El cambio le pudo al miedo:
Mauricio Macri gana las elecciones de Argentina
Mauricio Macri gana las elecciones de Argentina
(GINA
MONTANER en “El Mundo”, 23/11/2015)
En la noche del domingo
cientos celebraron en El Obelisco porteño y se escucharon cantos de 'Chau,
Cristina'. La victoria en una segunda vuelta del liberal de centroderecha Mauricio Macri, que se impuso al candidato
oficialista Daniel Scioli
ha dado motivos para festejar a quienes ansiaban el fin de 12 años de kirchnerismo.
ha dado motivos para festejar a quienes ansiaban el fin de 12 años de kirchnerismo.
A pesar de que la maquinaria
gubernamental se volcó para facilitarle la victoria a Scioli, la sombra de la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner terminó
por ahogar las ambiciones de quien había prometido "el cambio dentro
del continuismo". Pero no bastaba con alejarse del populismo
que ha cultivado la viuda de Néstor Kirchner. Era necesario desmarcarse de
un Gobierno desgastado por la corrupción, la mala
gestión económica y una vocación autoritaria.
Scioli comprendió que se
encontraba en un callejón sin salida en la primera vuelta que se celebró el
pasado 25 de octubre. Aunque las encuestas lo habían dado como ganador seguro,
Macri dio la gran sorpresa
que hizo posible el histórico balotaje. Su discurso, defendiendo la esperanza del cambio que rompería la hegemonía Kirchner-Fernández, prendió en el ánimo de millones de argentinos, fatigados del ala izquierdista del peronismo que en los últimos años aplicó CFK. Se divisaba el principio del fin de un periodo en el que estar contra el kirchnerismo podía acarrear graves consecuencias.
que hizo posible el histórico balotaje. Su discurso, defendiendo la esperanza del cambio que rompería la hegemonía Kirchner-Fernández, prendió en el ánimo de millones de argentinos, fatigados del ala izquierdista del peronismo que en los últimos años aplicó CFK. Se divisaba el principio del fin de un periodo en el que estar contra el kirchnerismo podía acarrear graves consecuencias.
De nada le ha servido a Scioli una campaña del miedo contra el cambio propuesto por Macri. Al
cabo de 12 años de promesas rotas, la inflación disparada,
una alarmante inseguridad ciudadana y escándalos de corrupción que
salpican al kirchnerismo de una punta a la otra, no ha sido suficiente retratar
a Macri como el 'lobo neoliberal' que va a
sumir a los argentinos en la pobreza más abyecta. Precisamente en la noche de
su victoria, desde el búnker de Cambiemos se ha asegurado, "No hay nada que temer, todo es esperanza".
A partir del 10 de diciembre
Macri se enfrentará al reto de lograr un equilibrio
socioeconómico que componga los desarreglos del kirchnerismo. Y
uno de sus mayores desafíos será respetar los programas
sociales existentes de los que se benefician las clases más
desfavorecidas. Pero tendrá que reducir el gasto público que
aumentó notablemente bajo el Gobierno de CFK y hacer profundas reformas que
saneen un escenario en el que las instituciones se han visto afectadas por el
tráfico de influencias y el clientelismo político.
En lo referente a las
relaciones exteriores, el líder de Cambiemos ha dicho que se acabará la alianza
con el bloque de los países que defienden el socialismo del siglo
XXI que impulsó el desaparecido gobernante Hugo Chávez. Por lo pronto, pedirá que se expulse a Venezuela del Mercosur por no
cumplir con la "cláusula democrática". Y no es
casualidad que en la noche de su triunfo ha contado con una invitada especial: Lilian Tintori, la esposa del opositor venezolano Leopoldo López, injustamente
encarcelado desde hace más de un año. El mensaje del cambio que
ha vencido en Argentina podría influir en las elecciones parlamentarias que se
celebrarán en el país vecino el próximo 6 de diciembre.
