23 febrero 2009

Nos hemos librado de un chulito...

“La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió”
Francisco de Quevedo y Villegas
(1580-1645) Escritor español

Al hilo de la anunciada “dimisión” del hasta hoy Ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, y sin ánimo de “hacer leña del árbol caído”, no puedo ocultar mi tranquilidad, porque, al fin, ha desaparecido de la escena política este Fiscal creído donde los haya, agresivo por aquello de que se consideraba en posesión de la verdad, arrogante “per se”, que se gastó una millonada arreglándose con fondos públicos un piso que ya estaba previamente reparado, que “se auto-invitaba” a las monterías, que se erigía en “conspirador” junto con jueces de su misma calaña política, que presumía de cazar en fincas del patrimonio nacional, sin pagar nada ni solicitar permiso, y que siendo tan ilustre ministro, “no se dio cuenta” de que cazaba en Andalucía y no en Castilla-La Mancha, para solicitar la pertinente licencia. España parecía suya...
Vamos, todo un personaje…Todo un chulito… Ni un solo gesto de contención o de lamento...
Ha dimitido con la apariencia de una humildad que no conoce, hablando de “servicio”, cuando lo único que él ha evidenciado ha sido el “autoservicio” y diciendo ser ahora “generoso” con su nación, al retirarse “para no entorpecer”…
¡Vaya pieza! ¡Digna de una montería!
De la montería política que él mismo se ha “auto-organizado”.
Y menos mal que se ha ido…
Bermejo, que tanto maquiavelismo trató de ejercitar, se olvidó de la sentencia de Nicolás de Maquiavelo (1469-1527, Historiador, político y teórico italiano) : “La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad”
¡Descanse en paz!, mejor dicho, ¡Ya podemos descanzar en paz! Por el momento...
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

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