Manuela Carmena, que tiene Madrid manga por hombro y dedica su tiempo a las minucias en lugar de coger la sartén por
el mango y tomar decisiones que se necesitan como el comer, presume de que se
toma Podemos a título de inventario, que va por libre y no tiene que recibir
consignas de ese partido al que no pertenece pues encabezó la lista como
independiente. Sin embargo, cuando media España se muerde las uñas a la espera
de la votación de este viernes mientras la otra media se mesa los cabellos de
desesperación, sale Carmena y pide a Podemos que se abstenga para
dejar que gobierne Pedro Sánchez.
Es su
granito de arena a ese “gobierno progresista” que no se sabe muy bien si va a producir progreso, porque los
inversores andan remisos a apostar por él por mucho que Ciudadanos se haya
colocado a la vera de Sánchez. Aunque está por ver que se quede a la vera si
Pablo Iglesias finalmente enmarida con el secretario general socialista.
En este
viernes de infarto comprobaremos si los últimos días hemos visto sucesivas
sesiones de teatro o, como sostiene el director de este periódico, estamos
ante un inmenso plató de televisión. Probablemente las dos cosas, pero si
después de lo que ha dicho Pablo Iglesias de Pedro Sánchez y del PSOE, al final acaba besándose con Sánchez con el
mismo entusiasmo que lo hizo con Domenech, entonces los Emmy y los
Toni tienen ya sus nuevos ganadores sin necesidad de recurrir a los
responsables de las grandes series de televisión y de los escenarios
de Broadway.
Seguimos
sin tener idea de qué puede ocurrir, porque estamos en la pelea a muerte
por salvar la cabeza y descalificar al contrario de la forma más
contundente posible. Rivera dice que ha roto los puentes con Rajoy,
pero veinticuatro horas antes de firmar el acuerdo con el PSOE declaró que
debatían sobre si votar en contra o abstenerse a un gobierno de Sánchez, no a
votar a favor. Y luego pasó lo que pasó. Cualquiera que tenga corazón
socialista no quiere ni pensar en
la posibilidad de acordar nada con un Pablo Iglesias que les ha herido en lo
más profundo, pero… Sánchez se ha negado hasta ahora a cambiar más de
dos palabras con Rajoy, pero si no logra ser presidente este viernes,
quizá acabe negociando lo que hasta ahora no ha querido negociar.
Estamos en
la pelea a muerte por salvar la cabeza y descalificar al contrario de la
forma más contundente posible.
Rajoy ha hecho en estas cuatro semanas lo que tenía pensado hacer: esperar. Estaba convencido que su única oportunidad era esperar a que Sánchez se viera imposibilitado de encontrar los apoyos necesarios para formar gobierno. Y no se ha movido. Sólo hizo una cosa el presidente en funciones: preparar un discurso demoledor para el debate de investidura. Él marcó la línea: utilizar la ironía y el sarcasmo para ridiculizar el programa presentado tan teatral y televisivamente por Sánchez y Rivera. Dio varias ideas y las elaboró con la ayuda del cuarteto habitual, Soraya, Moragas, Arriola y Martínez Castro… con la ayuda de un conocido periodista.
Efectivamente fue un discurso demoledor, hizo mucho más daño que si hubiera utilizado la sal gorda a la que recurrió Pablo Iglesias.
A ver. Al
terminar el debate, un conocido socialista confesaba su esperanza de que
finalmente se consiga el apoyo de Podemos con su abstención. Este viernes o antes del 2 de mayo,
cuando tendrán que convocarse nuevas elecciones si antes no hay gobierno.
