26 febrero 2014

Venezuela: La tierra del paraíso convertida en un infierno…


Venezuela, oficialmente denominada República Bolivariana de Venezuela, es un país de América situado en la parte septentrional de América del Sur, constituido por una parte continental y por un gran número de islas pequeñas e islotes en el mar Caribe, cuya capital y mayor aglomeración urbana es la ciudad de Caracas. Tiene una extensión territorial de 916 445 km². Su territorio fue residencia de importantes grupos tribales de amerindios, como los caribes.

Época colonial


Venezuela fue avistada por Cristóbal Colón en su tercer viaje, el 1 de agosto de 1498, cuando llegó a la desembocadura del río Orinoco después de haber pasado frente a la isla Trinidad. Era la primera vez que los españoles tocaban tierra firme continental, tomando en cuenta que en los dos primeros viajes llegaron a territorios insulares. Colón observó las corrientes del Orinoco y las selvas, y prosiguió su viaje por el golfo de Paria, bordeando la costa cerca de la isla de Margarita. El año siguiente en 1499 Alonso de Ojeda realizó una expedición más extensa por la costa, llegando al Cabo de la Vela en la peninsula de La Guajira después de pasar por el golfo de Paria, la península de Paraguaná y el golfo de Venezuela.

Poco después, el Imperio español emprendió la colonización del territorio con el establecimiento de la efímera gobernación de Coquibacoa y de ciudades y rutas comerciales entre la tierra firme y la metrópoli. Se efectuaron demarcaciones con el fin de crear una estructura jurisdiccional que se materializó con la creación de la Provincia de Margarita (1525), Venezuela (1527), Trinidad (1532), Nueva Andalucía y Guayana (1568) y posteriormente la de Maracaibo (1676). En 1528 el rey Carlos I expidió la Capitulación de Madrid, arrendando temporalmente parte de la Provincia de Venezuela a la Familia Welser y a la Familia Fugger, lo que dio paso a la creación del Klein-Venedig, una de las gobernaciones alemanas en América. No obstante, los españoles enfrentaron varias rebeliones por parte de los indígenas locales, siendo las más destacadas la comandada por el cacique Guaicaipuro en 1560 y la sublevación de los Quiriquires en 1600, y hasta de sus propios coterráneos, como Lope de Aguirre y sus marañones provenientes del Perú.

El orden colonial terminó de implantarse hacia finales del siglo XVI con el cabildo y la Iglesia católica. Al mismo tiempo, se propició un mestizaje entre los habitantes de las provincias, lo que terminaría por definir el perfil social del país. El comercio y la extracción de recursos minerales y naturales florecieron, sobresaliendo la profusa exportación de cacao, añil y tabaco, a la vez que las provincias enfrentaban ataques de piratas como el de Henry Morgan a Maracaibo en 1669. Ante el auge del contrabando por la región en los años siguientes, se resolvió crear en 1728 la Real Compañía
Guipuzcoana para ejercer el monopolio comercial.

Las provincias existentes, entonces gobernadas alternativamente por la Real Audiencia de Santo Domingo y la de Santafé de Bogotá, pasaron a formar parte del Virreinato de Nueva Granada en 1717. Con el ascenso al poder de la Casa Borbón el rey Carlos III conformó un solo ente autónomo al crear la Capitanía General de Venezuela en 1777. Esta nueva unión política se consolidaría con la creación de la Real Audiencia de Caracas en 1786.

