08 septiembre 2009

PERIPLO POR EUROPA 2009: DE KIEV A VALENCIA, PASANDO POR POLONIA, DRESDE Y GINEBRA.- 8.- Cruzar Polonia parra llegar hasta el Elba

Después de la buena acogida de que fuimos objeto en Radom , tras descansar confortablemente en el hotel de Radom, y de un desayuno espléndido en su buffet libre (el mejor de todo nuestro viaje, e incluido en el precio de la habitación), nos encaminamos hacia Dresde, en el este de Alemania, para lo cual habíamos de cruzar Polonia.
Optamos por pasar por Czestochowa, porque la carretera hasta allí (y desde esta población hasta Katowice) era una autovía Light, es decir doble calzada en cada banda, aunque con bastantes cruces, salidas y entradas a nivel y semáforos en algunos puntos.
El trayecto de Radom a Czestochowa nos demoró unas dos horas, y nos invitó a visitar el renombrado santuario Jasna Gora, en el que se venera la imagen de la virgen negra de Czestochowa, bastante conocida y muy popularizada por el Papa Juan Pablo II, que por algo era polaco y había sido Cardenal Arzobispo de Krakow.
El acceso al santuario está bastante bien organizado, con unas grandes explanadas para el aparcamiento de autocares y automóviles, casi repletos, forzando a caminar un rato para llegar a la capillita bajo el santuario o basílica, en la que se halla en su altar el cuadro con la virgen negra, rodeada su faz por un recubrimiento de plata, al estilo de los cuadros con iconos de estilo bizantino o ruso.
Era domingo y había una enorme multitud que dificultaba el acercamiento, por lo que nos limitamos a llegar hasta el umbral de la capillita (a rebosar) y regresar al coche, porque nos esperaba una larga jornada.
Desde Czestochowa nos dirigimos a la recién construida autopista de Krakow a la frontera alemana, tan recientemente acabada que ni siquiera se pagaba peaje en casi todo su recorrido, aunque la ausencia de áreas de servicio –total—era suplida por indicaciones de zonas de servicio en las poblaciones aledañas.
Así, ya circulando por fin a muy buena velocidad, y sin abandonar la autopista, llegamos al punto fronterizo con Alemania, en el que comprobamos que la ausencia de fronteras por el Tratado de Schengen era real, aunque sí observamos una discreta vigilancia de quienes cruzaban el límite territorial por parte de la policía alemana.
De manera que, sobre las 6 de la tarde, estábamos ya en Dresde, con un cierto cansancio, porque habían sido casi 800 kilómetros los que habíamos recorrido.
En Dresde comprobamos a simple vista que la ciudad, aún conservando algunos monumentos antiguos, era muy nueva, pues, por ejemplo, nuestro hotel, de una conocida cadena francesa, era uno de los tres hoteles del mismo nombre, cada uno de ellos con 300 habitaciones, en una amplísima y moderna plaza.
Hago aquí un paréntesis para insertar información sobre Dresde obtenida de Wikipedia, y después de ella continuaré comentando.
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Dresde (en alemán Dresden) es la capital del estado federado de Sajonia, en Alemania.
Situada en el centro de Europa, constituye un nudo de transportes fundamental a la vez que un centro económico de gran importancia. Esta aglomeración, junto con la de Chemnitz-Zwickau y la de Leipzig-Halle, constituyen la llamada “región metropolitana del triángulo sajón”. La población total de Dresde supera los 500.000 habitantes ysu correspodiente
Regierungsbezirk o región administrativa, el millón y medio.
Durante la Primera Guerra mundial,
Dresde permaneció incólume. Después de la Revolución de Noviembre de 1918 se convirtió en la capital del Estado libre de Sajonia.
La ciudad recibió un durísimo golpe al final de la Segunda Guerra Mundial. En febrero de 1945, apenas doce semanas antes de la capitulación de la Alemania nazi, Dresde fue objeto de una serie de bombardeos que desencadenaron una tormenta ígnea que redujo a escombros su centro histórico. El número de muertos se estimó en un principio en varios cientos de miles, pero las investigaciones recientes más documentadas lo reducen a alrededor de 20.000 fallecidos. El ataque aéreo sobre Dresde sigue siendo uno de los episodios más polémicos de la Segunda Guerra Mundial.
Al repartirse Alemania las potencias aliadas, Dresde quedó dentro de la RDA. La mayoría de los restos de la ciudad antigua desaparecieron. Ruinas del Dresde barroco y de iglesias fueron dinamitadas. Debido a las protestas de los vecinos, las partes no destruidas del barrio de Neustadt se salvaron de la demolición. Se crearon los barrios de viviendas populares prefabricadas de Prohlis y Gorbitz. En otras zonas de la ciudad se levantaron igualmente grandes bloques de edificios de hormigón. Pocos edificios antiguos quedaron para la posteridad. Las autoridades socialistas reconstruyeron el palacio Zwinger, la Catedral católica (Hofkirche) y el teatro de la ópera (Semperoper).