Se dice el pecado pero no el pecador. Otro, más importante que el
anterior, confiaba en que antes del límite se llegue a un acuerdo de
investidura entre PP, PSOE y Ciudadanos para que gobierne Rajoy. Con
un documento en el que se recojan las iniciativas parlamentarias que se
llevarán a cabo, entre ellas una reforma constitucional que obligaría a
reducir la legislatura a dos años y medio como mucho. “Y nosotros, después de
dejar que gobierne Rajoy con nuestra abstención -y decía Rajoy, no otro-
pasaríamos a la oposición. Oposición
muy dura pero con sentido de Estado para plantar cara a lo que hay
que plantar cara y defender lo que hay que defender. Es la mejor fórmula para
recuperar el terreno perdido y dejar a Podemos en su sitio, el del
disparate”.
También se
dice el pecado pero sin el pecador.”
…
Me lanzo a
escribir cuando todavía no se ha celebrado la segunda sesión del pleno del
Congreso de los Diputados para la investidura de un posible presidente del
gobierno, y aunque siempre es arriesgado vaticinar, me anticipo a dar por
supuesto que por segunda vez Pedro Sánchez quedará frustrado en sus ambiciones
de alcanzar su ansiado “fruto del deseo”: la presidencia del gobierno.
Es aquello
de la fábula de la zorra y las uvas, en la que –recuérdese— la zorra no podía
alcanzar los racimos de vid pendientes de una parra, a la que no llegaba por su
altura, e ideó la excusa de que “todavía están verdes”.
La gran
verdad es que nunca Pedro Sánchez pudo aspirar a más, con sus pobres
resultados electorales, ni la presidencia del gobierno estuvo nunca tan cerca de ser
alcanzada por tan inadecuado personaje.
No es
momento de hacer leña del (supuesto) árbol caído, pero sí de lamentarse del
jeroglífico en que los unos y los otros (me refiero a los partidos políticos)
han convertido el panorama político español.
Recuerdo
mis tiempos de escolar cuando salía aquello de “te ajunto; no te ajunto”,
porque por lo que estamos viendo, los de un lado tratan de asociarse con los de
la parte opuesta, y los de distinto signo se
aproximan abandonando a los más afines.
aproximan abandonando a los más afines.
Unos buscan
el “pacto de progreso”, que consiste en juntar al deslenguado y
faltón líder de P(j)odemos con el socialista de ortodoxa presencia; pero
resulta que si el “naranjito” de Ciudadanos está cerca del orgulloso frustrado
presidente, los de la coleta no quieren saber nada. Y los azules del partido en
el gobierno (en funciones, aunque parece que no funciona) están ahí con su
mayoría minoritaria, que para poco les está sirviendo, porque todos están
contra ellos.
De momento,
la primera conclusión que avanzo es la de la zorra y las uvas: No es que las
vides estén verdes. Es que Pedro Sánchez no puede alcanzarlas, después de
sufrir un buen varapalo electoral y echar más cara dura y doblez que
autenticidad a un supuesto programa “progresista” que se acabaría en un
gobierno frente populista.
Pero,
claro, tampoco los pastores de Ciudadanos pueden quedar exentos de vituperio,
porque ellos decían que nunca llegaría el lobo, y después se han mostrado
atemorizados por el simple hecho de ser asimilados, no sin razón, con los del
PP.
Nos quedan
los “escorpiones” der P(j)odemos, que están siendo incapaces de sustraerse a su
propia naturaleza y que aguijonean donde pueden, pero que al final se montarán,
como en la fábula, sobre la rana, y a mitad cruce del río aguijonearán a ésta
(¿será el PSOE?) porque es lo que ineludiblemente les demanda su naturaleza.
Y cuando
los "conejos" del PP estén tratando de dilucidar “si son galgos o podencos”,
pues los cánidos, sean unos u otros, ya les habrán cazado y destrozado.
Este “tinglado
de la antigua farsa”, este “puerto de arrebatacapas”, este lío de mil demonios
se arreglará cuando menos lo pensemos.
O bien unos
dejarán sus principios programáticos y doctrinales; o bien otros pactarán “contra
natura”. Pero el sillón del poder es demasiado goloso y apetecido para que
alguien no empeñe su “primogenitura por un plato de lentejas”.
