05 marzo 2008

Un acueducto " a la europea"

“El comité en cuestiones de política económica e integración europea del Gabinete apoyó el proyecto de acuerdo del Consejo de ministros «Sobre el traslado de los días laborales en 2008»: el miércoles 2 de enero para el sábado 12 de enero, el jueves el 3 de enero para el sábado el 26 de enero, y desde el viernes el 4 de enero para el sábado el 9 de febrero.
Como comunicó a UNIAN el servicio de prensa del Ministerio de finanzas, el vice-primer ministro y ministro de finanzas de Ucrania Mykola Azarov aceptó tal decisión en la sesión del 26 de noviembre.
Recordemos que el 5 y 6 de enero de 2008 respectivamente son fin de semana, sábado y domingo, y el 7 de enero, lunes, Navidad.”
(Fuente: UNIAN)
Algunas veces, charlando sobre Ucrania, sus costumbres y sus gentes, me preguntan los amigos y conocidos si el país y sus ciudadanos se asemejan en formas de vida, costumbres, usos sociales, relaciones, etcétera, a los del Oeste de Europa, y especialmente a los de la Unión Europea.
Aunque actualmente la Unión Europea es tan grande y diversa que calificar unificadamente sus formas de vida y costumbres resulta casi imposible, pese a los esfuerzos que desde Bruselas efectúa la Comisión Europea, suelo contestarles que en Ucrania se conservan mucho más las tradiciones que en nuestros países de la UE, y especialmente las relaciones personales de pareja, familia, amigos, vecinos, son mucho más delicadas, más auténticas, más humanas que entre nosotros, los más occidentales.
Inclusive, hablando y comparando sobre la laboriosidad, me atrevo a decir que en Ucrania la gente es mucho más trabajadora que en España y países limítrofes, tal vez por los años de penuria pasados y de los que se está empezando a salir ahora.
Y, mira por dónde, ahora aparece que esa nuestra Ucrania tradicional, laboriosa, se habrá convertido en una avanzadilla en Europa, si es que cuaja, como parece, esa decisión de hacer un “acueducto” laboral desde el 1 al 7 de enero.
Es innegable que ya en años anteriores la vida de trabajo se ralentizaba en gran manera en dichas fechas, y que no era raro encontrar que la gente se había tomado los días intermedios como vacacionales, para recuperarlos en otros sábados de más adelante, y había ido o a visitar a la familia, o de viaje.
Lo curioso ahora es que esa costumbre sea oficializada por el Consejo de Ministros, y durante una semana, según parece, todo sean festivos, en cuanto no son laborables.
Bien mirado, sorprende se tenga el realismo de oficializar lo que en la vida normal hacen las gentes, pero no deja de causar cierto pudor que se publique ese “acueducto”.
No me parece personalmente mal esta solución, siempre que se recuperen los días perdidos en los arcos del “acueducto”, y casi podría ello constituir una fórmula a estudiar.
Lo que por otra parte sí creo es que esta fórmula nunca se adoptará en España, porque aquí somos más “sofisticados”: Nos tomamos las fiestas, pero no lo oficializamos; nos tomamos las horas para ir a la consulta médica y, de paso, descansamos en casa unas horas más; aprovechamos el más incipiente resfriado para pedir la baja laboral.
Ahora bien, el trabajo es el trabajo, y no se pueden dar como festivos los días laborables. Máxime en el seno de la Unión Europea, porque crearía auto-sonrojo en Bruselas una medida así.
Bueno, relativamente habría auto-sonrojo en Bruselas, por que ¿cuántos funcionarios habrá en las oficinas de la Unión desde el 27 de diciembre al 1 de Enero?
Y digo “habrá” y no “trabajarán”, porque ya se sabe aquello del cuartel: “Por la mañana no trabajan; por la tarde no vienen…”
Pues, qué caramba, felicidades ucranianos, que al menos tendréis casi una semana de vacaciones, sin necesidad de aparentar un resfriado…
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

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