18 junio 2012

Elecciones legislativas francesas: Huyendo de “napoleón” Sarkozy, el país “cojea” por la izquierda.


“Que más mata esperar el bien que tarda, que padecer el mal que ya se tiene”.- Lope de Vega (1562-1635) Poeta, novelista y dramaturgo español. 

Francia convierte a Hollande en el presidente con más poder desde 1945
El presidente francés, François Hollande, recibió este domingo de sus compatriotas el aval para aplicar su política, al dar la mayoría absoluta al Partido Socialista en la segunda vuelta de los comicios legislativos, lo que le convierte en el dirigente del país con más cuotas de poder desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Los votantes franceses dieron al Partido Socialista (PS) y sus aliados más próximos una mayoría absoluta y, con ella, los instrumentos necesarios para actuar sin las limitaciones de acuerdos con los ecologistas y el Frente de Izquierdas, por lo que el Gobierno galo podrá aplicar su programa sin trabas.
Así lo indicó inmediatamente, aun antes de conocer los resultados definitivos, el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, quien aseguró que los ciudadanos eligieron este domingo "la coherencia" y dijo que en la nueva etapa "se respetarán escrupulosamente las prerrogativas del Parlamento".
Y el jefe del Gobierno recordó que ahora quedan por delante los "grandes retos europeos", antes de insistir en las líneas maestras de la política de Hollande: "el objetivo es reorientar Europa hacia el crecimiento y evitar las consecuencias de la especulación".
Según las proyecciones de escaños adelantadas por varios institutos de sondeos, el PS podría obtener entre 312 y 321 diputados, muy por encima de los 289 que fijan el umbral de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, compuesta por 577 escaños.
Ese nivel de respaldo por parte de los electores evita al partido de Hollande tener que pactar con los ecologistas -compañeros sin embargo en el Gobierno- y con los diputados del Frente de Izquierdas las líneas fundamentales de sus políticas de reforma y las medidas de ajuste que permitan evitar las consecuencias de la crisis económica.
El ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, declaró por su parte que al día siguiente de esta victoria de los socialistas no habrá "un mensaje distinto" y recordó que "hay un calendario europeo", que culmina con el Consejo Europeo de finales de mes, y un "calendario nacional", donde el objetivo está en "restablecer el equilibrio" de las cuentas públicas. "Nuestro proyecto no es uno de austeridad", advirtió Moscovici, quien adelantó que el Gobierno de Ayrault aplicará "esfuerzos fiscales y sobre los gastos".
Los ecologistas de EELV son parte de la sorpresa en las legislativas, ya que podrían alzarse con una veintena de diputados y formar grupo propio en la Asamblea, donde la conservadora Unión por un Movimiento Popular(UMP), la gran derrotada, se quedaría con alrededor de 218 asientos.
Hay varias víctimas de los comicios legislativos, en forma de derrotados en la lucha electoral a la que se presentaban para lograr un escaño que se les ha resistido: la socialista Ségolène Royal, la ultraderechista Marine Le Pen y el centrista François Bayrou son los más destacados de entre ellos. Son tres de los políticos más conocidos de Francia y su destino personal ya no estará ligado en lo político a una representación en el Parlamento.
En el caso de Royal, excandidata a las elecciones presidenciales de 2007, fue batida por Olivier Falorni, un disidente socialista, en la circunscripción de La Rochelle (oeste del país), después de una polémica suscitada por el apoyo de la pareja del presidente de la República, Valérie Trierweiler, a su contrincante.
Le Pen, derrotada en la circunscripción de Hénin-Beaumont (norte) por el alcalde socialista Philippe Kemel, dejó abierta la puerta a una solicitud de recuento de sufragios, ya que dijo que a ambos les separan tan solo 114 votos. La presidenta del partido ultraderechista, no obstante, aseguró que los resultados del FN son "espectaculares" y, entre estos, está el acceso a la Asamblea Nacional de su sobrina, Marion Maréchal-Le Pen, nueva apuesta política de la formación.
