“Y el gran lazo que sostiene a la sociedad es, por una incomprensible contradicción, aquello mismo que parecería destinado a disolverla; es decir, el egoísmo.”- Mariano José de Larra (1809-1837) Escritor español.
“En Kiev es
más fácil conseguir una tarjeta de night club que un ticket de un taxi
Taxista pirata negociando |
La estructura en sí de la competición no se ha
resentido. UEFA es una
maquinaria perfecta y los estadios,
terrenos de juego y demás factores alrededor de los equipos han sido de diez.
Como siempre. No son nuevos y lo que hacen lo hacen bien. En lo que ha fallado al dar la organización a países
como Ucrania es con el aficionado. Si en Polonia sí que se vivía
ambiente de Eurocopa (Gdansk fue asaltada por españoles, croatas e irlandeses,
como lo fue Varsovia o Wroclaw), en Ucrania las imágenes
vividas no se han parecido en nada al ambiente festivo de anteriores citas.
Acogida |
UEFA no
reparó que Ucrania es un país que no está preparado. Kiev apenas tiene
hoteles y los que tiene están reservados por UEFA y sus patrocinadores. Entre
personas relacionadas con el máximo organismo del fútbol europeo y las empresas
que dan forma publicitaria al torneo han bloqueado los escasos hoteles decentes que hay en Kiev. El aficionado no
importa. Se habla de 200 hoteles pero en otros tantos kilómetros a la redonda.
Cifra muy alejada de las de otras capitales europeas que multiplican hasta por
cinco la capacidad hotelera. Sin embargo, hay un detalle importante en todo
esto: la red de wi-fi es gratis en
todos los alojamientos y restaurantes. Un punto a favor que contrasta
con lo que sucede en países, por ejemplo, como España donde tener acceso
inalámbrico sin cargos a internet es una quimera.
Además, Ucrania está demostrando no estar preparado
para este tipo de eventos. Lejos del rictus amable del polaco, el ucranio es
serio e incluso rudo en ocasiones. Comer es una quimera que nunca baja de las
dos horas en cualquier lugar y a la hora de pedir tickets en taxis, por
ejemplo, pinchas en hueso. Eso sí,
recibos no tienen, pero sí que te ofrecen todo tipo de servicios alejados del
transporte y relacionados con el sexo. Y es que hasta muchos hoteles de
lujo conviven con la prostitución como algo natural. De hecho es más accesible
y rápido que comer, especialmente en Donetsk.
En Kiev el panorama es otro, pero el turismo sexual es una de las principales
fuentes de ingreso de una ciudad de cinco millones de habitantes, que
intenta salir del yugo que supuso la dominación soviética, pero a la que la
cuesta por la delicada situación
política que atraviesa (la líder de la oposición fue apaleada en la
cárcel) y que puede suponer un boicot
de la clase política europea a la final del domingo, el momento más importante
de la reciente historia de Ucrania. Y es que la final del domingo en el Olímpico coloca a Kiev en el mapa del
panorama internacional”
…
La impresión
que los turistas, aficionados y visitantes con motivo de la Eurocopa 2012 se llevarán de Ucrania y de los ucranianos,
dista mucho de la realidad que es el pueblo llano de ese país.
He recogido
una de las muchas crónicas de los periodistas
desplazados a Kiev, y, aun conteniendo bastantes inexactitudes y exageraciones,
no cuenta nada que nos resulte extraño a quienes conocemos bien Ucrania y
su capital y visitamos con asiduidad ese bello y querido país.
Lo que se
cuenta sobre el caos de los taxistas, los abusos en ese servicio, las malas
prácticas en los hoteles de Kiev, puede extenderse a otras tres o cuatro
grandes ciudades, pero en modo alguno eso ocurre de manera general en todo el
país. Y podría ampliarse al mal servicio en muchos restaurantes, a la ineficacia administrativa, a la ineficiencia de muchos servicios públicos, a la pésima y cara atención sanitaria...
