Hay quien me dice que como todos los años escribo unas
letras de felicitación y recuerdo a Tamara, mi esposa, por su cumpleaños, aun
sigo muy enamorado de ella. Nada más cierto. Ni más justo
Y setenta veces siete lo seguiría, y lo seguiré haciendo y estando.
Nada más grato y emocionante que glosar en la intimidad
(aunque se publique) los muchos años de convivencia con esta mujer excepcional,
obra maestra de la naturaleza, a quien el buen Dios situó en su Ucrania natal y
envió después a esta España nuestra para seguir luciendo junto a mi sus excelencias de
esposa y madre, y de ilustre médico.
Pero sobre todo, lo que refulge en esta Tamara “tan nuestra”
son sus virtudes humanas: sencilla, afable, clarividente, entregada, siempre servicial,
y de una belleza y presencia física que los años se han encargado de conservar
y ensalzar, de manera que en cada tiempo semeja que su cada vez más extensa
presencia entre nosotros le adorna mejor en esos preciosos ojos azules, en esa
mirada dulce y serena, en ese rostro que, en fin, llama al amor, ya que lo da.
Y desde ahí, desde mi amor hacia Tamara, completo estas líneas
para proclamar por doquier que el aniversario de “mi” Tamara es un regalo que
el mundo recibe y que los suyos tenemos el privilegio de gozar.
Así, querida Tamara, quédate con nosotros para siempre,
puesto que ya eres “nuestra”.
Que Dios te proteja y bendiga; que ampare a tu ahora
atribulada patria de nacimiento; que extienda sus bendiciones a esta tu España
actual…Y a ti, como ciudadana preclara
Y que, por tu esencia entre nosotros, nos mantenga la felicidad
de lucirnos como la flor imperecedera de nuestro jardín de la vida.
¡Que Dios te bendiga!
Por encargo de tu esposo,
"El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio" Stendhal (1783-1842) Escritor francés.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Muchísimas gracias por felicitación y tan bellas palabras.Tenemos suerte encontrar uno a otro en esta vida y compartir tanto años juntos.Te quiero mucho!
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