En cuanto al centrista Bayrou, presidente del MoDem, derrotado en la circunscripción del departamento de Pirineos Atlánticos en la que se presentaba, reconoció que se ha quedado fuera de la Asamblea Nacional y dijo que asume un "cambio en la forma del compromiso" ante sus electores. Bayrou, antiguo aliado de la conservadora UMP, dio la sorpresa en las pasadas elecciones presidenciales al recomendar el voto para el socialista François Hollande, lo que suscitó las críticas de la derecha.
(De “El Confidencial”, 18/06/2012)
ELECCIONES FRANCIA 2012
Los franceses otorgan todo el poder a François Hollande
Miguel Mora , París
Los franceses han dado un cheque en blanco al Partido Socialista (PS) para dirigir el país durante los próximos cinco años. Con el 100% del voto escrutado, los socialistas obtienen la mayoría absoluta en la segunda vuelta de las legislativas y redondean el vuelco político iniciado con la victoria de François Hollande ante Nicolas Sarkozy en las presidenciales de mayo. Hollande podrá gobernar en solitario, sin depender de Los Verdes ni del Frente de Izquierda, y tendrá las manos libres para afrontar la profunda crisis europea y aprobar las 60 reformas prometidas en campaña.
El PS, que en 2007 tenía 204 diputados, lograba 314 escaños sobre 577, y superaba de largo la mayoría absoluta, que se sitúa en 289. El partido de la derecha Unión por un Movimiento Popular (UMP) sufre una severa derrota. Sumando los diputados del Nuevo Centro, la derecha suma 229 escaños, cuando hace cinco años tenía 353. Un espejo ha invertido la fotografía, y la Asamblea Nacional de 2012 será el negativo casi perfecto de la de 2007.
Los ecologistas –aliados del PS- mejoran sus expectativas de la primera vuelta y podrán formar grupo propio con 17 diputados. Mientras, el Frente de Izquierda no pasa de los 10 escaños, por lo que no alcanzaría los 15 suficientes para tener grupo parlamentario.
Con una abstención récord, estimada en el 44%, las legislativas de 2012 dejan dos lecturas históricas: por un lado, suponen el regreso al Parlamento de la extrema derecha, que obtiene tres escaños; por otro, arrojan la primera mayoría absoluta socialista desde 1981, cuando la ola de entusiasmo suscitada por la elección de François Mitterrand concedió al PS 285 diputados de los 491 totales.
Palais Luxembourg, Senado
De forma paradójica, Hollande tendrá hoy más poder del que tuvo nunca su referente político, porque controlará de forma simultánea la Asamblea Nacional, el Senado, el Elíseo y Matignon, sede del primer ministro, además de casi todas las regiones y las principales ciudades del país, una situación inédita para la izquierda durante la V República.
Tras perder las presidenciales, la UMP aspiraba a contener la “ola rosa” y confiaba en mantener al menos 250 diputados en solitario. Bastante por debajo de esa cifra, solo cabe hablar de naufragio. Ahora afrontará un futuro incierto, porque la tentación de aliarse con la extrema derecha es fuerte en algunos sectores. Pero las derrotas de Claude Guéant y de Nadine Morano, dos de sus dirigentes más extremistas, sugieren que la UMP ha perdido el centro político. El líder interino del partido, Jean-François Copé, admitió la derrota y convocó un congreso para noviembre.
El regreso a la Asamblea Nacional del viejo Frente Nacional, edulcorado ahora con la etiqueta Agrupación Bleu Marine, es también paradójico: obtiene dos diputados, pero su líder, Marine Le Pen, fracasa y pierde por un puñado de sufragios (114) la partida en Hénin-Beaumont (norte del país), batida por el candidato socialista.
Marion Maréchal Le Pen, de 22 años, nieta de Jean-Marie Le Pen y sobrina de Marine, se impone en una triangular ante los socialistas y la UMP en Carpentras (sur del país), y se convierte en la parlamentaria más joven de la V República. El Frente Nacional no tenía presencia en la Asamblea Nacional desde los años ochenta, aunque en 1997 logró un escaño que fue posteriormente invalidado. Su segundo diputado será el excéntrico abogado Gilbert Collard. La Asamblea contará además con un tercer diputado ultra, Jacques Bompart, elegido en el sureste, que no pertenece al FN
La mala noticia para la nueva mayoría fue la derrota de su baronesa Ségolène Royal en La Rochelle (oeste). La excandidata presidencial, que aspiraba a ser la primera mujer que preside la Asamblea Nacional, aceptó su derrota en la primera circunscripción de Charentes-Maritime antes de que cerraran los colegios. El disidente socialista Olivier Falorni se impuso por 63% a 37%. La guerra abierta por el tuit de la primera dama, Valérie Trierweiler, quien apoyó al tránsfuga mientras Hollande defendía a Royal, termina con la aparatosa caída de Royal, que acusó a su rival de haber pactado con la derecha. “Seguiré en política para luchar contra ese tipo de traiciones”, dijo la ex pareja de Hollande.