Lo más que
puede ocurrir es que estas “dos Españas”
de Machado, que vienen estando
dormidas, pero que no han desaparecido, acaben por convencerse de que la
política es el arte de “lo posible”. Y que es mejor entenderse con quien te cae mal, que dedicarse a echar basura en la puerta del vecino.
Como bien
sentencia la buena de Pilar Cernuda en el articulo que se reproduce al inicio,
lo que importan no son los pecados ni los pecadores; importan los hechos positivos.
Lo que
importa es la supervivencia. De la vida, de las familias, de la nación.
Y de la sensatez.
...
POST SCRIPTUM.-
Cuando el pasado viernes concluyó el segundo acto de la infructuosa y superflua investidura de pedro Sánchez, tuve la intención de concluir esta entrada añadiendo simplemente un "decíamos ayer", a lo Fray Luis de León.
Pero como el fin de semana ha permitido conocer bastantes opiniones y criterios sobre lo acaecido y lo que significará en el futuro, opto por este a modo de epílogo, para poner de manifiesto varias evidencias:
1.- El PSOE y su líder, Pedro Sánchez, están "jugando de farol" con este tema de la investidura, pues ni por sí mismos ni mediante alianzas casi contra natura, como la concluida con Ciudadanos, pueden acercarse a una posible investidura.
2.- Ciudadanos, en su tribulación interna para no acercarse al PP, ha hecho un ejercicio acrobático mediante un acuerdo con el PSOE que ni le beneficia ni sirve para nada más que para evidenciar su poca personalidad y definición, rayanas en la tibieza política.
3.- Lo del PSOE respecto del PP se parece a lo que aconteció con Aníbal, a quien Amílcar Barca, su padre, obligó a jurar "odio eterno a los romanos" .- Lo que traspuesto al tema en cuestión, viene a significar que se resiste a alcanzar un acuerdo de cualquier clase con quien hasta ahora ha sido el partido predominante. Pero con olvido de que, como los lobos de la misma camada (bipartidismo) nunca se muerden, la tabla de salvación para ambos grupos ha de ser un gran pacto de salvación y regeneración democrática, aplicando sus mayorías, que permitirán la gobernabilidad de la nación por un cierto tiempo, hasta que se definan las tendencias.
4.- P(j)odemos sigue a lo suyo, dejando que los demás se consuman en sus propias carencias, timideces y contradicciones, porque al fin y a la postre espera que las uvas, verdes ahora, maduren con el tiempo. Y a su favor, claro.
5.- Los individualismos de unos y de otros están generando una ingobernabilidad y una incertidumbre que encaminan a una mayor división social y a una posible crisis económica.
6.- Es el tiempo de que el Rey actúe, como y cuando le corresponde, con la discreción o eficacia que debe caracterizar a la Corona. Que para eso está.
Y ahora, a esperar, dichos, dimes y diretes, arribas y abajos, genialidades estúpidas, y tal vez en el último minuto llegue el "acto de arrepentimiento " esa "contricción" demandada por las iglesias a los practicantes y que deberían aplicarse las formaciones políticas, y ojalá nos salvemos de otras elecciones que vuelvan a sumirnos en estos vericuetos, galimatías y esperpentos actuales.
Que ni está el horno para bollos ni el país para jueguecitos de amores y desamores.
“Muchas cosas se reputan imposibles antes de haberse realizado” Plinio el Viejo (23-79) Caius Plinius Secundus. Escritor latino.
...
POST SCRIPTUM.-
Cuando el pasado viernes concluyó el segundo acto de la infructuosa y superflua investidura de pedro Sánchez, tuve la intención de concluir esta entrada añadiendo simplemente un "decíamos ayer", a lo Fray Luis de León.
