10 septiembre 2009

La ciudad de Berlín, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2009

NOTA DEL AUTOR.- Interrumpo por un día la publicación de los relatos titulados “Periplo por Europa 2.009”, para hacerme eco de la noticia que motiva la presente entrada.

La Ciudad de Berlín en el XX aniversario de la caída del Muro ha sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, cuyo fallo se dará a conocer este mediodía en Oviedo.
La candidatura de la ciudad de Berlín, en el XX aniversario de la caída del Muro, hace referencia a lo que fue representación material del denominado "telón de acero". Fue entre 1961 y 1989 el símbolo mundial de la Guerra Fría, tras la Segunda Guerra Mundial.
La ciudad, dividida en cuatro sectores bajo el control de los aliados y de la Unión Soviética, se convirtió en sede permanente del enfrentamiento ideológico entre el Este y el Oeste. El Muro separó no solo ideologías, también familias, vecinos y amigos.
'Un nudo de concordia'
El acta del jurado destaca que con este premio a Berlín, en el XX aniversario de caída del Muro, se quiere simbolizar en esta ciudad "tanto a quienes con la pérdida de su vida o de su libertad lucharon de forma directa por superarlo, como a los millones de ciudadanos que fueron capaces de construir, sobre las cicatrices de la división, una sociedad abierta, acogedora y creativa".
El jurado considera que Berlín ha sido "un nudo de concordia en el corazón de Alemania y de Europa, que contribuye al entendimiento, la convivencia, la justicia, la paz y la libertad en el mundo".
Las candidaturas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), del sacerdote jesuita Kike Figaredo y del reportero iraní Maziar Bahari llegaron también a las deliberaciones finales del jurado.
El galardón, dotado con 50.000 euros, reconoce a personas o instituciones que hayan "contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o a la defensa de la libertad".
La candidatura de la capital alemana fue presentada por un grupo de parlamentarios europeos de todas las ideologías, encabezado por el socialdemócrata alemán Martin Schulz y del que forman parte también el español Iñigo Méndez de Vigo, del Partido Popular Europeo (PPE), y el socialista español Enrique Barón Crespo.
(“El Mundo”, 10/09/2009)

Por encima de personalismos, no puedo menos que congratularme por la concesión de este Premio a la ciudad de Berlín, porque, como he tratado de reflejar en precedentes comentarios dentro de “Periplo por Europa 2009”, en la capital de Alemania he hallado un claro ejemplo de asunción del pasado con propósito de aprovecharlo para mejorar el futuro.
Ese muro que cercenaba la ciudad y la convertía en un oasis prisionero dentro de un mundo tan distinto como el comunista, ha servido de simiente a la esplendorosa capital que se ve, se palpa, ha renacido de sus pasadas miserias.
Me felicito, pues, de haber podido apreciar, antes de la concesión de este galardón, el valor simbólico del pasado y los esfuerzos de armonÍa y concordia que han sido reconocidos.
Especialmente felicito a mi querido yerno, Marco, que tan berlinés se siente, y como tal vive en España, y a sus padres, con quienes tuve el placer de recorrer y ser ilustrado sobre Berlín, porque su ciudad, por mor de sus habitantes, ha sido reconocida como ejemplo.
Especialmente, la superación de pasadas discriminaciones entre pobladores de una y otra parte del muro, y la desaparición de prejuicios sobre estilos de vida, han sido y deberán seguir siendo un paradigma para tantos y tantos colectivos que se debaten entre los dogmatismos ideológicos y el egoísmo.
Dije en mis relatos que, desde luego, Berlín vale la pena.
Añado ahora: Berlín, premiada por su ejemplo de concordia, debe perdurar en el recuerdo como forma de armonización entre los pueblos y su historia.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

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