En la vida
diaria, el pueblo llano es hospitalario (aunque un poco adusto) y desde luego
en los servicios públicos no se dan esos abusos que se ponen de manifiesto.
Durante
bastantes años he precisado del servicio de taxi para desplazarme desde mi residencia,
a unos diez kilómetros al norte de Kiev, hasta el aeropuerto internacional de
Boryspil, veinte kilómetros al este, y he venido siempre valiéndome a un taxista ya maduro, con una pequeña compañía propia, quien no paraba
mientes en ser él mismo, el jefe, quien acudiera a recogerme a las tres de
la madrugada para dejarme en el aeropuerto antes de las cinco y media.
Siempre fue
puntual, siempre atento, siempre cordial, siempre eficiente (inclusive, cuando
no pudo acudir él al servicio envió a otro compañero), y por anticipado
informaba del coste del desplazamiento. Sin recargos ni trampas.
Y ésa es la
tónica general, excepto en Kiev y en las grandes ciudades, en las que, además
de la corrupción bastante general, existe la de los taxistas “semi-piratas”, es
decir, los que no trabajan para una compañía concreta, que se valen de la
excusa de que hay mucho taxista irregular (aquellos no profesionales y sin licencia a quienes se para por la
calle con un simple gesto manual y que circulan a la “caza” del cliente en su
propio coche, sin registrar y sin ningún signo exterior), para abusar a su modo
y manera, especialmente en cuanto se percatan de que el cliente o no domina el
idioma o no sabe valerse en el país.
Es ahí, en
esa economía sumergida (tan extendida en Ucrania) en la que radica uno de los
males de este país, pero debido ello especialmente a la práctica dominación de
los sectores económicos principales –ihcluido el turismo— por grupos de
oligarcas corruptos, que especulan a su antojo.
¿Que vienen
ahora periodistas y aficionados extranjeros? Pues…a aprovecharse de ellos…que
tienen euros y gastan muchos, y probablemente ya no volverán.
Otra cosa
curiosa es el ofrecimiento de bellas acompañantes y sexo por parte de los
taxistas (y no solamente por ellos), porque en Kiev y en las capitales grandes
existe un lamentable “magma” de bellísimas mujeres que prefieren prostituirse “a
lo rico” que trabajar a diario y con renunciaciones.
Nótese, en
fin, que lo que enuncia la crónica transcrita en la primera parte de este post
no es exagerado, sino lo que a diario ocurre en Kiev.
¿Qué espera al cliente del taxi? |
Y en el actual momento, cuando
toda Europa está atenta a si los “pizzeros” italianos son capaces de frenar a
los “pitufos” españoles, todos los que han acudido a Ucrania están más
que pendientes de que gane uno u otro equipo, prescindiendo de lo que denotan esas
crónicas lamentables, pero bueno es recordar que Ucrania ha sido –estaba escrito— un
fracaso de la UEFA, en su intento de extender lo que llama la “democracia” del
fútbol. Y que el pueblo llano ucraniano en nada se ha beneficiado. Ni siquiera
los líderes europeos han acumulado atención por visitar el país. Exceptuando el
partido de la final, claro.
¿Confraternidad? |
Espero, y
deseo, que al menos quienes regresen de Ucrania, de Kiev, puedan contarnos que celebraron un triunfo de la selección española (¿por qué esa
manía de llamarle “la roja”?) y que además gozaron de las “buenas” compañías y
de las “bellas” vistas que ofrece la capitalidad.
Aunque los taxistas no les hayan dado un recibo, que eso es demasiado pedir en un país que aún necesita reencontrarse a si mismo.
Aunque los taxistas no les hayan dado un recibo, que eso es demasiado pedir en un país que aún necesita reencontrarse a si mismo.
“Si el vaso no está limpio, lo que en él derrames se corromperá”.- Quinto Horacio Flaco (65 AC-8 AC) Poeta latino.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
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