LOS SUPERVIVIENTES CON EL "CAPITÁN GENERAL" |
Le conocimos
cuando era un ya maduro militar, ejerciendo como capitán de Infantería en el
campamento de Milicias Universitarias (IPS) en Montejaque-Ronda, y nosotros no
eramos sino unos muchachos, algunos casi imberbes, en el tramo final de sus
carreras universitarias, y en puertas de iniciarse en la vida profesional.
Y de sus muchas
enseñanzas, unas transmitidas con aire festivo, otras con la solemnidad o
gravedad que requerían, se nos quedó grabado un vocablo, que ni existía ni
existe en el diccionario, y que dudo vaya a ser admitido: Agostiembre.
Dicho así, y
dicho allí, en medio de los tres meses de campamento de instrucción militar
para suboficiales, primero, y oficiales, en el segundo año, de la escala de
complemento del Ejército Español, el vocablo sonaba extraño, pero fue muy
pronto adoptado por la mayoría de los compañeros que integrábamos las compañías
4ª (el primer año) y 1ª (el segundo verano) de la 1ª Agrupación, de Infantería,
del campamento de Montejaque.
Agostiembre, en
boca de quien era nuestro capitán, nunca fue definido con exactitud, pero fue
asimilado por todos los subordinados/estudiantes: aquel mes –agosto— que
preludiaba el fin de la estancia y estudios campamentales, y anunciaba la
proximidad de un septiembre, ya no con uniforme y en los domicilios de cada
cual.
En definitiva,
Agostiembre suponía el futuro feliz e ilusionante, que era el portal de tiempos
y vivencias más satisfactorias.
Han pasado más de
cincuenta años (precisamente en junio celebramos el 50 Aniversario de nuestra
promoción, la XXI, en el propio campamento de Montejaque, acogidos por el IV
tercio Alejandro Farnesio de la Legión) y los compañeros que hemos permanecido
todavía bajo las estrellas de nuestros colegas que ya alcanzaron la eternidad,
seguimos diciéndonos de vez en cuando que ya nos veremos en Agostiembre.
Pues bien, pasó
el Agosto del presente año y nos hallamos en la mitad de un Septiembre que se
va resistiendo a alcanzar el otoño, y ahí surge la efemérides a celebrar, que
no es otra que el 94 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE NUESTRO CAPITÁN.
Cierto es que
actualmente para y por nosotros, y así lo proclamamos al mundo, ha alcanzado el
más alto grado en la Milicia, el de "Capitán General" (con permiso del Rey que
seguro lo ha concedido ya, pues en eso estamos insistiendo), pero lo importante
es que a sus noventa y cuatro años, en ese su “Agostiembre” preludio de la
ilusión, la esperanza, la real existencia, nuestro "Capitán General" nos sigue
acompañando desde su Cádiz natal, y quién más quién menos de nosotros sigue
experimentando un íntimo escalofrío cuando por vía telefónica escucha su voz
tan paternal y tan serena, alegrándose de permanecer “en el primer tiempo del
saludo”, y siente una enorme emoción cuando tiene la dicha de abrazarle
personalmente del modo más efusivo en que puede mostrarse aprecio y respeto a
un líder, a un profesor y a un padre, lo
que en definitiva es José Manuel Sánchez Gey para cada uno de nosotros.
!A tus ódenes, nuestro "Capitán General"! |
Te felicitamos y
nos felicitamos por tenerte entre nosotros, querido José Manuel, porque de ti
puede decirse que eres como Natanael, aquel personaje evangélico del que el
propio Jesús dijo “he aquí un verdadero israelita, en quien no hay doblez ni mentira”.
Y en lo militar,
repetimos una vez más la inmortal frase de Eduardo Marquina en su obra “En
Flandes se ha puesto el sol”: !!!Capitán de los Tercios de Flandes!!!
¡!!Capitán de nuestra compañía de Milicias Universitarias en 1963/1964!!!
¡SEÑOR CAPITÁN!!!
Por encargo de
Ángel Pérez Bonmatí y de sus compañeros,
SALVADOR DE PEDRO
BUENDÍA
Nunca pudo glosarse mejor la entrañable figura de este hombre, que es parte inseparable de nuestra vida y de nuestra bhistoria personal. Animo al cronista para bque siga glosando.
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