Las urnas certifican además la irrelevancia del centrista MoDEM, que logra dos diputados y sufre la derrota de su líder François Bayrou, que llevaba 25 años en el Parlamento.
La elección era decisiva también para veinte de los 34 ministros del Gobierno de Jean-Marc Ayrault, ya que este había condicionado su continuidad en el Gabinete a la conquista del escaño. La ironía es que el puesto de ministro y el de diputado son incompatibles en Francia, por lo que los miembros del Gabinete electos dimitirán y dejarán el sitio a sus suplentes. En la primera vuelta seis ministros lograron sus asientos por la vía rápida, entre ellos el propio Ayrault. Anoche, según el ministro del Interior, Manuel Valls (elegido con el 66%), todos los miembros del Gabinete fueron elegidos o reelegidos
(De “El País”, 18/06/2012)
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El parlamento francés (Parlement français) o Parlamento de Francia es el cuerpo que representa el poder legislativo (parlamento) del Gobierno de Francia.
La esperanza y la resignación
En Francia, el parlamento ejerce gran parte del poder legislativo y puede en parte controlar la actividad gubernamental, según la Constitución del 4 de octubre de 1958. El actual sistema parlamentario en Francia es bicameral y el parlamento está compuesto por el Senado francés (Sénat), "Cámara alta" (chambre haute), que tiene 331 cargos electos, y por la Asamblea Nacional de Francia (Assemblée nationale française), la "Cámara baja" (chambre basse), que tiene 577 diputados. Las dos cámaras tienen sus sedes en diferentes palacios: el Palacio del Luxemburgo (palais du Luxembourg) para el Senado y el Palacio Bourbon (palais Bourbon) para la Asamblea Nacional.
Antes de 1962, el Parlamento era el único representante de la soberanía popular. Desde esa fecha, también lo es el Jefe del Estado, designado durante las elecciones presidenciales en sufragio universal.
Todopoderoso durante la IIIª República y la IVª República, ha visto su poder racionalizarse durante la V República. Las evoluciones actuales de las instituciones tienden a volver a darle nuevas prerrogativas.
Historia
El Parlamento francés como sede del poder legislativo, no debe ser confundido con los Parlamentos del Antiguo Régimen que eran cortes de justicia provinciales con algunos atributos políticos.
El Parlamento, en el sentido moderno del término, apareció en Francia con la Revolución cuando los diputados del Tercer Estado en los Estados Generales de 1789 se constituyeron en Asamblea Nacional el 17 de junio de 1789. Su forma unicameral, bicameral o pluricameral), sus nombres y sus funciones, definidas por las diferentes constituciones, han tenido formas muy diferentes según los regímenes.
(De Wikipedia y otras fuentes)
He de reconocer que, en general, el carácter de los ciudadanos franceses no me agrada sobremanera.
Bien sé que, cual sentenció sir Winston Churchill, “todas las generalidades son falsas, incluyendo ésta misma”, pero no me resisto a mostrar mi poca simpatía hacia ese exceso de chauvinismo, de intemperancia, de exclusión, que suele mostrar una buena parte de los ciudadanos de Francia.
Ello no empece, en modo alguno, para que reconozca la madurez del pueblo francés en lo que a la política se refiere, pues se zafa de cualesquiera prejuicios y elige los presidentes que en cada momento le convienen, apoyándoles o no con las mayorías parlamentarias oportunas.
No más lejos del caso del General De Gaulle, por tantos motivos héroe de la nación gala, quien en su orgullo rayano en la soberbia desafió en dos ocasiones al pueblo, tratando de imponer sus criterios, por aquello de “O yo o Francia” (“O moi o la France”) y en ambas ocasiones se llevó el tremendo varapalo de que los franceses eludieron a su héroe y votaron contra sus pretensiones y a favor de lo que consideraron mejor para el país.