Independencia


La fecha del 19 de abril de 1810 marcó el inicio de la revolución venezolana. Vicente Emparan, para ese entonces el Capitán General de Venezuela, fue destituido por el Cabildo de Caracas. Ello dio paso a la formación de la Junta Suprema de Caracas, la primera forma de gobierno autónomo. La Junta gobernó hasta el 2 de marzo de 1811, día en que se instaló el Primer Congreso Nacional, ente que nombró un triunvirato compuesto por Cristóbal Mendoza, Juan Escalona y Baltasar Padrón. Meses después, el 5 de julio de ese año, se procede finalmente a firmar la Declaración de Independencia. Pero esta Primera República colapsó por la reacción realista. El movimiento tendría nuevo impulso en 1813, cuando el militar Simón Bolívar, luego de hacerse con el control de Cúcuta, emprendió una expedición armada por los Andes y la región occidental, junto con Atanasio Girardot y José Félix Ribas. Luego de hacer público el polémico Decreto de Guerra a Muerte, enfrentó a los realistas varias batallas a lo largo de la ruta hacia la capital. Al terminar la campaña, entró triunfalmente en Caracas, donde se le tituló como Libertador, y donde se proclamó la Segunda República, aunque continuaron los combates en otros puntos del país.

La guerra en el llano siguió hasta 1819. Ese año, Bolívar intentó la reorganización del Estado con la instalación del Congreso de Angostura, cuyo resultado fue la creación de la Gran Colombia. En 1820, se firmó el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra, poniendo fin a la guerra a muerte y cesando hostilidades hasta el 28 de abril de 1821. El 24 de junio de ese mismo año, Bolívar se enfrentó a Miguel de la Torre en la Batalla de Carabobo, que se saldó con la victoria republicana. Esta victoria significó la liquidación de las tropas realistas en Venezuela, dejando remanentes que serían derrotados en la Batalla naval del Lago de Maracaibo en 1823. Con la toma de la plaza fuerte de Puerto Cabello por el Ejército Libertador, se logra sellar definitivamente la Independencia.

 

Política y Gobierno


La actual Constitución de Venezuela, aprobada en referéndum constitucional el 15 de diciembre de 1999 y promulgada cinco días después, establece que la República Bolivariana de Venezuela se constituye en un Estado Social y Democrático de Derecho y de Justicia que "propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político".

Relieve y geología


El territorio venezolano abarca tres grandes unidades geográficas que se suceden de oeste a este: las cordilleras septentrionales andinas y costeras al norte y occidente, los Llanos venezolanos que constituyen unas extensas llanuras sedimentarias que forman parte casi en su totalidad de la Cuenca del Orinoco al norte de este río, y los macizos y mesetas de formación muy antigua en la Guayana Venezolana, al sur del río Orinoco. Muy pocos países en el mundo, excepto algunos muy extensos, tienen esta misma variedad de relieves en su territorio.

Hidrografía


El país está conformado por tres vertientes hidrográficas: la del mar Caribe, la del océano Atlántico y la del lago de Valencia, que forma una cuenca endorreica.

En la vertiente del Atlántico drena la mayor parte de las aguas fluviales de Venezuela. La mayor cuenca de esta zona es la extensa cuenca del Orinoco cuya superficie, cercana al millón de km², es superior a la de toda Venezuela, aunque tiene una presencia del 65 % en el país. El tamaño de dicha cuenca —similar a la del
Danubio— la hace la tercera de América del Sur, y la misma da origen a un caudal de unos 33 mil /s, haciendo del Orinoco el tercero más caudaloso del mundo, y también uno de los más valiosos desde el punto de vista de los recursos naturales renovables. El Río o Brazo Casiquiare constituye por su parte un caso único en el mundo, ya que es una derivación natural del Orinoco que, después de unos 500 km de longitud, lo conecta con el río Negro, el cual es a su vez afluente del Amazonas. La segunda vertiente en importancia es el mar Caribe. Los ríos de esta región suelen ser de corto curso y de caudal escaso e irregular, con alguna excepción como es el caso del Catatumbo, que nace en Colombia y desagua en la cuenca del lago de Maracaibo.

Los principales lagos del país son el lago de Maracaibo —el más grande de Suramérica— abierto al mar a través del canal natural, pero de agua dulce, y el lago de Valencia con su sistema endorreico. Otros cuerpos de agua mencionables son el embalse de Guri, la laguna de Altagracia, el embalse de Camatagua y la laguna de Mucubají, en los Andes.

