29 marzo 2010

En Semana Santa...Descanso, reflexión y convivencia

"Si los hombres son tan perversos teniendo religión, ¿cómo serían sin ella?"
Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense
...
"La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret o lo que es igual conmemorar sus últimos días, por ello, es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas. Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Sábado Santo, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior (Viernes de Dolores) y se considera parte de la misma el Domingo de Resurrección.
La Semana Santa va precedida por la
Cuaresma, que culmina en la Semana de Pasión, y en la Semana Santa se celebra la eucaristía en el Jueves Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección.
Durante la Semana Santa tienen lugar numerosas muestras de religiosidad popular a lo largo de todo el mundo, destacando las procesiones y las representaciones de la Pasión.
Triduo pascual
Los días más importantes de la Semana Santa son los formados por el llamado
Triduo Pascual: La introducción al Triduo, el Jueves Santo y los días Viernes Santo, en el que se conmemora la muerte de Cristo; Sábado Santo, en el que se conmemora a Cristo en el sepulcro, y el Domingo de Pascua, la Resurrección.
La fecha de la Semana Santa
La Semana Santa, se inicia el
domingo de Ramos, y finaliza el Domingo de Resurrección o Pascua de Resurrección. Las fechas de la semana Santa, sonvariables.
(Gráfico: La entrada en Jerusalén)
Historia
La Semana Santa es la
semana en la cual el cristianismo celebra los eventos de fe relacionados a los últimos días de Jesús, incluyendo en particular, su pasión, muerte y resurrección.
A principios del siglo IV había en la cristiandad una gran confusión sobre cuándo había de celebrarse la Pascua cristiana o día de Pascua de Resurrección, con motivo del aniversario de la resurrección de Jesús de Nazaret. Habían surgido en aquel momento numerosas tendencias o grupos de practicantes que utilizaban cálculos propios. Ya en el Concilio de Arlés (en el año 314), se obligó a toda la Cristiandad a celebrar la Pascua el mismo día, y que esta fecha habría de ser fijada por el Papa, que enviaría epístolas a todas las iglesias del orbe con las instrucciones necesarias. Sin embargo, no todas las congregaciones siguieron estos preceptos.
(Gráfico: Jesús y los apóstoles, vidriera)

Es en el Concilio de Nicea I (en el año 325) donde se llega finalmente a una solución para este asunto. En él se estableció que la Pascua de Resurrección había de ser celebrada cumpliendo unas determinadas normas:
· Que la Pascua se celebrase en domingo.
· Que no coincidiese nunca con la Pascua judía, que se celebraba independientemente del día de la semana. (De esta manera se evitarían paralelismos o confusiones entre ambas religiones).
· Que los cristianos no celebrasen nunca la Pascua dos veces en el mismo año. Esto tiene su explicación porque el año nuevo empezaba en el equinoccio primaveral, por lo que se prohibía la celebración de la Pascua antes del equinoccio real (antes de la entrada del Sol en Aries).
No obstante, siguió habiendo diferencias entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Alejandría, si bien el Concilio de Nicea dio la razón a los alejandrinos, estableciéndose la costumbre de que la fecha de la Pascua se calculaba en Alejandría, que lo comunicaba a Roma, la cual difundía el cálculo al resto de la cristiandad.
Finalmente fue Dionisio el Exiguo (en el año 525) quien desde Roma convenció de las bondades del cálculo alejandrino, unificándose al fin el cálculo de la pascua cristiana.
(Gráfico: Judas conspira con el Sanedrín)





La Pascua de Resurrección es el domingo inmediatamente posterior a la primera Luna llena tras el equinoccio de primavera, y se debe calcular empleando la Luna llena eclesiástica; sin embargo, ésta casi siempre coincide con la Luna llena astronómica, de modo que para efectos de cálculo es generalmente válido emplear la más tradicional definición astronómica. Por ello puede ser tan temprano como el 22 de marzo, o tan tarde como el 25 de abril.
En algunos países se suspenden las labores docentes durante dos semanas que abarcan desde el sábado anterior al viernes santo hasta el segundo domingo después del Viernes Santo.
La Semana Santa alrededor del mundo
La Semana Santa se celebra con ritos, actividades, tradiciones y formas muy peculiares variando la región geográfica donde se realice, las cuales coinciden en la conmemoración de la vida, pasión, muerte y resurrección de
Jesús de Nazaret.
La celebración de procesiones en la Semana Santa tiene su origen en
Medina del Campo (Valladolid), donde en 1410 San Vicente Ferrer instauró las procesiones de disciplina. La Corte en Valladolid permitió que los grandes imagineros del Barroco español y de fuera de sus fronteras se establecieran en la ciudad, como Juan de Juni, Pompeyo Leoni, Francisco del Rincón o Gregorio Fernández, los cuales tallaron grandes imágenes y escenas para las Cofradías de la ciudad. En la actualidad, además de tener la consideración de Interés Turístico Internacional, Valladolid es sede del Museo Nacional de Escultura, y su Semana Santa es conocida como "el museo en la calle".
La
Escuela Castellana pervive en los desfiles de su entorno, y así, tienen la consideración de Interés Turístico Internacional la vecina localidad de Medina de Rioseco y las ciudades de Zamora, Salamanca, Semana Santa en Astorga y León.
La otra gran escuela es la andaluza, que tuvo su apogeo en el s. XVIII y se manifiesta principalmente en
Sevilla y Málaga, centrando las celebraciones en grandes eventos folclóricos, si bien su imaginería actual es de finales del s. XIX y del s. XX.
(Gráfico: La última cena, de Leonardo da Vinci)