Por eso, la alternancia en presidentes de la república de uno u otro signo político ha sido constante, porque lo que el francés de a pie busca es un presidente que le parezca digno de enarbolar con orgullo la “grandeur” de Francia, además de no “tocarles” demasiado el bolsillo…
No en vano suele decirse que los franceses tienen el corazón a la izquierda y el bolsillo a la derecha.
Y bien que lo han demostrado en las recientes elecciones presidenciales y legislativas.
A Sarkozy le han rechazado porque, aun siendo “chulito” y “orgullosón” como él solo, y luciendo una primera dama tan bella como inalcanzable, encareció la vida y apareció en demasiadas ocasiones como aliado, si no acólito, de la “apisonadora” germánica que es la austera Ángela Merkel.
Hollande, que venía del partido socialista bien batido por Sarkozy en las precedentes presidenciales, aprendió la lección y pasó a proclamar la independencia de criterio respecto de los dogmas que imponía la “frau” alemana, y especialmente a conferir al pueblo francés la esperanza de una evolución más “suya” y menos alemanizada, porque en definitiva, los franceses siguen sin confiar en su vecina nación teutónica, que dos veces les invadió y destrozó y que ahora se ha impuesto en lo económico.
Parecía, sin embargo, que el pueblo francés podría equilibrar el poder presidencia votando una Asamblea Nacional menos de izquierdas, pero no ha sido así, probablemente porque la experiencia del “napoleón” derrotado y de su partido no ha resultado convincente, por mucho “glamour” que la bella Carla Bruni haya dispensado.
Y de esta guisa, la izquierda francesa (que no los socialistas, ellos solos) ha logrado la mayoría parlamentaria absoluta, lo que equivale a dotar a Hollande de un cheque en blanco para la gobernanza de Francia.
Bien está si el pueblo francés lo ha querido así, porque la democracia es esencialmente alternancia, pero mucho me temo que dentro de unos años esta crisis económica interminable y los abusos connaturales al poder den un giro a las tendencias de nuestros vecinos del norte.
En fin, que después de las derechas han llegado las izquierdas, y no es demasiado banal decir que en España, por la que está cayendo, vamos camino de lo mismo, porque cierta es la espantosa herencia recibida, pero no menos cierta es la indefinición del gobierno y sobre todo la sensación de que está falto de una “hoja de ruta” que permita prever y anunciar lo que se propone hacer, si bien es cierto que en el desastre económico imperante en Europa, la improvisación puede ser en ocasiones un buen signo de habilidad política. Tiempo al tiempo…
Sin embargo, ya hemos visto cómo “han cortado las barbas” nuestros vecinos, y no estará de más que los de aquí pongan las suyas a remojo.
Que en España, además de beaturros que se aprovechan de los fondos para hacer viajes de alto lujo a Marbella, envueltos en el secreto de altos contactos de poder judicial, también tenemos generosos pagadores como el ex ministro de Fomento, “Pepiño” el galleguito sin nariz, que no paró mientes en autorizar el pago de casi doscientos mil euros por el retrato de un predecesor suyo, el “Cascos de la cáscara amarga”, para colgar en las paredes de algún pasillo del ministerio. ¡Eso es generosidad política!
Pese a todo, pese a los recortes y a las medidas de austeridad, pese al desempleo creciente al galope, pese a la hecatombe financiera, no perdamos la esperanza de que algún día de algún mes de algún año, esta “cojera” económica que nos invalida se convierta en caminar más sosegado y racional.
Que para algo ya en la película “Casablanca” a Humphrey Bogart y a Ingrid Bergman “siempre les quedaría París”. Y a nosotros, siempre nos quedará la camisa blanca de nuestra esperanza…
“Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”.- Martin Luther King (1929-1968) Líder religioso estadounidense.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

1 comentario:

  1. Vous avez fait quelques bons points là-bas. J'ai fait une recherche sur le sujet et a trouvé la plupart des gens seront d'accord avec cadadiatienesuafan.blogspot.ru

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