Clima


Por encontrarse en el trópico, Venezuela posee un clima cálido y lluvioso en general, teniendo únicamente dos estaciones: una estación seca, que va desde octubre a marzo, y una estación lluviosa, de abril a septiembre.


 

Economía


Venezuela posee una economía de mercado cuya base primordial es
la extracción y refinamiento de petróleo para la exportación y consumo interno.

Turismo


El turismo en Venezuela es una industria poco desarrollada, pese a que el país está favorecido por la amplia gama de ambientes naturales que posee. El país recibe menos visitantes extranjeros que la mayoría de los países de igual dimensión e incluso que regiones cercanas como Aruba.

 

Demografía


Venezuela ha sido siempre un país de contrastes socio-culturales, y aunque la situación se ha desequilibrado debido al boom petrolero, aún existe un porcentaje considerable de la población viviendo en pueblos de antaño y pequeñas aldeas. Sin embargo, el mayor porcentaje de venezolanos se agrupan en diversos núcleos urbanos o en las grandes áreas metropolitanas, como consecuencia del éxodo rural ocurrido en el país en la segunda mitad del siglo XX. La población de Venezuela llegó recientemente a los 28 millones de habitantes.

Idiomas


Aunque el país es mayoritariamente monolingüe en castellano, se hablan numerosas lenguas en Venezuela. Además del castellano, la Constitución reconoce más de una treintena de idiomas indígenas —wayúu, warao, pemón y muchos otros— para el uso oficial de los pueblos amerindios, la mayoría con pocos hablantes —menos del 1 % de la población total.

En materia de dialectos, los venezolanos utilizan en su mayoría la variación del español venezolano, aunque también se notan las modalidades regionales

Gastronomía


Como parte integral de la cultura venezolana, las artes culinarias del
país también se caracterizan por ser un resultante de la herencia grancolombiana compartida, y aparte de una mezcla entre elementos indígenas y europeos. Emplean mayormente cereales —destacando entre ellos el maíz—, animales cazados, fauna marina, verduras y productos lácteos como el queso. Se consideran como platos nacionales la hallaca —una masa de harina de maíz rellena de varios ingredientes y envuelta en hojas de plátano para ser hervida posteriormente, preparada en época navideña—, al pabellón criollo —compuesto por arroz, carne mechada, caraotas negras (frijol), tajadas y en ocasiones huevo frito—, y a la arepa —torta circular de harina de maíz, de preparación sujeta tanto a la región donde se cocine como al gusto del consumidor. La arepa, que se cocina en budares, ha sido una de las herencias compartidas con la cocina colombiana.

Aunque posee estos rasgos de manera universal, la gastronomía venezolana es tan variable y diversa como el territorio mismo. En la región oriental, por ser área caribeña, predomina una cocina a base de pescados, langostas y mariscos con pasta o arroz, revelándose también la influencia de comidas marítimas europeas. En los Llanos es bien conocido el consumo de carne de res y de animales cazados, y también su gran producción de queso y productos lácteos.

(De Wikipedia y otras duentes)


Maduro adelanta el carnaval para acallar las protestas

(Ludmila Vinogradoff / Corresponsal en Caracas , 26/02/2014 –“ABC”)

El presidente de Venezuela decreta los días 27 y 28 de febrero como festivos no laborables para que los ciudadanos empaten un puente de seis días de asueto.


Estos carnavales no serán como antes. El presidente Nicolás Maduro adelantó los carnavales de la próxima semana decretando los días 27 y 28 de febrero como festivos no laborables para que los venezolanos empaten un puente de seis días de asueto con el lunes y martes de marzo de la próxima semana.

En realidad esta anomalía, de dar tanto tiempo de vacaciones, jamás se había visto antes pero como Venezuela vive momentos aciagos de mucha conflictividad por las protestas de la oposición, el presidente Maduro decidió que la mejor manera de desinflar el descontento social y bajar la tensión era adelantando las fiestas carnavalescas.

