29 abril 2009

Belleza femenina versus política

“Los tacones de Sarkozy, los vestidos, zapatos y bolsos de Carla Bruni, la inventada guerra de glamour entre dos damas, los nombres de los diseñadores de moda, las miradas enamoradas, las imágenes de televisión con los dos haciendo manitas como dos colegiales, las sonrisas cómplices, y a veces forzadas, y un supuesto duelo, inexistente, desde el principio, entre una ex cantante y ex modelo y la Princesa de Asturias han ocupado hasta el empalago la información sobre la primera visita de Estado a España del presidente de Francia” (De JOSÉ ONETO, “El Mundo”, 29/04/09)
¿Qué ha acontecido en España los pasados lunes y martes?
¿Qué inesperada conmoción ha recorrido los medios informativos, los mentideros políticos, los círculos sociales, las revistas rosáceas…?
¿Han sido los tacones de Sarkozy, elevando su menguada estatura hasta la del presidente del gobierno o la del monarca español?
¿Ha sido la propia categoría personal del “petit Napoleón” la que ha inflamado de “glamour” la vida española?
Pues no.
Han sido tres rostros y tres figuras femeninas los que han concitado el mayor interés, relegando a un segundo plano los eventos (no insignificantes) que ha deparado la visita a España del Jefe del Estado francés y parte de su gobierno.
Diré por adelantado que me parece que la señora de Sarkozy es una auténtica belleza, rodeada además de “glamour”.
Diré también que me parece que la Princesa de Asturias es también una bella señora, revestida de especial encanto, mal que pese a algunos raídos comentaristas de la cosa rosa.
Diré especialmente que la Reina de España tiene acreditada una gran categoría personal como monarca consorte, y merece todo tipo de admiración y respeto.
Ahora bien. De lo anterior a que hayamos de concentrar en tres rostros de mujer, en tres figuras femeninas, el interés del viaje de Sarkozy, media un abismo.
Pienso que en esta ocasión ni siquiera el manipulador Zapatero ha pretendido ocultar nada con base en las féminas, ya que él sería el primer perjudicado, al no “relucir” lo que le conviene…
Sin embargo, me rebelo frente a la superficialidad de muchos medios de comunicación, que siguen potenciando la moda fácil, el cotilleo semi-malsano, antes que la veracidad informativa.
Importante ha sido la visita del “petit Napoleón”, pero más importantes han sido sus apoyos (¿desinteresados?) y sus compromisos de colaboración antiterrorista e integración territorial.
De todas formas, no podemos negar que si todas las visitas de altos mandatarios extranjeros fueran como la del francés, al menos nuestras mujeres estarían satisfechas, y nuestros ojos, tan tristes últimamente en medio de tanta crisis, alcanzarían el brillo especial que a cualquier hombre produce la belleza femenina.
Lo que abunda nunca daña, y en este caso, más vale contemplar a estas tres lindas señoras que no a “Mr. Bean” y toda su cohorte de feos ministros, calvos los unos, gordos los otros, ojerosos los más, e ineptos casi todos.
¡Que viva la belleza!
“El que va acompañado de una linda mujer sabe que los amigos hallados en la calle tienen siempre más cosas que decir que cuando vamos solos” Enrique Jardiel Poncela (1901-1952) Escritor español.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

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