30 mayo 2011

El “dedazo” español: A vueltas con la actualidad política

“Dedo (masculino).- cada uno de los diez apéndices, de forma aproximadamente cilíndrica, con que terminan las manos y los pies del hombre”.- Del Diccionario de la Real Academia Española
“Hoy hemos asistido a una más de las contradicciones que adornan a los socialistas.
El caballero del dedazo en el pecho...
Dedazo de izquierdas
Se pasaron semanas alabando su proceso de primarias en el PSM y alardeando de que eran un partido democrático, como ningún otro. Y hoy, zas en toda la boca.
Rubalcaba se ha cargado todo eso de un plumazo, para ser el líder del PSOE y candidato a la Presidencia del Gobierno.
De un golpe se han cargado toda su lucha por la democracia y por la igualdad. ZP ha perdido toda credibilidad. Ha dado un paso atrás, no solamente ante su partido sino ante los pocos votantes que tuvieran una esperanza en el PSOE.
Hoy, Chacón, la mujer de diseño de ZP para sucederle, ha tenido que bajarse del caballo, sin haber empezado la carrera. ¿Dónde está la igualdad del partido?
Dedazo socialista
Sujetos activo y pasivo
Estos socialistas, como siempre, hacen lo que más les conviene para sacar partido y beneficio propio. Se saltan sus principios según les venga el aire sin importar lo dicho antes, ni lo que digan después.
Veremos qué nos depara el PSOE con Rubalcaba al frente, porque de este, nada bueno se puede esperar”
(De “¿Es posible?”, 26/11/2011)
En estos días en que los mentideros políticos españoles se llenan de editoriales, crónicas, artículos y comentarios sobre “el dedazo” en la designación de aspirante para las elecciones primarias en el PSOE para candidato socialista a la presidencia del gobierno de España en las próximas elecciones generales del año 2.012, he buscado en el Diccionario el posible significado de “dedazo”, y nada he hallado…
Sin embargo, opino que con esto del dedazo ocurre como con las meigas de Galicia, que “ninguem as conhece pero habelas haylas”, o dicho en román paladino, no está definido el dedazo, pero existir existe,
El dedazista
Creo que no ofrece dudas que “dedazo” tiene su raíz y origen en el vocablo “dedo”, refiriéndose en concreto a la acción que alguien efectúa señalando con uno de sus apéndices, preferentemente manuales, a una persona para que le siga, le sustituya, cumpla sus instrucciones, o cualquier otra determinación.
El “dedazo” contiene en sí mismo el úcase (cual promulgaban los zares rusos) de cumplir lo ordenado, y precisa de una serie de elementos que, parece, conviene tener muy en cuenta.
Así, el sujeto activo del “dedazo” deberíamos llamarle “dedista” o "dedazista", por aquello de que es quien ejercita la acción de “dedazar”; y al sujeto pasivo, si es que fuera singular, se le debería denominar “dedazado”, en cuanto recibe la acción “dedazista”.
Pero pienso que por encima de las expresiones más o menos afortunadas y más o menos ortodoxas, en lo que se debe de reparar por la ciudadanía es en la esencia del “dedazo”; y en el caso que nos ocupa, del “dedazo” recientemente protagonizado por los socialistas españoles, “dedazando” a un concreto político, como su preferido en las elecciones primarias (que no parecen sino finales) para el candidatable a jefe del gobierno español.
Dedazo de derechas, por venir...
No me influye al respecto ningún interés personal, pues ni pensaba postularme a primaria alguna, y menos de los del puño y la rosa, ni tengo amigo conocido alguno que pretenda alcanzar esa condición candidatal.
El dedalizado
Por eso, ni me escandalizo por el “dedazo” entre los socialistas, como no me escandalicé de otros que en el pasado protagonizaron otras fuerzas políticas, ni me sentiré conturbado porque se practique en el futuro.
Ahora bien, de eso a que se nos pretenda hacer “comulgar con ruedas de molino” proclamando que ese “dedazo” realizado lo ha sido en pleno ejercicio de la democracia, media un abismo. El abismo que media entre las esperanzas que Rodríguez Zapatero, el “dedista” en esta ocasión, suscitó en la ciudadanía hace ahora siete años, y la frustración y el rechazo que concita actualmente no solamente entre los electores, sino entre los suyos.
El dedalizado también 
gusta...de dedalizar
Pero, en fin, disquisiciones aparte sobre el “dedazo”, en lo que a mí mismo concierne, voy a cuidarme muy mucho de que “el dedazo”, el “dedista”, el “dedazado” y los… defenestrados políticamente por esa acción indefinible en el lenguaje español, puedan afectar todavía más a la angustiosa situación económico-social que se padece en España, que ésa sí, exige un “multidedazo” para que se enderece toda la crisis ésta que padecemos y que parece que no quiere abandonarnos.
“Ato bien mi dedo” (tomo las precauciones convenientes), para que ningún otro “dedazo” me impida “tener los cinco dedos en la mano" (No ceder a otro en valor o fuerzas).
Y no olvidemos: Jamás debe decirse “de este agua no beberé…”
“Ante una lista de candidatos se piensa que, felizmente, sólo puede ser elegido uno”.- Noel Clarasó (1905-1985) Escritor español.

SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

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