Pero como el fin de semana ha permitido conocer bastantes opiniones y criterios sobre lo acaecido y lo que significará en el futuro, opto por este a modo de epílogo, para poner de manifiesto varias evidencias:
1.- El PSOE y su líder, Pedro Sánchez, están "jugando de farol" con este tema de la investidura, pues ni por sí mismos ni mediante alianzas casi contra natura, como la concluida con Ciudadanos, pueden acercarse a una posible investidura.
2.- Ciudadanos, en su tribulación interna para no acercarse al PP, ha hecho un ejercicio acrobático mediante un acuerdo con el PSOE que ni le beneficia ni sirve para nada más que para evidenciar su poca personalidad y definición, rayanas en la tibieza política.
3.- Lo del PSOE respecto del PP se parece a lo que aconteció con Aníbal, a quien Amílcar Barca, su padre, obligó a jurar "odio eterno a los romanos" .- Lo que traspuesto al tema en cuestión, viene a significar que se resiste a alcanzar un acuerdo de cualquier clase con quien hasta ahora ha sido el partido predominante. Pero con olvido de que, como los lobos de la misma camada (bipartidismo) nunca se muerden, la tabla de salvación para ambos grupos ha de ser un gran pacto de salvación y regeneración democrática, aplicando sus mayorías, que permitirán la gobernabilidad de la nación por un cierto tiempo, hasta que se definan las tendencias.
4.- P(j)odemos sigue a lo suyo, dejando que los demás se consuman en sus propias carencias, timideces y contradicciones, porque al fin y a la postre espera que las uvas, verdes ahora, maduren con el tiempo. Y a su favor, claro.
5.- Los individualismos de unos y de otros están generando una ingobernabilidad y una incertidumbre que encaminan a una mayor división social y a una posible crisis económica.
6.- Es el tiempo de que el Rey actúe, como y cuando le corresponde, con la discreción o eficacia que debe caracterizar a la Corona. Que para eso está.
Y ahora, a esperar, dichos, dimes y diretes, arribas y abajos, genialidades estúpidas, y tal vez en el último minuto llegue el "acto de arrepentimiento " esa "contricción" demandada por las iglesias a los practicantes y que deberían aplicarse las formaciones políticas, y ojalá nos salvemos de otras elecciones que vuelvan a sumirnos en estos vericuetos, galimatías y esperpentos actuales.
Que ni está el horno para bollos ni el país para jueguecitos de amores y desamores.
“Muchas cosas se reputan imposibles antes de haberse realizado” Plinio el Viejo (23-79) Caius Plinius Secundus. Escritor latino.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
El común denominador de cuatro de las formaciones políticas actuales es el ODIO. Podemos odia de forma brutal a PP, Ciudadanos y Psoe. Psoe al PP, Los nacionalistas a PP y Ciudadanos. Solo PP y Ciudadanos parece que carecen de él. Ciudadanos, cuyo lider ha hecho un magnifico papel en Cataluña, ha creado un partido con los perdedores politicos de todas las provincias de España, y encima van de tiernos corderitos, intentando no parecer que son de derechas. Y el PP, al que le ha castigado, no solo la corrupcion generalizada, sino su incapacidad para explicar lo bueno que ha hecho, no solo no odia, sino que es incapaz de quitar de altos puestos de responsabilidad funcionarial en todos los ministerios a los que dejó Zapatero.
ResponderEliminarCon el odio que destila la izquierda, y el deseo de ser cabecitas de ratón( o de ratas) de los dirigentes nacionalistas, dificilmente saldremos de la amenaza de un nuevo Frentepopular, cada vez, desgraciadamente al que vivieron y nos contaron nuestros padres. Pobre España y pobres españoles.
Víctor: Coincido parcialmente con este comentario. En política, el "odio" se endulza con el vocablo "animadversión" y parece que el "todo vale" sirve siempre. No se trata solamente de líderes inaceptables de formaciones inaceptables; se trata de la propia crisis de la sociedad española, que ha creado generaciones hedonistas y de prioridades muy cómodas.
ResponderEliminarGracias, en cualquier caso, por los comentarios.