Si existe el más allá, el
espíritu del fiscal Alberto Nisman también celebró
este domingo. Con la elección de Macri un poder judicial independiente y
renovado podría esclarecer un caso, la misteriosa muerte del hombre que estaba
a punto de revelar la profundidad del encubrimiento del Gobierno argentino a
Irán en el caso del atentado contra AMIA, que el kirchnerismo entorpeció y enturbió. Hay cambios que
afectan hasta lo que ya no son de este mundo.”
…
Siempre me ha parecido que Cristina Fernández, ex de Kirchner, la por
desgracia primera dama (presidenta) argentina durante doce años, era una “frescachona”,
bastante casquivana, poco ortodoxa y rendida a relaciones políticas derivadas
de suspectos amoríos.
La historia ha venido a darme la razón, y especialmente el pueblo
argentino ha vuelto a mostrar sensatez frente a la pantomima a la que se había derivado la
vida política argentina, en la que primaba el dinero, pero para el bolsillo de
los corruptos gobernantes, enfrascados en una demagógica ruta hacia el
populismo malsano, que ha conducido a la debacle económica y moral.
El justicialismo, que todavía se entiende como peronismo, es una manera
de ser de izquierdas, de falso populismo a lo Eva Duarte, pero haciendo una política de derechas más bien rayana en
la dictadura.
Y de esta guisa la provocativa y provocadora Cristina (llorona, de
mentirijillas, de su difunto esposo con el que hacía vida separada, otro “pajarito”) ha colocado en su entorno
a una serie de personajes que han sabido muy bien expropiar de manera
ignominiosa intereses extranjeros, como REPSOL (por ejemplo) para al mismo tiempo
practicar una coexistencia casi alianza con el infumable nacionalismo despótico
de Venezuela.
El pueblo argentino, todavía sensibilizado por los enormes abusos de la
dictadura militar, fue apoyando a esta meretriz revestida de aparente dignidad,
que se servía de la bandera nacional argentina para cubrir sus líos de sábanas
y sus capturas de dinero.
Pero “a todo puerco le llega su San Martín”, como predice el refrán, y
aunque no era fácil de vaticinar, la oposición ha arrumado al sucesor kirchnerista
de la infumable Cristina.
Habría que repetir aquí el consabido tópico de que el pueblo es muy
sabio, aunque personalmente creo que el pueblo es muy reacio a cambiar la
tendencia política, hasta que llega al hartazgo, que es lo acontecido en el bello y rico país del Paraná y del Mar
del Plata, de la Patagonia y del glaciar Perito Moreno. Que por fin el pueblo ha
cerrado sus oídos a promesas no solamente incumplidas sino insultantemente
alteradas, y se ha decantado por lo menos malo, ya que el triunfador en las
elecciones presidenciales tampoco es un dechado de virtudes y perfecciones,
cual la "fulanita" de la Casa Rosada ya se ha encargado de airear.
Sea como fuere, bienvenido sea el cambio, porque a peor es muy difícil
que evolucione Argentina, y si el nuevo gobierno la sustrae de la influencia
del camionero Maduro, del estilo “chavista”, del vacío peronismo, y de los corruptos oligarcas, por muy mala
que sea la alternativa siempre será preferible.
Al menos, quienes amamos al país sudamericano y a sus gentes (siempre tengo en mi mente a la ilustre doctora argentino/ucraniana, Cristina Serediak, a su esposo y familia, con cuya amistad me honro) nos cabe
la esperanza de que por fin se haga la luz y brille el sol con claridad,
mientras el pueblo y los pamperos nos cantan un bello y emotivo tango.
El tango del amor, del bienestar y de la libertad.
¡Como un payador!
¡Como un payador!
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Magnífico resumen de la situación y cambio en Argentina.
ResponderEliminarFelicidades a todos los argentinos.
excelente comentario!!!!
ResponderEliminarHola Sr Pedro: excelente articulo y que bien reflejada nuestra realidad! Me parece que cada dia escribe mejor. Su fiel admiradora Cristina Serediak.
ResponderEliminarQuè puedo decirte que no te hayan dicho? EXCELENTES. Obviamente me impresionò muchìsimo el que escribiste el 23/11/2015 que titulaste Tango en Argentina , donde reflejas con exactitud nuestra realidad.
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