En Guatemala, en muchas regiones, los fieles católicos procesionan las imágenes de pasión, que por lo general representan a Jesús con la cruz a cuestas o bien para viernes santo, la imagen de Cristo Sepultado, así como Vírgenes de Dolores y de Soledad, los cortejos procesionales en Guatemala son de mística y solemnidad que atrae incluso a turistas, son llevados en andas procesionales de gran tamaño, siendo las más conocidas las de Antigua Guatemala, Ciudad de Guatemala y Quetzaltenango.
La semana Santa del Perú se caracteriza por ser de gran misticismo y fe de parte de un pueblo mayoritariamente católico que reconoce en Cristo el sufrimiento que vive día a día.

(Gráfico: La Crucifixión, de Giotto)
En el Cuzco la imagen del "Señor de los Temblores" es muy venerada. Esta extraña imagen procesiona entre lluvia de flores de color rojizo llamado "ñucchu" que según la tradición, simboliza la sangre que emanó Jesús en su pasión. Esta imagen recibe el titulo de patro jurado de la ciudad. El momento más emotivo es la despedida, donde según la tradición los indios al verlo en el atrio antes de ingresar al recinto esconden su cara, porque según ellos el Cristo observa a los que morirán ese año. Tañidos tristes acompañan la bendición y despedida. Las actividades continúan con la procesión del encuentro el miércoles santo, el jueves santo las ceremonias del triduo pascual con la visita a las iglesias, el viernes santo por la tarde en casi todas las iglesias principales de la ciudad procesiona la imagen del Santo Sepulcro acompañado de su madre dolorosa. La semana santa culmina con una hermosa misa de fiesta en la catedral el domingo de pascua.
(De Wikipedia)

Hemos entrado en fechas de importantes significados para las gentes.
Para unos, las conmemoraciones religiosas de la Semana Santa católica, entrañan momentos emocionantes de fe y recogimiento.
Para otros, la Semana Santa y sus celebraciones ofrecen un aspecto más de espectáculo y de folklore.
Los hay quienes, ajenos al hecho religioso, aprovechan la Semana Santa como tiempo de vacaciones, para descansar o para viajar, y en general estrechar lazos y vivencias familiares.
En cualquiera de esos casos, es obvio que la Semana Santa es una buena ocasión de descanso y esparcimiento, de convivencia familiar, de gozar de la naturaleza y de la cultura, de experimentar la emoción de las bellas celebraciones religiosas que proliferan por toda España, y (no por mencionarlo en último lugar le privo de importancia) de aprovechar las festividades para adentrarse en uno mismo, reflexionando sobre la posición de cada cual en la vida, en la familia, con los amigos.
Actualmente, en España, la Semana Santa tiene diferente alcance vacacional, pues hay regiones autonómicas que establecen vacaciones escolares –y de hecho familiares— toda la Semana santa, es decir, los siete días del período semanal. En otras regiones, las vacaciones comprenden de viernes a lunes, y se repiten al siguiente fin de semana, añadiendo un lunes festivo más a los previos sábado y domingo. Esos períodos, y los días intermedios, son vacacionales a efectos de la asistencia a clases, aunque los días laborables intercalados se trabaja normalmente.
Pero, de una u otra manera, las festividades de esa Semana Santa, siempre instalada en la primavera, aconsejan un cierto recogimiento propio, una cierta reflexión, un cierto análisis, como aquellos que hacen los caminantes en los altos o descansos de sus itinerarios.
De esta forma, aprovechar la Semana Santa siempre resulta beneficioso para el cuerpo y para el espíritu, y a ello debemos tender.
Recuerdo de mi época infantil aquellos días en que con los padres y hermanos se salía a la huerta en los alrededores de la ciudad, portando una sustanciosa merienda de pascua, con buenos bocadillos y buen embutido (salchichas, morcillas, etc) y la deliciosa “mona”, costumbre tan arraigada en Valencia y en Cataluña, consistente en un “panquemado” con un huevo cocido, o alguna figura en pasta de pan dulce, a consumir mientras se degustaba la especial salchicha fina – oriunda de Cataluña- denominada “longaniza" de Pascua.
En el campo o en la montaña, niños, jóvenes y mayores, disfrutaban del aire puro, de los perfumes de la naturaleza, del placer de la vida familiar y de la amistad, al tiempo que degustaban los tradicionales manjares .
Hoy en día eso ha cambiado bastante, porque las familias que pueden se desplazan a la costa (las del interior) y a la montaña (las de otras zonas), pero casi siempre constituyendo un grupo familiar o de amigos.
Si las vacaciones y celebraciones sirven al menos para llevar el sosiego y la calma a los espíritus, el descanso a los cuerpos, y la armonía a las familias, ya solamente por esa razón, la Semana Santa merece ser conservada.
“El arte del descanso es una parte del arte de trabajar”.- John Ernst Steinbeck (1902-1968) Escritor estadounidense. Galardonado con el Premio Nobel
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

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