“DURAN ADVIERTE A RAJOY
Duran Lleida puede ser el mediador eficaz entre el
Gobierno de Rajoy y la Generalidad de Junqueras y su marioneta Arturo Mas. El
líder popular no puede seguir creyendo que la política del Ejecutivo catalán es
solo una finta para obtener más dinero, para beneficiarse en el intercambio de
cromos.
No es así. Durán Lleida lo ha dicho con claridad: “Si
Rajoy no actúa habrá declaración unilateral de la independencia”. Mariano Rajoy
es un hombre de buen sentido, un político constructivo y capaz. No puede seguir
dominado por su eminencia gris y aceptar como dogma la táctica tórpida de Pedro
Arriola: no ver nada, no oír nada, no decir nada. José María Aznar le recordó
hace unos días en San Sebastián el error de esa política. Duran Lleida se lo ha
repetido hoy en el Congreso de los Diputados: “Cuanto más tiempo pase sin hacer
nada más se encoge la solución”.
Tiene razón Duran Lleida al reclamar a Rajoy “una
respuesta de Estado”. El presidente del Gobierno debe coger el toro por los
pitones astifinos de la secesión y lidiar la situación con ambas manos. Tras
ponerse de acuerdo con CiU en el asunto arisco de la financiación, Mariano
Rajoy tendrá que concordar con el PSOE, y en la medida de lo posible con el
resto de los partidos, la reforma constitucional. En primer lugar porque es la
única fórmula de incorporar al sistema a las nuevas generaciones, divorciadas
del espíritu de la Transición. En segundo lugar porque, conforme al artículo
168 de la Carta Magna, la reforma constitucional termina en un referéndum. Los
catalanes dispondrán así del derecho a decidir, como debe ser, junto al resto
de los españoles pues, tras 500 años de historia unida, cualquier cuestión que
afecte a la unidad de España corresponde decidirla al conjunto de los
ciudadanos, conforme al espíritu y la letra de la Constitución.”
(Luis María ANSON, de la Real Academia Española,en “El Imparcial”, 17/10/2013)
…
Las cuentas no le salen al PP: su parálisis barrunta una gran derrota
Llega el punto en el que las cosas en política ya no admiten más demoras
Por Antonio Martín Beaumont / “El Periodista Digital”, 17 de octubre de 2013
“Según los sondeos más proclives, el
PP aún ganaría las elecciones pese a haber mandado a la abstención al 30% de
sus votantes de 2011.
Tal premio
es la consecuencia de tener enfrente un PSOE que no ha terminado de purgar sus
culpas de la crisis y que, además, desorientado, demasiadas veces radicaliza en
exceso su mensaje.
De todos modos, la actual victoria
demoscópica -lo sabe bien Mariano Rajoy por propia experiencia- está llena de
dudas. Porque en España nadie gana las elecciones, sino que se
pierden. Y, en este sentido, las cosas pintan mal para los intereses populares.
Al ritmo actual, el Partido Popular
no sólo no tendría en 2015 mayoría
suficiente para gobernar, sino que en las elecciones europeas de 2014 el socialismo de Alfredo Pérez Rubalcaba ya le superaría en votos incluso cayendo.
suficiente para gobernar, sino que en las elecciones europeas de 2014 el socialismo de Alfredo Pérez Rubalcaba ya le superaría en votos incluso cayendo.
Con todo, el Gobierno de Rajoy
debería estar agradecido, viendo que a pesar de cómo han ido las cosas en estos
dos años, casi el 70% de quienes les dieron la confianza
en las urnas son fieles aún. No lo pone fácil, desde luego.
Porque han sido meses de aguantar
medidas amargas y noticias impopulares -incomprensibles muchas veces-, de
tragar saliva ante los bandazos y ante el enigmático olvido de las ideas que
forman parte del ADN del votante del PP.
Han sido años de comprobar que
quienes desembarcaron en Normandía no desfilaron en París: peor todavía, se les
ha fusilado al amanecer para que ni siquiera pudiesen estar presentes en las
celebraciones de la capital gala.
Aunque todo tiene un límite. Y llega
el punto en el que las cosas en política ya no admiten más demoras: o el PP
arregla España o España arregla el PP... por la vía
cruel, la de la sanción democrática. Fíjense si saben bien esto los barones
regionales, que han empezado a maniobrar para resguardarse de la escabechina
que producen las políticas de La Moncloa.
Los españoles tenemos que ver, ¡ya!,
que la economía real se pone
en marcha, que los bancos dan crédito a empresas y familias, que el desempleo baja, que acaban las medicinas intragables que siempre afectan más a quienes tienen menos cada día... Los tiempos de la fe del carbonero han pasado.
en marcha, que los bancos dan crédito a empresas y familias, que el desempleo baja, que acaban las medicinas intragables que siempre afectan más a quienes tienen menos cada día... Los tiempos de la fe del carbonero han pasado.
Por no hablar de otros asuntos, como
el desafío nacionalista, donde el ciudadano de a pie querría encontrarse con
políticos que sean arquitectos sociales, y no con la trivialidad capaz de
jactarse ante micrófonos estar tan desesperada que se comería un treintañero
por los pies.
O el Partido Popular, como suele
decirse, se pone inmediatamente las pilas, o en pocos meses el Gobierno de
Rajoy va a entrar por una senda de descrédito parecida a la que se llevó por
delante a José Luis
Rodríguez Zapatero. ¿Imposible? Ya, ya.
Rodríguez Zapatero. ¿Imposible? Ya, ya.
El que avisa no es traidor. Por eso
nadie en Génova 13 debería rasgarse las vestiduras al escuchar al presidente de
honor, José María Aznar, decir lo que dice en público y en privado.”