Sin embargo, ante los 15 asesinatos de manifestantes que se han producido desde hace dos semanas y media, más de 100 heridos, 500 detenciones y desaparecidos, que han denunciado las ONG como Foro Penal Venezolano. Las organizaciones políticas de la oposición, las alcaldías y gobernaciones acordaron suspender las festividades de carnaval con el argumento de que «no hay nada que celebrar».

Balance de las protestas: 15 asesinatos, más de 100 heridos, 500 detenciones y desaparecidos


Tanto que no hay nada que festejar que la diputada opositora María Corina Machado convocó para hoy miércoles una marcha de mujeres vestidas de blanco que partirá de la sede de la Conferencia Episcopal de Venezuela en Montalbán, zona del Paraíso, hasta la plaza Madariaga, donde se encuentra la sede del Comando Regional de la Guardia Nacional Bolivariana, el cuerpo militar acusado de reprimir las manifestaciones.

Lo que piden las mujeres de blanco es que el gobierno de Maduro termine con la represión, las torturas y libere a los detenidos. Los
antimotines de la GN, llamada también Guardia del Pueblo, han reprimido de manera «excesiva» como lo reconoció el gobernador chavista del Táchira José Vielma Mora.

En Valencia, capital del estado Carabobo, este lunes los uniformados de la Guardia del Pueblo se ensañaron con varios manifestantes, entre ellos, una joven costurera que fue golpeada con ensañamiento en la cabeza por la uniformada identificada como Josneidy Castillo Mendoza en las redes sociales. Su imagen en horcajadas golpeando salvajemente a la cabeza de la manifestante le dio la vuelta al mundo.

Por esta y otras razones las autoridades opositoras decidieron no celebrar los carnavales. Así tenemos que los alcaldes caraqueños del Hatillo, Chacao, Baruta, Sucre y el metropolitano Antonio Ledezma acordaron suspender las fiestas, mientras que el chavista del Libertador, Jorge Rodríguez, hizo todo lo contrario. En el resto del país las 76 alcaldías de la oposición, de un total de 335 del país, también se sumaron al duelo de los manifestantes caídos.

El presidente Maduro ha convocado para hoy miércoles una reunión de diálogo con la oposición pero el líder opositor Henrique Capriles afirmó que no va a «lavarle la cara a Maduro a Miraflores».

El líder estudiantil, Juan Requesens, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, también dijo que no hay condiciones para establecer un diálogo con Maduro mientras no desarme a los grupos colectivos y paramilitares oficialistas, ponga fin a la represión y libere a los estudiantes detenidos, quedan como una docena.

Maduro convoca para hoy una reunión con la oposición


Así las cosas, el diálogo que propone Maduro está trancado desde antes de empezar por lo que la conflictividad puede prolongarse aunque el adelanto del carnaval con poca participación de la población tampoco pueda desinflar las protestas. Por primera vez la voluntad política de los venezolanos se pondrá a prueba en estos carnavales, que históricamente siempre han estado reservadas para
ser disfrutadas como las festividades decembrinas y las de pascua.

Es tanto el empeño de las autoridades por los carnavales que el ministro del Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres se esforzó como nunca antes para organizar el despliegue de seguridad para los vacacionistas: 104.349 funcionarios participarán en el operativo de protección en todo el territorio nacional.

Adicionalmente el ministro informó que se desplegarán unidades móviles en todo el país: 669 ambulancias, 145 vehículos de rescate, 14 motos de agua, 65 camiones cisternas, 82 lanchas, 139 grúas y 7.462 motos. «Sumando estas a las patrullas y todos los demás vehículos, vamos a desplegar 13.327 vehículos de distintas naturalezas para asegurar las vías y los espacios dedicados al esparcimiento».


Lamento que los acontecimientos en Ucrania hayan acaparado mi atención, impidiendo el comentario que desde hace mucho tiempo merece la actual situación  en Venezuela.

Ya sé hace bastante tiempo por los buenos amigos de mi familia, Alejandro y Layla y su hija Laura, que la situación, si era mala, ha evolucionado a insufrible, de manera que aquellos que no tuvieron la suerte de emigrar antes, ahora están sufriendo las duras consecuencias de un estado de cosas dramático.