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y la Reunificación alemana, la ciudad pasó a ser parte de la RFA y la Unión Europea. En esta época fueron derribados más edificios antiguos. También otros muchos fueron reconstruidos gracias a subvenciones. Muchas zonas de Dresde sirven como ejemplo de la exitosa restauración de edificios representativos y permanecen como emblemas del patrimonio nacional.
Al igual que el resto de la ex-RDA, Dresde ha tenido problemas para acoplarse con el sistema de la RFA. Sin embargo, la ciudad destaca por ser una de las que mejor ha sabido adaptarse a la Nueva Economía.
En agosto de 2002, la ciudad se vio afectada por las grandes inundaciones que produjo el Elba. El nivel del río superó al de las mayores inundaciones de 1784, 1799 y 1845. En 2004 Dresde y los 20 km que median entre el castillo de Übigau y el Palacio de Pillnitz, es decir, el Valle del Elba en Dresde, fueron declarados Patrimonio Cultural Mundial de la Unesco, pero dejaron de serlo en 2009 a causa del impacto producido por las obras del puente del Waldschlößchen.
En el año 2005
se culminó la reconstrucción de la Frauenkirche, iglesia que se ha convertido en el símbolo de la reconstrucción de la ciudad.
Dresde es conocida como la ciudad del Barroco, llegando a utilizarse el término Barroco de Dresde en el campo de la arquitectura. En general, los edificios barrocos y algunos neobarrocos que se conservan fueron construidos por los monarcas sajones. No se conservan muchos edificios civiles barrocos. Por otro lado, muchos son clasificados erróneamente en este estilo. Otras construcciones son de estilo renacentista y clásico sobre todo, pero con el nuevo estilo de construcción del Historicismo arquitectónico.
Son monumentos de interés
Catedral y Palacio (derecha) en Theaterplatz
Frauenkirche: la Iglesia de Nuestra Señora es mundialmente conocida como un monumento en contra de la guerra y como símbolo de la reconciliación. El 14 de febrero de 1945 se derrumbó como consecuencia del Bombardeo de Dresde. Años después ha sido reconstruida gracias, principalmente, a donantes de todo el mundo.. A lo alto de su gran cúpula, la cual domina el perfil de la ciudad, se puede subir para tener una vista panorámica de toda la urbe. El edificio original de George Bähr fue uno de los mejores exponentes del Barroco. La iglesia se edificó entre 1723 y 1743. El tiempo de construcción, de 17 años, era muy corto para aquella época, ante todo si se tiene en cuenta que para la reconstrucción se han necesitado 10 años en la actualidad. Tanto el edificio nuevo como el anterior tienen una altura de unos 91 m.
Hofkirche: la Iglesia de la Corte (catedral católica) ha vuelto a ser el segundo edificio religioso en altura tras la reconstrucción de la Frauenkirche. La Hofkirche fue reconstruida tras la Primera Guerra Mundial y en 1980 fue consagrada catedral. Dresde es una de las pocas ciudades en las que una catedral católica no es el edificio religioso más alto.
Terraza de Brühl: es un conjunto arquitectónico que extiende a lo largo de la orilla del Elba junto al casco histórico. El acceso occidental a la terraza se realiza a través de unas escaleras que dan a la Schlossplatz. Desde comienzos del siglo XIX se le denomina también en ocasiones “el balcón de Europa”.
Dresdner Schloss: antigua residencia de los reyes de Sajonia. En la actualidad alberga varias exposiciones y colecciones; la más famosa, el Grünes Gewölbe.
Augustusbrücke: el puente de Augusto es el más significativo de la ciudad y une el casco antiguo barroco con la Neustadt sobre el río Elba.
Iglesia ortodoxa rusa de Dresde
Galería de los antiguos maestros (Galerie Alte Meister): se encuentra en el edificio Semperbau de Zwinger desde 1855. La pieza más famosa de la colección es la Madonna Sixtina de Rafael, la cual en un principio fue parte de un retablo (1512/13). La galería cuenta con pinturas del Renacimiento y del Barroco, como Rembrandt, Rubens y Canaletto.
Galería de los nuevos maestros (Galerie Neue Meister): está situada en el Albertinum.

Constituyó una agradable experiencia el paseo hacia la zona monumental, hasta llegar a la Plaza del Teatro, y fotografiar el bellísimo conjunto arquitectónico, con las iglesias y catedrales en la incipiente penumbra, hasta llegar a la terraza de Brühl, sobre el ya amplio río Elba, que permite vislumbrar una bella panorámica.
A los pies de la terraza se halla la típica Münzgasse, en la que todo son restaurantes, algunos de especialidades sajonas muy apreciables, como las bolas de patata cocida, o los diversos Schnitzel, regados de buenas salsas. Y un ambiente turístico completo.
Ocasión para muchas fotografías y recuerdos, que acompañan el regreso hasta el hotel, en una moderna plaza, rodeada de centros comerciales de arquitectura avanzada.
Era necesario descansar porque el día siguiente había que cruzar Alemania.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

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