tales, el mayor de los loores y una gran felicitación. Ellos han sido tan importantes como sus antagonistas, las madres, que aún lo han sido más.
"No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos"
Johann Christoph Friedrich von Schiller (1759-1805) Poeta y dramaturgo
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

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