Así como en Ucrania la cultura del pueblo ha sido el determinante de que la reacción contra los abusos del poder se hiciera con mayor sensatez y contención de lo habitual (y con ello no justifico, ni mucho menos, los pluses de violencia que también aportaron los civiles en la plaza Maidan, sin hablar de la brutalidad de los antidisturbios), en Venezuela ha sido la incultura del pueblo la que ha propiciado que poco a poco se haya ido instaurando un a modo de dictadura con apariencias populistas y democráticas, que hábilmente fue introduciendo el gran demagogo Hugo Chavez, quien pese a todo hubo de echarse en manos de Cuba y malgastar las riquezas
petrolíferas ayudando más que generosamente a los países de su “cuerda”; y esa misma incultura en la que el vudú constituye la mayor base de creencias, ha sido una de las principales claves para que Chávez se instalara cómodamente en un poder abusivamente ejercido, siempre en contra de las clases más acomodadas y cultas.

Pero Chávez, que parecía incombustible, se extinguió por un cáncer y dejó a ese hombre con aspecto de orangután bigotudo que es el nefasto Nicolás Maduro, una persona que rinde culto casi divino al “comandante” y que se deja llevar (él por sí mismo es incapaz) por los áulicos consejeros de su predecesor, para seguir engañando a los sectores del pueblo casi analfabeto y reprimiendo todo intento de auténtica vida democrática en el país.


Las reacciones contra el peligroso Maduro van incrementándose y creo que pronto alcanzarán, si no lo son ya, caracteres de auténtica guerra civil, en la que me temo que el salvajismo de los actuales gobernantes se impondrá.
Es lo de siempre: El líder se siente caudillo, y hasta ensueña haber sido investido por la gracia de Dios, y escucha los halagos de sus adláteres, que le rodean de pueblo ignorante que le vitorea y encumbra, mientras la riqueza del país va esfumándose poco a poco.

Venezuela era un país de una riqueza inmensa, con enormes existencias de petróleo, pero entre los abusos de unos y los despilfarros de los mismos, hoy está en práctica bancarrota, con los supermercados ayunos de alimentos y la población sufriendo enormes carencias.

La solución de los actuales gobernantes ha sido la de siempre: inculpar a las clases ricas y al capitalismo, pero, eso sí, aferrarse al poder de cualquier manera.

Es una pena, pero en Sudamérica la continuidad de la civilización española ha venido siendo muy crítica, ya que todos los países del eje andino están en manos de líderes cuanto menos suspectos de caudillismo demagógico, y hasta Argentina (a la que se tildaba de la más europea nación de América) se ha vestido de podredumbre y
corrupción, de la mano de esa cortesana del poder que es Cristina Kirchner, nepotista y arbitraria como el que más.

Votos hago para que Venezuela sea capaz de zafarse de esta racha de demagogia autoritaria, de esa violencia y confrontación civil que la envuelve, para que vuelva a ser la tierra del paraíso, como la calificó Cristóbal Colón al descubrirla.

Ahora, tristemente, está alcanzando el grado “Maduro” para convertirse en un infierno…



“Dictadura: Sistema de gobierno en el que lo que no está prohibido es obligatorio”.- Enrique Jardiel Poncela (1901-1952) Escritor español.



SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

3 comentarios:

  1. Muy buen reportaje. Lo he disfrutado y me ha formado una opinión paralela a la que ya tenía, pero con más detalles históricos.
    Gracias. Un abrazo, Luis Alonso

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  2. Gracias , Ángel por compartir momentos tan difíciles con nosotros, fue muy completo. Trate de publicar un comentario en tu Blog no pude.
    Un abrazo

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  3. Francisco Baena Bocanegra27 de febrero de 2014, 11:07

    Lo siento. Es sencillamente una gran tragedia para un extraordinario pueblo. Un abrazo para vosotros. BB

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