…
Como
lo prometido es deuda, según el refranero popular, pues he de referirme al
gobierno que “sufrimos” actualmente en España, después de haber “martilleado”
repetidamente a los elementos de la oposición (¿democrática?).
Hora
es ya de que comencemos a poner “los puntos sobre las íes” en lo referente al
gobierno que encabeza Mariano Rajoy.
Antes
de comenzar este comentario reparé en pensar que cuando un gallego asume
determinadas responsabilidades, o hay que ser tan gallego como él, o
difícilmente se alcanza a medir sus acciones y vaticinar el alcance de sus
decisiones.
Me
precio de conocer bastante bien a las gentes de Galicia, entrañables y
deliciosas por más, pero sabias en su aparente cortedad, ya que saben usar muy
bien las dimensiones y los efectos
del tiempo en la vida.
del tiempo en la vida.
Y
no puede olvidarse que Mariano Rajoy Brey es un gallego por los cuatro
costados, forjado en esa deliciosa región y dotado de una sabiduría que le
viene de sus ancestros.
Ahora
bien, aunque ya se sabe que en la vida los gallegos suelen tener encima de su
mesa ideal dos carpetas, denominadas, una, “asuntos que el tiempo resuelve” y
la otra, “asuntos que ni el tiempo resuelve”, no todo es así, ni puede estereotiparse
la formación de criterio y la forma de decidir de esas buenas gentes.
Y
si nos trasladamos al ámbito de la política, en la que casi todo, por no decir
que todo, vale, pues habría que recordar el refrán de “siéntate a la puerta de
tu casa, y verás pasar el cadáver de tu enemigo”.
Bien,
disquisiciones aparte, nadie puede negar al gobierno de Mariano Rajoy la resignada
valentía con la que se vio forzado a acometer el saneamiento de la economía española,
que había quedado hecha un erial después de que el partido predecesor en el
gobierno ni sembrara ni recogiera esos brotes verdes que tanto anunció y que no
tuvo
recato en proclamar para engañifar a la ciudadanía y dejar al siguiente ejecutivo la patata caliente de una crisis galopante y casi irresoluble.
recato en proclamar para engañifar a la ciudadanía y dejar al siguiente ejecutivo la patata caliente de una crisis galopante y casi irresoluble.
Hay que reconocer que,
con ascética política espartana, el gobierno no lo hizo demasiado mal en lo
económico, y de esta manera se ha comenzado a cesar en la recesión, y tal vez
pronto vuelva el desarrollo económico; y hasta ahí, por mucho que haya gritado
la oposición, cabría aplicar la frase de Don Quijote de “ladran Sancho, luego
cabalgamos”.
Pero
el peligro de la mayoría absoluta de que goza el ejecutivo en nuestro país, es
que al final se utiliza de forma arrolladora, olvidando la esencia de la
democracia, que es el pacto y la negociación. En ese contexto, está claro que a
Rajoy y a su gobierno les viene faltando cintura política, ya que, aun oponiéndose
a insensateces tan clamorosas como esa independencia de Cataluña que solamente
al lunático de Artur Mas se le ocurre, mejor se pudo negociar sobre la reforma
indudablemente necesaria de la educación, y de otra forma se pudo graduar la
presión fiscal, de la que el inmisericorde ministro Montoro ha hecho “martillo
de ciudadanos”, especialmente por la
salvajada de la subida del IVA.
salvajada de la subida del IVA.
Y en lo atinente a
otros temas, hasta el propio gobierno no ha sabido zafarse de la presión de los
opositores, más habituados a la “reyerta navajera”, sobre la corrupción que
indudablemente ha contaminado al Partido Popular, aunque de ella no se han
librado ni mucho menos los de la izquierda, que en Andalucía tienen una
ensalada de excrementos malolientes en la cuestión de los ERES, y que han
contaminado hasta los sindicatos (tan dignos y reivindicativos ellos, ¿¿¿???),
pero sobre lo cual casi los miembros del gobierno y del partido que lo sustenta
casi han tenido vergüenza de entrar.
La frase del
Apocalipsis de que “porque no eres ni frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”,
podría aplicarse a la ligereza del gobierno, a la hora de acometer
las decisiones esenciales que España requiere, y que debían pasar por la
negociación de un estilo y cauce común de consenso, al estilo del que Adolfo
Suárez y Fernando Abril Martorell lograron instalar en nuestro país mediante
los llamados Pactos de la Moncloa.
Cierto es que a Suárez
todo ello, y la transición misma, le costó su carrera política, pero no puede
olvidarse que el gobierno que lo hace mirando solamente el horizonte de su
continuidad, cae presa de su propia cortedad de miras y de su falta de
generosidad.
Si hay que arreglar
un país, aunque cueste la no reelección, hágase, que el bien común está muy por
encima de las intríguelas partidistas.
Pero, claro está
que es más fácil predicar que dar trigo y estos populares de ahora ni se
atreven a tomar por decisiones, a costa
de lo que sea.
!Cinco lobitos tiene la loba...! |
¿Tal vez Artur Mas,
que solo va a la suya, podría dar lecciones de cómo empecinarse en algo y
conseguirlo?
Como dicen los gallegos, en fin, “fazemos o
que podemos”.
Conclusión: Los
unos por los otros y nuestra casa nacional sigue sin barrer.
¡Que el Apóstol Santiago nos ampare!
“Hay algunos obsesos de prudencia, que a fuerza de
querer evitar todos los pequeños errores, hacen de su vida entera un solo
error”
Arturo
Graf
(1848-1913) Escritor y poeta italiano.
SALVADOR
DE PEDRO BUENDÍA
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